Omar:
—¿Y bien? ¿Qué te parece?. —Me pregunta ella en cuanto sale de la casa y se presenta frente a mi.
Escucho ruidos dentro y frunzo ceño, aparto mi mirada de su cuerpo.
—¿Vives con alguien?
—¿Eso?. —Señala detrás de ella. —Es la chica que contraté para ayudarme con la casa... pero.. no me has dicho que te parece.
Regreso mi atención a ella.
—Creo que podemos arreglar ese maquillaje.
Ella abre los ojos.
—Me veo bien pienso yo.
—Entonces no sabes mucho sobre el y no me contradiga, soy yo quien ha lanzado catorce líneas de maquillaje.
—Presumido.
—Vamos.
Le sujeto el brazo y tiro con suavidad de ella, su piel es igual de suave.
—¿A dónde vamos?. —Pregunta sorprendida.
—Estoy seguro que una de mis tiendas está abierta. —Respondo mirándome hacia Álvaro, asiento con la cabeza.
Álvaro sonríe. —Como ordene, señor.
—¿No estás exagerando un poco? Creí que la cita era a las 8, no podemos llegar tarde y según tu, odias que lleguen tarde.
—Odio que lleguen tarde, yo puedo llegar tarde
—No hay ni una gota de sentido en eso.
—¿Desde cuándo el sentido se mide en gotas?
Ella suspira.
—Además... soy Omar Callahan, cabeza de una de las mayores marcas en productos de maquillaje, no puedo permitir que la chica que me acompañe vaya con un maquillaje tan corriente en el rostro.
—Pues perdóname, por no tener dinero para comprar tu carísima línea.
Tomo un respiro.
—No hagas drama y vamos, además mi maquillaje tiene niveles de costo, cualquier persona puedo obtenerlo.
—Tienes razón, solo no me gusta y.. tu eres el rey del drama.
—Señor.. Nos hacemos tarde. —Me dice Álvaro.
Suspiro.
—¿Nos vamos?
Melissa no responde y sube al coche luego de darme una mirada rápida.
¿Realmente acaba de decir que no le gusta mi línea de maquillaje?
Tengo una sonrisa en el rostro tras ver el resultado final y ver como los ojos de Melissa pasaron de sorpresa a más sorpresa.
Terminan de "Arreglar" su rostro, aunque no se si puedo llamarle arreglar, tal vez resaltar porque esta mujer sin importar lo insoportable que pueda ser, tiene un rostro muy natural y hermoso.
¿Ahora qué demonios estoy pensando?
—Terminamos, Señor Callahan. —Me indica la chica de la tienda.
Dejo las revistas que llevo en mano y con las que me distraje hasta esperarla , me pongo de pie y abrocho los botones de mi saco.
—Gracias. —Le doy una sonrisa a aquella mujer, ella se sonroja enseguida y no puede mantener la mirada frente a mi mucho tiempo.
Ella nos deja solos, alzo mis cejas orgulloso.
—¿Y que te parece?
Sus labios se separan, pero no dice nada.
—Eso es todo .—Respondo. —Ahora si pareces una mujer que me acompañaría.
—El maquillaje es bonito, pero estoy odiando esos aires de ego.
Frunzo el ceño.
—¿Ya nos vamos?
Sale de la tienda y la observo hablar con Álvaro.
No tengo aires de ego, por dios.
Álvaro detiene el coche frente al lugar del evento. —Hemos llegado, señor, señorita.
Las esquinas de los labios de Melissa se elevan.
¿Por qué le sonríe tanto a Álvaro?
Frunzo el ceño. —Dime que tan bien sabes comportarte en las reuniones.
Sus ojos me observan.
—¿Y bien?
—Nunca he ido a una reunión. —Confiesa.
Mis ojos se abren.
—¿Cómo de qué no? ¿Acaso las damas de compañía no están acostumbradas a estas reuniones?
—No lo se.
¿Qué?
—A decir verdad, eres mi primer cliente.
Eso me sorprende mucho.
—Pero tranquilo. —No me siento tranquilo, ni, aunque haya puesto su mano sobre mi hombro. —Podre manejarlo y.. ¿Todos tuvieron una primera vez alguna vez, no?
—No tenía idea de esto.
Quiero un reembolso.
—Calma esa cara, ya te dije que aprenderé.
Suspiro.
—¿Al menos sabes comportarte?
—Define comportar.
Mierda.
Ella se ríe. —Solo bromeo.
—No puedes bromear en momentos así, mi corazón casi se sale.
Melissa me sonríe. —Tu solo confía en mi, Omar y deja de preocuparte, te saldrán canas verdes.
Ya tengo esas canas por su culpa.
—Explícame como hago eso.
Solo confiando. —Me asegura. —Y dejándome ser yo misma.
Otra vez siento terror.
—Haré esta noche para ti una inolvidable. —Me promete.
Y más que una promesa, suena a una amenaza.
¿Qué debo esperar de una noche con Melissa Vega?
Mierda, estoy acabado.
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Las reglas del Jefe
RomanceEl adinerado Omar Callahan es un hombre que posee tanto atractivo, como frialdad. También es distante, serio y reservado. Personalidad que lo a llevado al punto de que en lugar de atraer a las mujeres, ellas terminen huyendo de el. Es por eso que...