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—Necesito una esposa.

Joss Samuels miró a su jefe, preguntándose si habría oído mal.

—¿Disculpe?

Harry Styles se inclinó hacia delante, observándola con sus ojos verdosos, examinándola. Joss sintió que sus mejillas se acaloraban mientras él deslizaba la mirada desde su pelo rubio rizado, que probablemente habría escapado parcialmente del pasador con que lo sujetaba a la altura de la nuca, hasta la punta de sus cómodos pero feos zapatos negros.

Su jefe asintió, como si hubiera quedado satisfecho tras el examen.

—Serás perfecta. Por supuesto, solo se trata de algo temporal. Una semana. Eso es todo lo que necesito.

—Lo cierto es que no sé de qué está hablando, señor Styles—dijo Joss.

Él frunció el ceño, algo que no mermó en lo más mínimo su atractivo.

—¿No hemos hablado ya del asunto? ¿De Brody Robinson y el encuentro de matrimonios que organiza su esposa?

Joss negó con la cabeza. Harry suspiró y se pasó una mano por el pelo.

—Pensaba que ayer te había dicho algo al respecto.

Joss volvió a negar con la cabeza.

—A mí no —nunca habría olvidado una conversación sobre la posibilidad de convertirse provisionalmente en la esposa de su jefe.

—¿Conoces a Brody Robinson?

—Es el dueño de las galletas Brody —contestó . Robinson era el cliente más importante de Harry. Era un pintoresco pseudo vaquero que había hecho una fortuna explotando la receta de las galletas de su abuela.

—Hace poco ha comprado un rancho en Mustang, Montana, y mi «esposa» y yo hemos sido invitados a ir. El año pasado, cuando conseguí captarlo como cuente, Brody dedujo por su cuenta que estaba casado.

Joss miró a su jefe, sorprendida. Harry Styles era el hombre con menos aspecto de casado que había conocido en su vida.

—¿Y cómo pudo llegar a esa conclusión? —preguntó.

Harry le dedicó una sonrisa ligeramente avergonzada.

—Dedujo que estaba casado por lo que estaba diciendo, y yo no hice nada para corregir su impresión —la sonrisa desapareció de su rostro y volvió a fruncir el ceño—. Ya conoces a Brody, Joss .Conseguimos captarlo como cliente con unos anuncios basados en la familia, el hogar y los valores tradicionales. Brody es el hombre más conservador que conozco, y cree que somos almas gemelas.

Joss reprimió una risa. ¿Harry Styles conservador? ¡Absurdo! Sobre todo en lo referente a su vida personal y a sus relaciones. Sospechaba que su dormitorio tenía instalada una puerta giratoria para facilitar la entrada y salida de sus amantes.

—¿Qué es eso del encuentro de matrimonios? —preguntó.

Harry se reclinó contra el respaldo de su asiento.

—La esposa de Brody es una psicóloga especializada en salvar matrimonios. Ha desarrollado un programa de una semana con el que pretende profundizar en el compromiso y la intimidad entre parejas. El caso es que Brody ha pensado que sería un buen regalo invitarnos a mí y a mi «esposa» a su rancho de Mustang, donde su mujer organiza los cursos. Así que el lunes por la tarde tengo que estar en Mustang, y si no me presento con una esposa, existen serias posibilidades de que Brody cancele su cuenta con nosotros.

—¿Y Sheila? —preguntó Joss, refiriéndose al último amor de Harry.

Él la miró con gesto incrédulo.

—Piensa un poco Joss —dijo en tono irónico—. ¿Te parece que Sheila da el tipo de mujer casada?

No. Aquella pelirroja de cuerpo escultural no parecía poseer los atributos típicos de una esposa. Probablemente, su sensualidad hacía pensar a los hombres en noches ardientes y sexo ilícito. Tenía aspecto de amante, no de esposa.

—Sin embargo, tú eres perfecta para el papel —continuó Harry. Joss no supo si sentirse halagada o insultada—. Solo tendrás: que hacerte pasar por mi esposa durante una semana. Serán más unas vacaciones que otra cosa —volvió a inclinarse hacia delante, dedicando a Joss una mirada llena de embrujo.

Ella se preguntó si sería la misma mirada que utilizaba para tratar de llevarse a una mujer a la cama. Era la primera vez que aquellos ojos bonitos y sexys la miraban así, y sintió una lenta calidez ascendiendo desde la punta de sus pies hasta su rostro.

—No creo que sea buena idea —murmuró, apretando contra su pecho el informe que sostenía en las manos—. ¿Y si meto la pata y pongo en peligro la cuenta? Me parece una locura.

—Tienes razón —asintió Harry—. Todo el asunto es una locura, pero tengo que asistir y te necesito para salir del atolladero. Cobrarás una paga extra de mil dólares.

Joss abrió los ojos de par en par ante aquel incentivo. Podía hacer muchas cosas con mil dólares. Su madre necesitaba un huevo aparato de aire acondicionado, y su hermano, Liam, siempre necesitaba dinero extra para sus estudios. Y si ella quería buscar otro trabajo, el dinero le daría un poco de tiempo para decidir lo que quería hacer.

—Mil quinientos —dijo Harry—; Por una semana que será más de vacaciones que de trabajo.

—De acuerdo ——aceptó Joss, reacia, sabiendo que probablemente estaba cometiendo un error, pero incapaz de rechazar la oportunidad de aliviar un poco la situación financiera de su familia.

—Estupendo —Harry se levantó, sonriendo aliviado—. ¿Por qué no te tomas el resto de la tarde para ir a casa y escribir una especie de informe sobre ti misma? Tráemelo mañana y así tendré el fin de semana para estudiarlo. Yo haré lo mismo para ti. El lunes debemos saber lo suficiente el uno del otro como para dar la impresión de que llevamos casados un tiempo.

Cuando Harry se sentó y abrió una carpeta que tenía sobre la mesa, Joss supo que había llegado el momento de retirarse. Salió del despacho y fue a la zona de recepción, donde se encontraba su escritorio.

Aunque llevaba dos años trabajando para Harry Styles, no estaba segura de querer continuar en aquella oficina. Cuando Harry Styles la entrevistó por primera vez para el trabajo le explicó que su puesto incluía tanto los deberes de asistente personal como los de secretaria.

A Joss la alegró mucho conseguir el puesto y, al principio, no le importó ocuparse de los encargos personales de su jefe, como comprar los regalos de cumpleaños para su padre y su tía, o recoger su ropa de la tintorería. Esperaba alcanzar su sueño de convertirse en redactora publicitaria, de llegar a formar parte del proceso creativo del mundo de la publicidad

 Esperaba alcanzar su sueño de convertirse en redactora publicitaria, de llegar a formar parte del proceso creativo del mundo de la publicidad

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~Joss~

~Harry~

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~Harry~

Perfect (Harry Styles & Joss  Samuels) FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora