1. Origenes

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Moisés, Ramsés y Nefertari son amigos desde que tienen memoria, con el paso del tiempo en los corazones de Moisés y Nefertari comenzó a surgir un cariño diferente, más que amigos.

Un día mientras jugaban senet se sostuvieron las manos por un momento, ambos sonrieron tiernamente, pero en eso llegó Yunet.

Un día mientras jugaban senet se sostuvieron las manos por un momento, ambos sonrieron tiernamente, pero en eso llegó Yunet

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-¿Qué están haciendo?-preguntó Yunet

-Jugando Senet-respondió Nefertari

-¿Y por qué Ramsés no está jugando con ustedes?

-Es para dos jugadores mamá

-¿No tienes nada mejor que hacer Moisés? Seguramente tu padre prefiere verte entrenando con espadas y no jugando con una niña.

-¡Mamá!-interrumpió Nefertari

-Te necesito allá adentro Nefertari, vamos-dijo acariciándole la cabeza

-Pero mamá...

-Ve Nefertari -dijo Moisés algo triste- Está bien, yo debo irme.

Fue en ese instante que Moisés se dio cuenta del desprecio que sentía Yunet por él, y aunque no logró entenderlo del todo por su edad, se dio cuenta que ahí estaba el más grande obstáculo entre él y Nefertari.

Momentos más tarde, cuando Moisés y Ramsés se alistaban para ir a visitar la tumba del Rey Seti, Ramsés dijo en un comentario trivial a Nefertari...

-Si te casas conmigo, te construiré la tumba más linda de todas, sólo para ti.

Nefertari miró a Moisés, recordando como sólo hace unos momentos sus manos rozaron, Moisés bajó la mirada triste, se daba cuenta que él no era rival para el futuro faraón.

-¡Ay Ramsés! No digas tonterías-dijo Nefertari

-Tú mereces una tumba de Reina, hija. ¿Por qué no?- interrumpió Yunet

"Porque quiero ser la princesa del príncipe Moisés" pensó Nefertari

A Yunet no le agradaba la manera en que Nefertari miraba a Moisés por eso en una ocasión posterior platicó con ella.

-Ya eres una jovencita Nefertari, no puedes andar desalineada por ahí, siempre es bueno usar una linda joya, como una princesa, eres la niña más linda del harén.

-¿De todo el palacio?-preguntó Nefertari

-Sí -dijo Yunet mientras le daba un beso- Pero también debes aprender a comportarte.

-¿Acaso hice algo malo?-preguntó pensativa

-Claro que no, pero no debes acercarte tanto a Moisés, no creo que esa amistad sea muy... -Yunet hizo una pausa como buscando la palabra correcta- adecuada. -Finalizo diciendo.

-¿Por qué no? Moisés es un príncipe, es el hijo de la señora Henutmire, es un niño educado.

- Ramsés es mejor compañía para ti hija, esa amistad sí que me gusta.

-No entiendo mamá, ¿Por qué no puedo ser amiga de los dos?

-Yo sé de que estoy hablando hija, Moisés no es nada de lo que tú piensas que es, no me agrada y no quiero que ustedes dos anden juntos, ¿Estamos de acuerdo?- preguntó Yunet

-No, no lo estamos. Yo no voy a dejar de ser su amiga

-No me provoques Nefertari

-Delante de la princesa te la pasas halagando a Moisés pero cuando ella te da la espalda, hablas mal de él.

-Estás yendo demasiado lejos Nefertari- dijo Yunet cada vez más molesta

-¿Y no es verdad?-dijo Nefertari decidida

-¡No quiero que ustedes dos anden juntos y punto! ¡Ay de ti si me desobedeces!

-Yo quiero a Moisés, y no me lo puedes prohibir

-Puedo, y lo haré. ¡Tienes prohibido querer a ese niño! Él no es más que un...

La bella princesa Henutmire había escuchado parte de la plática e interrumpió defendiendo a su hijo, por lo que esa plática quedó inconclusa...

La bella princesa Henutmire había escuchado parte de la plática e interrumpió defendiendo a su hijo, por lo que esa plática quedó inconclusa

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Una pequeña Nefertari oponiéndose a su madre, diciendo que va seguir siendo amiga de Moisés. Para Yunet esto era rebeldía, para Nefertari era una muestra que ella era un ser independiente, con sueños, aspiraciones y afectos distintos a su madre.

Moises siempre ha tenido dudas acerca de su origen, cuando eran niños Nefertari descubrió que era Hebreo eso no afectó ni disminuyó sus afectos hacia él.

-¿Entiendes ahora?-dijo Yunet

-¿Entender qué?- respondió Nefertari

-¡No te hagas la tonta Nefertari! Lo sabes muy bien. Por eso no quería que hicieras amistad con ese hebreo desgraciado.

-¡No es desgraciado! ¡Es mi amigo! Y yo soy su amiga.

-Eras amiga de él. Si él vuelve aquí mantente alejada de ese apestoso.

-¡No hables así!

-Maldita la hora en que tomé ese cesto, debí haber lanzado a ese bebé al nilo.

-¿Qué?-preguntó Nefertari

-Nada... Bueno, ¿Estás advertida verdad?

-Moisés puede ser hebreo, pero yo no voy a dejar de quererlo, ¡nunca!- dijo Nefertari mientras se levantaba y alejaba de su madre.

-Moisés puede ser hebreo, pero yo no voy a dejar de quererlo, ¡nunca!- dijo Nefertari mientras se levantaba y alejaba de su madre

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A donde vayas: Moisés & NefertariDonde viven las historias. Descúbrelo ahora