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Dios, pero que ganas de molestar que tienen─se quejaba una pelinegra yendo de un lado a otro dentro de la enfermería del lugar─Les juro que no comprendo como alcanzan ese nivel de estupidez.

Shu, cálmate, ya te he dicho que estoy bien─habló Yuqi mientras terminaba haciendo una mueca.

Le ardía un poco mientras la tailandesa le limpiaba y curaba la herida en la rodilla, pero no iba a demostrarlo.

Además, esa idiota de Soyeon─volvió a vociferar la taiwanesa.

Shuhua─la retó Minnie como advertencia a lo que podía llegar a decir.

No es idiota, no digas eso.

Bueno, entonces es una inútil; no vaya a ser que gastara demasiadas energías en ayudarte─continuó la pelinegra.

¡Shuhua!─la reprendió la mayor.

Ambas menores se quedaron calladas. Yuqi había pensado en responderle en cuanto escuchó las palabras de la menor, pero el grito de la tailandesa las había dejado quietitas en su lugar.

Minnie terminaría de curar la herida de la de rulos, y las sentaría a ambas a resolver los asuntos.

Por lo que luego de unos ratos de charla, las menores se habían calmado y las cosas estaban medianamente bien entre las mismas.

Iban a darse un apretón de manos, cuando la puerta de la enfermería se abrió al instante.

Yuqi giró su rostro a la velocidad de un rayo, algo dentro suyo quería que Soyeon apareciera por aquella puerta en busca de ella.

Pero no fue así.

Tan solo era una chica mayor entrando a la enfermería.

Pero se acercó a las tres muchachas, quienes entonces la miraron extrañadas.

Minnie parecía saber de quién se trataba por su mirada, pero las otras dos no tenían idea alguna.

Disculpa, ¿por casualidad eres Song Yuqi?─preguntó la rubia mirándola de arriba a abajo y deteniéndose en la rodilla lastimada.

A-Ah si, soy yo─intentó responder Yuqi, la indiferencia en la mirada de la mayor la había descolocado un poco. Algo de esa chica le hacia recordar a Soyeon─¿Necesitas algo de mi?

Técnicamente supongo que sí.

La rubia suspiró, pero antes de seguir con la conversación con la china, llevó sus ojos hasta la tailandesa que no dejaba de verla.

¿Podrías dejar de mirarme así?─le dijo con mala gana.

Es raro verte por aquí, tampoco estoy segura de que haces buscando a mi amiga─admitió Minnie─¿Que quieres de Yuqi, Soo?

¿Soo?─preguntó Shuhua con ojos curiosos y confundidos.

Yuqi estaba igual de confundida que la pelinegra.

Sí, Soojin─le respondió la mayor de las cuatro─Seo Soojin, de las únicas amigas que tiene Soyeon.

Los ojos de Yuqi se iluminaron.

¡Esa era la gran Soojin y la única reconocida amiga de la presidenta!

¿Enserio?─preguntó la de rulos─¿Viniste por algo sobre Soyeon?

La rubia asintió.


Not Even Close「SoqiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora