Por un par de segundos nos separamos y nuestras miradas se conectan, noto sus pupilas dilatadas y doy por hecho que las mías se encuentran igual; percibo como sus manos se aferran a mi cuerpo y me siento tan pequeña entre sus brazos
— Layla —me estremezco al escucharlo, su voz es gruesa y dominante claramente el beso había causado efecto en él; sentía la excitación de Pierce en su bulto duro pegado a mi y me estaba enloqueciendo, miles de pensamientos pasaban por mi cabeza, estaba anhelando el contacto de sus labios en mi, de sus manos en mi cuerpo, de Aarón en mi cama
— será mejor que paremos —claramente esto era una locura, nos conocíamos hace tan poco, un par de semanas y no sé que jodido efecto esta causando en mi; no sé si es el hecho de que su egocentrismo y su personalidad me están afectando o sera su perfecto cuerpo tallado por los mismo dioses, que enserio estaba para chuparse los dedos o probablemente es el hecho de que seremos marido y mujer en un par de semanas más y eso estaba causando un fallo en mi cabeza, desconectando mis queridas neuronas.
— eso sería un gran problema —sonríe con malicia y apega su pelvis contra la mía ejerciendo bastante presión
— ¿por qué? —murmuro tan despacio que es casi inaudible, si no fuera porque Aarón se encontraba a escasos centímetros de mi, no lo hubiera oído
— porque no quiero hacerlo, cariño —muerde su labio y vuelve a devorar mi boca. Su lengua juega con la mía y me estaba enloqueciendo; quería mas de él, lo necesitaba y estoy segura que él también lo hacía.
Siento sus manos subir de mi cintura hasta llegar cerca de mi senos y antes de apoderarse de ellos, muerde mi labio, haciéndome soltar un pequeño gemido. sus manos a sujetan mis pechos con fervor y anhelo, los manosea y aprieta a su gusto, haciéndome jadear de placer. Mientras que sus labios se encontraban recorriendo mi cuello con sus castos y deliciosos besos.
— mierda, Aarón —jadeo y dejo caer mi cabeza hacía atrás, mientras el gruñe al escucharme
— ¿te gusta cariño? —asiento, sin decir palabra alguna. Mi mente estaba en las nubes y no quería bajarme de ahí— yo no soy un caballero Layla, eso tienes que tenerlo en cuenta, soy un completo cabrón, ¿lo sabes no? —habla mientras sus manos bajan hacia mi intimidad
— lo sé —gimo por las suaves caricias que hacía en mí. a pesar de que es repentina su aclaración, ya lo sabía, supe desde el principio como era Aarón y mi cordura claramente se había ido al carajo.
— me has puesto difícil el juego —dice mirando mi traje de baño entero de una pieza.
Su voz delataba lo excitado que estaba pero aún así no borraba esa sonrisa tan peculiar que posee.
se quita su camiseta y queda solamente en pantalones, haciéndome alucinar con la vista.
— ven, cariño —toma mi mano y me sienta en una de las sillas de descanso que se encontraban al lado de la piscina. él se coloca a mi lado y humedece sus labios con la lengua
intento no pensar en sus palabras, a pesar de que en mi mente resonaba mil veces su voz diciéndome que esto era un juego; me reprendo mentalmente e intento concentrar en sus caricias, así me dejo llevar por el momento. Pierce con una de sus manos me corre la parte inferior del traje de baño hacía el lado e introduce un dedo en mí.
— Aarón —no puedo aguantar el placer y gruño su nombre, provocando que él mueva mas rápido sus dedos.
quién crea que las mujeres no sentimos deseos sexuales esta completamente equivocado, lo deseaba tanto como él a mi, eramos dos jóvenes, dejándonos llevar por la pasión y es jodiamente maravilloso.
— estás tan mojada, Layla —gruñe y me besa desesperadamente. Juega con mi labio inferior, mordiéndolo reiteradas veces; mientras sus dedos recorren cada centímetro de mi feminidad haciendo jadear de placer.
no sé en que momento llegamos a esto, pero no quiero parar; comienza aumentar la velocidad de sus caricias y yo me aferro a su camiseta tirando de ella, casi al punto de romperla.
— eso nena, vente para mi —susurra con su voz tan roca y dominante que me hace estremecer.
mierda y mas mierda; Aarón si sabe como hacerlo. Con su mano libre juega con mis senos, apretándolos y moviéndolos a su antojo.
— vamos nena —si vuelve a llamarme nena, no podre evitar lanzarme encima de él. suena tan sensual que me esta volviendo loca.
— ¡Aarón! —gruño mientras mis uñas se aferran a su espalda, en el momento que llego al orgasmo.
Pierce saca sus manos de mí y las introduce en su boca cerrando los ojos, saborea sus dedos como si su vida dependiera de eso, mientras se levanta de la silla.
— ¡Mierda Layla!, eres tan deliciosa —me dice al sacar los dedos de su boca y me mira tan intensamente que siento mis mejillas arder— no quiero hacerte mía aquí, no es un buen lugar
— ¿qué? —susurro y muerdo mi labio inferior— ¿Por qué?
— el premio grande puede esperar, nena
— pero yo también quiero
— ¿qué quieres nena? —su voz, cada vez suena más ronca y en ningún momento despeja su vista de mi ser.
— quiero probarte —no soy una chica inexperta, al contrario, no niego que me gusta mucho el sexo, pero es diferente cuando conoces al chico, cuando es parte de tu vida, aunque no quisieras.
— ¡Joder nena!, dilo otra vez —tensa su mandíbula y siento como su mirada se posa en mis labios— no sabes lo duro que me pones, al escucharte decirlo, con esa carita tan inocente que tienes
— déjame probarte, Aarón —le digo lo más sexy posible, provocando que Pierce gruña y deje caer su cabeza hacía atrás. aprovecho el momento y me acomodo frente a su miembro; comienzo a darle suavemente besos en su abdomen, con mis manos desabrocho su pantalón y lo bajo lentamente provocando los suspiros de Pierce, podía notar lo grande y duro que estaba. Lo mismo hago con su perfecto y sexy bóxer negro; al bajarlo, su desnudes queda a vista de todos y maldigo mis veces al verlo. No tiene ni idea de como desearía tenerlo dentro de mi. muerdo mi labio fuertemente para sacar esos pensamientos tan lujuriosos de mi cabeza desquiciada.
— ¿te gusta lo que ves, nena? —sonríe burlesco.
eres tan jodidamente egocéntrico Pierce —el ríe y juro por todos los dioses que si vuelvo a escuchar esa risa tan ronca, caliente y sincera, me dará un paro al corazón.
Coloco un de mis manos al rededor de su masculinidad y lo acerco a mi boca. paso la lengua lentamente torturándolo y cierra los ojos unos segundos dejándose llegar por el momento. De reojo lo veo tragar antes de abrir su boca para hablarme.
— ¿qué me estás haciendo?
Aunque él no lo crea, lo mismo me pregunto, Desde que llegue a la casa. antes de que vuelva abrir sus ojos, juego con él un par de minutos más; Pierce suelta gruñidos y gemidos cada vez que aumento la velocidad moviendo mis manos de arriba hacía abajo y de vez en cuando colocando mi lengua en él.
— mierda nena, estoy por venirme —Me separa de él y Suelta un gruñido mientras llega al orgasmo.
Oírlo es tan jodidamente sensual que siento mis piernas debilitarse.
— ¡joder Layla! —suspira y cierra sus ojos mientras se limpia
— supongo que ya somos íntimamente conocidos —él solo ríe a carcajadas, mientras sube su ropa interior
— supongo que ahora me trataras como tú esposo
— depende, ¿aún piensas en otras personas? —hablo con desdén y lo observó fijo; él hace lo mismo y sonríe malicioso
— ¿aún quieres acostarte con otros?
— touché
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Sangre Infiel (EDITANDO)
RomanceLayla renunció al amor ya que era un privilegio que ella no podía darse. Nunca pensó que con todos los lujos que poseían, debía desistir algo tan personal para ella pero prometió hacer todo por su familia .Así que dejo a un lado su libertad y se ca...