A donde vayas: Moisés & Nefertari

3. Fiesta de Ramsés

Iba a nombrar este capítulo "Fiesta de compromiso" pero pensé que iba a verse como si Moisés y Nefertari ya se iban a casar y aún no... Asi que continuemos con la historia...

Aunque Nefertari y Moisés eran novios, Yunet seguía insistiendo a Nefertari con lo mismo, que ella debía ser la gran esposa real, cada vez que ella podía le decía a Nefertari que su destino era más alto, y que al lado de Ramsés tendría todo lo que quisiera, Nefertari contestaba siempre firmemente "Disculpa mamá, pero eso no va suceder, Moisés y yo estamos juntos, Moisés y yo tenemos una relación"

Pero Yunet insistía y la fiesta de compromiso de Ramsés no fue la excepción...

Nefertari notó que su madre se alejó de la fiesta con una expresión de angustia por lo que dejó un momento a Moisés para ir a ver a su madre...

-¿Qué tienes mamá?- dijo Nefertari al llegar hasta su madre -¿No te sientes bien?

-Siento el corazón pesado como un bloque de una pirámide, como si el peso de una vida entera estuviera oprimiendo mi pecho, como si no hubiera aire para respirar- dijo dramáticamente Yunet

-Calma, voy a llamar a papá

-No, no quiero que llames a nadie, la única persona que podía ayudarme eras tú, y me abandonaste

-¿Como que te abandoné?

-¿Cómo crees que me sentí viendo como entregabas mis sueños a esa usurpadora? Ese debía ser tu lugar, deberías estar ahí, al lado de Ramsés.

-Yo no le entregué a nadie nada mamá, sólo elegí estar al lado del hombre que amo.

-Ese hombre, al que dices amar, no forma parte de nuestro mundo, él no es un egipcio y nunca lo será, es un hebreo, y tarde o temprano correrá al encuentro de sus orígenes, tan naturalmente como el nilo corre hacia el océano. Escucha lo que te digo Nefertari, un día Moisés te va abandonar...

-Nunca- dijo Nefertari

-Él abandonará el palacio...

-Nunca mamá- volvió a repetir Nefertari- Él me ama

-Tú que sabes de amor, y menos tú que tanto dudaste entre el uno y el otro, dime a los ojos que no sentiste nada al ver a Ramsés al lado de otra mujer... No puedes decirlo ¿no? Te conozco Nefertari, porque aún sientes amor por Ramsés...

-No mezcles las cosas, yo estoy confundida porque vi a Ramsés...

-No tienes edad para distinguir lo que es el amor, lo que es el cariño, lo que es la amistad, ¿No es cierto?

-No, eres tú mamá la que no sabe distinguir lo que es un sentimiento sincero, del lujo y la riqueza. A mí el oro no me importa, las joyas, eso no me importa.

-¿Y el hambre? ¿Sí te importa? ¿Acaso has pasado hambre un día de tu vida, en el que tienes que conformarte con restos, con migajas? No. Tú no sabes que es eso, hija. Pero yo sí. Yo pase hambre, fui humillada, pero luché, superé todo eso para que mi hija jamas conociera lo que es la miseria. Es muy fácil para ti decidir que no te importa el lujo y la riqueza, porque tú no sabes lo que es de verdad el sufrimiento en esta vida, yo te protegí hija, y te voy a seguir protegiendo. Protegiendo de ese futuro maldito al lado de ese hebreo.

-Un futuro maldito, es un futuro sin amor...

-Después de todo lo que hice, te eduqué para ser reina.

-Yo no nací para realizar tus sueños mamá, yo tengo mis propios sueños. ¿Acaso no puedes entender eso?

-Sólo te diré una cosa, con Moisés no te vas a casar, porque él te abandonará.

Yunet se alejó enojada y Nefertari se quedó ahí pensando, si era verdad lo que su madre decía. Ella amaba a Moisés, y Moisés la amaba a ella, pero ¿Algún día la iba a abandonar? ¿Tendría que decidir seguir a Moisés a la miseria y abandonar todo lo que hasta ahora había conocido?