11° Rescate🔞

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Nota autora: queria empezar diciéndoles que lo siento por no haber subido capítulos estos dias, he estado muy delicada de salud y en verdad es difícil para mi mantener mi mente concentrada en el capítulo, a demás de los dolores que tengo
espero que entiendan que quizá estos días no subiré capítulos con tanta frecuencia, pero aún así no pienso dejar de escribir. quizá no es tan importante para todos pero dejo todo mi amor y mi alma al escribir ambas novelas y espero que lo aprecien
bueno chic@s , cuídense y espero que les guste este interesante capitulo
Besos
Cata

...

Un maldito día, eso queda para mi martirio eterno. Seguramente fui una completa hija de puta en mi otra vida para pagar lo que me sucede en esta. Por lo mismo decido celebrar mi soltería y tomo unas botellas de ron de las cajas coctelera, para la boda.

Como hoy todos tenían tanto trabajo y cosas que hacer; me encontraba sola, como de costumbre.

Me siento en la escalera a beber, mientras veo entrar a tantas personas con diferentes decorativos para mañana; entre ellas, flores, comida, mesas y mucha cosas más. Como si no fuera doloroso tener que ver a Aarón todos los días, ahora tengo que ver esto.

— ¿señorita Stanford? —me pregunta un chica joven con un paquete en la mano

— Soy yo



— Le traje el vestido de novia —me sonríe como su fuera lo mejor del mundo. Al notar mi total indiferencia, la chica borra su sonrisa y me observa fijo— ¿dónde lo dejó?

— En la basura podría ser —le guiño un ojo y sigo bebiendo de este dulce néctar de los dioses



— Se lo dejaré en la escalera —susurra tan atemorizada por mi actitud, que me causa tanta gracia

— Me da igual —me alzó de hombros y la chica sale casi corriendo al terminar de dejar el paquete— y yo que iba a darle propina —hago puchero y sigo bebiendo hasta terminar la primera botella

Un sorbo es lo que me faltaba para terminar mi segunda botella o ¿será tercera?, la verdad es que no recuerdo mucho sobre lo que he hecho todo este tiempo.

Lo único que se es que tome las llaves del auto y luego estaba en el hotel de los Pierce. ¿Cómo carajos estoy ahora en la piscina temperada del último piso?. Veo a través de los grandes ventanales de ese salón y agradezco por un segundo estar sola. No quería que me reconocieran y me tomarán una foto; digna de la primera plana.

Me siento en la orilla de la piscina y sumerjo mis pies en la tibia agua; veo la hora en mi celular y marcaba las 8 de la tarde. Lo único bueno de este día, es que, nadie llamaría, ni molestaría hasta la 1 AM; resulta que Dennis y Jean debían cenar con unos accionista y llegarían cerca de esa hora y cabe mencionar que gracias a ella, me enteré de que hoy Aarón tenía una despedida de soltero junto a sus amigos de universidad y lo más probables es que no llegue a dormir hoy.

Y la novia aquí estaba, sola como un perrito callejero; ojalá Amalia estuviera aquí, la necesito demasiado pero aún así entiendo que tiene que trabajar, al menos espero que pueda llegar mañana.

Lo peor es que ni las personas del servicio estaban. se habían despedido de mi antes de marcharse, cerca de las 6 PM, luego de haber dejado todo listo para mañana, claro. Resulta que el martirio es temprano así que los necesitaríamos con la mayor energía posible y la señora Pierce quiso que se retiraran temprano para descansar.

Cierro mis ojos, mientras disfruto de mi ebriedad y de la deliciosa agua en mis pies. Una idea cruza mi mente y pienso que es lo mejor que puedo hacer. Me quitó mi ropa, quedando solo con mis sujetador y mi bragas negras sin dejar de beber hasta el final, la botella cuyo número desconozco y me lanzó al agua, provocando un gran estruendo; Vaya que se sentía vacío todo, cuando no hay nadie allí. Paro unos segundo y me quedo observando el paisaje que me brindaba el límite de la piscina. Era una noche hermosa y despejada, mientras la ciudad entera la iluminaba con sus luces. Y de pronto todos mis sentimientos y pensamientos más miserables llegan de golpe, haciéndome ahogar en mi propio llanto

Sangre Infiel (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora