Fan Enamorada || Erick Pulgar (Pausada)

Capitulo 19

—¿Aitana que haces?.— le pregunte cuando la vi en la cocina.

—Preparando el desayuno.— dice con una gran sonrisa, esta chica irradia una alegría impresionante ojalá nunca le apaguen la linda sonrisa que tiene.

—Ay cariño no hace falta.

—Si hacia falta, ustedes se han portado muy lindo conmigo siendo que ni nos conocíamos.

—Y que más podía hacer, en algún momento nos íbamos a conocer.— dije sonriendo.— y más no es nada.

Intente ayudarla en lo que pude, para luego sentarnos en la mesa.

—Wow.— dice Shei cuando vio que estábamos sentadas en la mesa.— no me ¿iban a despertar?.

—Te fui a ver pero te estabas bañando.— dije excusandome.

Ella camino a la cocina, se sirvió un café y se sentó también con nosotras.

—Te voy a dejar luego del desayuno si quieres.— le dije tomando un pedazo de tortita que habíamos comprado anteriormente.

—Esta bien, no te preocupes.— sonrio.

Terminamos de tomar desayuno, y camino a su casa pasamos por un regalo al mall para Mateo quien cumplía años en unos días.

Iba a dejar a Aitana en la puerta para irme pero me insistió que me bajara para saludar.

—Hola.— dije saludando cuando entre a la gran casa, era tipo la que tenían mis padres.

—Hola Sara.— respondio mi padre con una sonrisa.
—Ella es Ingrid y el es Mateo.— los saludé a ambos, y el chiquito era muy tierno.

—Hola, yo soy Sara.— sonrei.

—Ella es mi hermana.— dijo el pequeño Mateo mirando a sus padres, creo que ya le habían explicado algunas cosas.

—Así es hijo, ella es tu hermana.—sonrió su madre.

El chiquito se acercó a mi, yo me agache a su altura y me dio un abrazo.

—Que lindo eres Mateo.— dije mientras lo abrazaba.

—Sara te quedas a almorzar.— pregunto Ingrid yo pensé que no le agradaría.

—No, no se preocupen almuerzo en mi casa.

—Ya estas acá Sara, ven quédate a almorzar.— dijo Aitana con esa sonrisa suya.

—Esta bien, le avisaré a mi novio.— les dije y ellos asintieron.

Me alejé un poquito, y marque el número de Erick después de tres pitidos contesto.

—Hola Erick amor, ¿Como estas?.

—Hola flaquita, bien ¿y tú?.
—Almorzamos juntos.

—Amor por eso te llamaba, me quedaré en casa de mi padre, volveré más tardecito.

—Ah está bien amor, no te preocupes.— me tiro un beso.— hablamos más tarde, te quiero.

—Te quiero, adios.— corte la llamada y guarde mi teléfono en la cartera.

Salimos al patio con Aitana y Mateo, vimos como el pequeño jugaba mientras nosotras conversábamos.

—¿Y tu no tienes novio?.— le pregunte, esa curiosidad la tenía dándome vuelta en la cabeza.

—Tenia, terminamos hace un par de meses.— dijo, pero sin ocultar su bella sonrisa.

—Aush perdón por preguntar.