Sangre Infiel (EDITANDO)

22° Realidad Revelada

— me alegra que no fuese nada grave

— gracias por traerme, Noah —aseguró mi cinturón y nos colocamos en marcha— lamento lo de la mañana

— la verdad es que odio que aún a pesar de todo, sigas cayendo por él —tensa sus nudillos alrededor del volante— merecés algo mejor Layla —humedece su labio inferior— quizá no soy el mejor partido por ser su hermano, pero a mi me gustas y te quiero Enserio, no a ratos como él.

— Noah...

— no te estoy pidiendo que lo dejes, se que no está en tus planes por el momento

— es parte del trato

— lo sé, solo te pido que no le des más oportunidades, que termines con esa tóxica relación

— ¿ y tú?, tendrás un hijo Noah

— lo he pensado también, no creas que no me come la cabeza cada día aquel tema

— no es solo un tema Noah, es tu hijo

— y lo o la amaré como tal, pero no creo que sea justo para mi, estar en una relación con su madre.

Ya no la quiero y dudo que alguna vez lo haya hecho. Lo que siento contigo es completamente diferente a mi matrimonio, es mas intenso, más perfecto y me tienes hechizado

— no creo que sea bueno compararnos

— no lo hago, es solo que quiero que sepas lo mucho que me has afectado, como me tienes loco por ti

— es el sexo, Noah. Lo confundes porque pareces cegado por el placer

— ¡No! —se estaciona— eres tu Layla, tu me encantas y por ti dejaré a Nicole. Criaremos al bebé juntos pero no seremos una pareja nunca más

— no creo que funcione, siempre estaremos en secreto Noah

— te prometo que un día, seremos tu y yo —toma mi rostro entre sus manos— solo eso importara mi amor

— si me dices así es difícil resistirme

— ¿quieres pensarlo?

— no —susurro y me acerco a él— quiero estar contigo, Noah

Beso sus labios y El contacto comienza a profundizarse, nuestras lenguas se funden en un baile tan delicioso que estaría así el resto de mi vida.

Luego de unos minutos, nos separamos y bajamos del auto en dirección a la mansión.

Al abrir la puerta, el pelinegro me toma entre sus brazos y sube escalera arriba conmigo en ellos. Nicole Justo sale de su habitación y al verlo, corre a abrazar a su marido, pero al fijarse que el mayor de los Pierce me tiene entre sus brazos, se detiene y solo sonríe

— que bueno que volviste —intenta acercarse a acariciar el brazo de Noah y éste la rechaza. Sacándome una sonrisa cómplice.

— ¿como les fue?, Aarón me contó que te lastimate y Noah fue muy caballero en llevarte

— Aarón no estaba en condiciones —gruñe el mayor de los Pierce

— ¡Layla! —Aarón se asoma por una de las habitaciones y viene a verme— ¿estas bien?

— lo estoy —sueno tan fría que todos parecen un poco incómodos— lo lamento, yo iré a descansar —me bajo de los brazos de Noah pero al tocar el piso mi pie equinzado duele.