A donde vayas: Moisés & Nefertari

30. En la sala del trono

-Entonces Moisés... ¿Qué tienes que decir?-dijo el faraón a Moisés

Luego el rey alzó la mirada y dijo a sus guardias;

-Traigan también a la audiencia por favor a Nefertari

Entonces el corazón de Moisés se detuvo.

Miles de cosas pasaban por la mente de Moisés en ese instante, no quería que Nefertari se viera involucrada en esto. ¿Estaría ella aún en el palacio? ¿Qué haría el rey si se enteraba que ella iría a la villa de los hebreos?

-¿Decir sobre qué?-dijo Moisés en un tono brusco que no esperaba saliera de su boca-Quiero decir soberano, no veo la necesidad de hacer venir a Nefertari a la audiencia...

-Soy yo quien decido eso, Moisés-dijo el faraón-¿O tienes algún inconveniente?

-Claro que no, soberano-dijo Moisés

El rey miró a Moisés con duda.

-Muy bien habla

-Parece que el rey tiene dudas sobre mi lealtad, y por eso no permitió que saliera de palacio anoche.

-Exacto -dijo el rey- no voy a aceptar que sigas corriendo detrás de tus orígenes.

-Vine a decirle que no tiene nada de que preocuparse, entiendo que usted no puede apoyar a un príncipe que acepte pertenecer a una familia de esclavos hebreos

-Incluso -intervino la reina Tuya- porque tu familia es la que te acogió y te crió como a un príncipe

-Hecho por el que estoy muy agradecido Señora-respondió Moisés De lo contrario tendría una vida de dolor, sufrimiento, sin esperanza y sin dignidad

Moisés hablaba lento, como intentando ganar tiempo, pero a la vez, con sus palabras intentaba concienciar a los que lo escuchaban, aunque parecía en vano.

-Que bueno que lo reconoces. Gracias a mi hija y a los dioses-dijo señalando al cielo-que te libraron de ese infame destino, pero necesito saber, si realmente estás dispuesto a dejar el pasado enterrado. Exijo que me des tu palabra de que no volverás a buscar a tus parientes hebreos, y que este asunto será olvidado de una vez por todas.

-Estoy dispuesto a ello, señor. Pero antes de empeñar mi palabra, quiero hacerle una petición.

-Dilo-dijo el faraón recargandose en el repaldo de su trono

-Esas pobres personas no tienen la culpa de nada, ellas nunca me buscaron y mantuvieron el secreto durante todos estos años. Sólo son esclavos de Egipto y no representan ninguna amenaza. Lo que le pido, es su palabra de que no se les dará ningún castigo, ni se les hará ningún daño.

-Con tal de que hagan su trabajo y permanezcan en su lugar, poco me importa-dijo el rey en un tono despectivo-no tendrán privilegios, pero tampoco tengo la intención de infringirles castigos. Lo que me interesa es que tú no lleves lodo a la familia real, asumiendo tus orígenes y relacionandote con esa gente como si fueran tus parientes, tú tienes que decidir de una vez por todas; ¿Eres Egipcio o eres Hebreo?

La princesa Henutmire miró a Moisés y al ver como este no reaccionaba intervino;

-Él es Egipcio, claro padre -dijo mirando fijamente al rey, luego volteó a Moisés- ¿No es cierto hijo?

-Agradezco su generosidad rey, mi soberano puede contar con mi lealtad. Ahora que todo está aclarado...

-No todo está aclarado Moisés -dijo el rey- No has contestado mi pregunta, ¿Eres Egipcio o eres Hebreo?

-Soberano -dijo un guardia- La princesa Nefertari no se encuentra en el palacio

-¿Tienes idea de donde pueda estar tu prometida?

-Tampoco está su dama de compañía-dijo el otro guardia

En ese instante Paser entró a la sala del trono.

-Soberano -dijo Paser- hablo en nombre de mi hija, ella me dejó saber que iría al Nilo

-Pues, vayan a buscarla, ella también debe comparecer en esta sala-dijo el rey

Moisés y Paser intercambiaron miradas preocupadas.

-Y bien Moisés, ¿Ya pensaste tu respuesta? ¿O necesitas tú también ir al Nilo para aclarar tus ideas?

-Soberano, me gustaría contar con su autorización para volver al trabajo, necesito visitar las obras, verificar la fabricación de ladrillos, hemos recibido remesas de mala calidad y es mi deber descubrir lo que esta sucediendo-dijo Moisés intentando cambiar de tema

-Moisés -dijo el rey alzando la voz en un tono burlón- ¿Me crees tonto? No debiste haber involucrado a tu prometida en esto...

Henutmire, Paser y Disebek miraron a Moisés.

-Sé dónde está Nefertari -dijo el rey- Ahora, ¿Me dirás eres Egipcio o Hebreo?

Moisés tragó saliva. Eso lo había tomado por sorpresa y no sabía que responder, miles de cosas pasaban por su mente.

Hola, les escribo para comentarles que trataré de hacer los capítulos de 1000 palabras, y cuando no se pueda mínimo entre 600 y 700. También les cuento que en mis otras historias estuve haciendo temáticas navideñas, pero pues en esta no se podía, porque en esa época aún no existía la navidad. Pero aprovecho a desearles una feliz navidad, me imagino que algunos de ustedes son religiosos o no sé, pero recordemos el verdadero significado de la navidad y seamos siempre agradecidos. Gracias por sus comentarios y nuevamente, ¡Feliz navidad!