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Melissa:

El dice que no habrá sexo hoy y debería estar feliz porque esta respetándome a mi y mis decisiones, pero quien no esta feliz realmente son las ganas que tengo de acostarme con el desde el primer día que lo conocí.

¿Qué debo hacer?

¿Decirle que el acuerdo se termine y lanzarme sobre el como una perra en celo?

Suspiro y pongo mi mirada sobre las hojas que hay sobre la encimera mientras el sirve la cena, Omar está ocupado trabajando en escoger los nuevos diseños y si los que tengo en las manos son los definitivos, estos serán toda una sensación, aunque jamás hay que juzgar un libro por su portada, el maquillaje de Boss Cosmetic aunque no es de mis favoritos, tiene tanto calidad en su interior como ahora su exterior.

—¿Estos son los finales?

—Lo son, aunque no podré lanzarlos antes de mañana.

Mañana es la presentación de la nueva linea de Empire Makup Cosmetic.

—De todas maneras, Monserrat Lazini se salió con la suya

—Omar, tu maquillaje también es bueno.

—Gracias, amor.

Me sonrojo y el sonríe.

—Deberíamos cenar.

Pone frente a mi un plato de albondigones.

—¿No vas a cenar tu?

Omar niega, coge una cuchara y corta un poco de albondigón, lo lleva a la altura de mi boca.

—Abre la boca.

—¿Vas a alimentarme ahora?

El sonrie.

Cojo el cubierto por mi misma y me tragó el pedazo, Omar espera paciente mi respuesta.

—¿Y bien?

—Me gusta.

—Que bien porque es lo que te espera todos los días.

Con una sonrisa, digo. —¿Vas a cocinar albondigones todos los días?

—A mi.

Alzo las cejas.

—Lo que te espera todos los días es tenerme a mi cocinándote.

El corazón se me acelera.

—Eso suena a que detestas mi comida.

El se encoge de hombros.

—Omar.

—Intento ser romántico y tu rompes mi romanticismo. —Dice compartiendo su risa

Me muerdo los labios.

—También te amo.

Su risa desaparece y sus ojos se abren mucho.

—También te amo demasiado, Señor Callahan.

—No puedes esperar que no haga nada ahora que me has dicho eso.

El rodea la encimera y llega hasta mi , sus manos van a mis caderas.

Su boca aprieta la mía, jadeantes por el deseo, no besamos, nuestros corazones están acelerados y nuestras bocas comienzan a devorarse segundo a segundo.

¿Mi fuerza de voluntad donde quedó?

Cuando lo encuentren avísenme.

Melissa Vega.. ¿Por qué pones reglas si tu misma vas a romperlas?

Es como si mi sub consciente me dijera "A ti no te sale, perra"

Y la verdad es que no lo sé y aunque al hacer las reglas soy un intento fallido de Omar.

Quizás nosotros estamos hechos para romper reglas así como para estar juntos.







Sera que se viene el frutifantastico :o

AJAJAJJAJA

Nos leemos.

>>Yiemir.

Las reglas del JefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora