Al abrir mis ojos me doy cuenta de que esta amaneciendo; no sé en qué momento exactamente nos quedamos dormidos.
Así que, lo mejor será levantarme para ir a mi habitación.
Al girarme me encuentro con Noah sumamente dormido y con su boca semiabierta dándole un aspecto tranquilo y relajado; sacó mi celular y le tomó una fotografía donde casi no se ve su rostro pero la necitaba para recordame que esto, sí está pasando y que no es sólo un sueño o parte de mi imaginación.
— tengo muchas fotos en mi celular de mi persona, si quieres te las envío —susurra roncamente Noah. Provocandome de mil maneras, maldito sex symbol.
— me encantaría tener fotos tuyas
— ¿que tipo de fotos? —sonríe mientras se sienta en el sofá y se muerde su labio inferior al observarme fijamente
— ¡Noah! —lo reprendo— tengo que irme, no sé si Aarón me fue a buscar, ya sabes, para reclamarme más —se que me estoy mintiendo pensando que es así. Seguro debe estar durmiendo y yo preocupada sobre lo que él piense. Ni se debe acordar de mi.
— ¿tu crees que Aarón te está buscando?
— no la verdad es que no, pero, aún así, debería irme —susurro y Noah logra escucharme, lo noto en la mueca de desagrado que hace al oírme llamarlo esposo.
— lo lamento, Noah
— esta bien, de todas formas tengo que acostumbrarme a ello, aunque no quiera —desvía la mirada y se levanta para vestirse— es tu... Esposo —tensa sus músculos y me acerco a él para acariciar su espalda y a los segundos se relaja con mí tacto.
— no me agrada esta situación, me gustaría que fuera diferente
— lo mismo pienso, Layla, pero el destino es cruel —ambos nos levantamos y comenzamos a vestirnos para marcharnos
— gracias por quedarte conmigo
— no te dejaría nunca sola —se acerca a mi y acaricia mi rostro— prométeme que pensaras en nosotros y sobre hacerlo funcionar, ¿si?
— lo pensaré Noah —lo beso tomándolo por sorpresa, a los segundo reacciona e introduce su lengua. Me encantaba besar al pelinegro. Sus besos me llevaban al vadhala y ponían a mis piernas a temblar.
— te abriré la compuerta secreta —ambos reímos, mientras caminamos hacia la entrada/salida.
— otra vez gracias por todo.
— tu agradecimiento hace unos momentos, me dejó en las nubes, Layla
— no eres el único que se siente así —le doy un casto beso en los labios y sonrío— aun estoy festejando en el vadhala
— me tienes hechizado vikinga
— en cuerpo y alma, An —le guiño un ojo y camino por los estantes de vino hasta que ambos nos perdemos de vista— ¡Odín!
suspiro y camino por el jardín hasta llegar a la entrada trasera de la mansión.
Avanzó despacio por la cocina y me detengo antes de abrir la puerta que daba al pasillo de la escalera. Bueno, más bien, me detienen las voces que mantenían una conversión extraña al otro lado.
— no puede repetirse lo de esta noche —habla un hombre ronco
— ¿lo de esta noche?, esto... Lleva años, ¿no lo recuerdas? —responde una chica, cuya voz se me hace tan familiar
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Sangre Infiel (EDITANDO)
RomanceLayla renunció al amor ya que era un privilegio que ella no podía darse. Nunca pensó que con todos los lujos que poseían, debía desistir algo tan personal para ella pero prometió hacer todo por su familia .Así que dejo a un lado su libertad y se ca...