Capítulo 27

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Despeja tu mente de la realidad, tomate un tiempo para ti, deja de pensar en todo aquello que no te deja vivir tranquilo/a. Acuéstate en el suelo, toma tus audífonos sube todo el volumen, y relájate, encuentrate a ti mismo, habla con tu corazón. Pregúntate qué necesitas, recuerda tus logros y mira hasta donde has llegado. La vida ha sido mierda contigo pero apesar de eso sigues en pie, porque eres un guerrero/a qué tiene todo para lograrlo, quiérete y recuerda que al final encontrarás una explosión de colores que te hará brillar y no perder el hermoso brillo que tienes.

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Nash Brooks.

—¿Con jitomate?— pregunto el ojiazul.

El chico se encontraba de espaldas preparando sandwiches para cenar. Tenía que aceptar que la idea de quedarme con el me aterraba pero hasta ahora todo marchaba bien.

—Por favor.

El chico termino de preparar los sandwichs colocando el mío frente a mi acompañado de un café de vainilla. Tomo asiento enfrente de mí y sonrió.

—Nunca me imaginé a Michael en una relación seria.

—Tengo que admitir que al principio no confiaba en él — mencioné.

—¿Tu le hablaste primero?

Negué.

—No, de echo él me acosaba a mi hasta que me habló— sonreí.

—Wooo— le dió un sorbo a su café —. Eso es nuevo, Michael acosando, nunca lo imagine.

—Es un gran chico.

—Y es todo tuyo— me halagó.

—Si que lo es— sonreí.

El chico era muy divertido. Terminamos de cenar y me dijo que me mostraría la habitación donde me quedaría, cuando pasamos por el pasillo una puerta estaba abierta dejando ver un piano, pare en seco y lo observé con cautela. Él ojiazul se percato de que mi vista estaba en el piano.

—¿Te gusta tocar el piano?— pregunté.

—Si, es una forma muy relajante de despegarte de los problemas, al tocar cada tecla y escuchar la música que proviene de ellas es...

—Es como una anestesia para el dolor y todo lo que molesta. Tu mente se despega y de la nada todo deja de importar — termine por él.

—Exacto— murmuró —. ¿También te gusta tocarlo?

—Es mi fiel compañero.

—Sin duda estás lleno de sorpresas.

—Hay gente que ocupa otras cosas para olvidarse de su realidad e incluso para despegar su mente, pero la mía siempre ha sido el piano— sonreí.

—Puedes tocarlo en estos días que te quedarás aquí.

—Gracias.

—Vamos te enseñaré tu habitación y después si quieres puedes venir a tocarlo.

Asentí, seguimos caminando por el pasillo hasta llegar a la última puerta. Entramos a la habitación y me sentí como en uno de esos hoteles súper caros que casi tenías que vender algunos de tus órganos para pagarlo. Todo estaba muy lujoso y bonito, el armario era de color beige. Había pósters y fotografías pegadas por todos lados, lo cual me hizo darme cuenta de que la habitación era del chico.

—¿Es tu habitación?— pregunté.

—Si, pero ahora será tuya.

—¿Y tú dónde dormirás?

—En el hospital.

Su respuesta me alarmó un poco, ¿En un hospital? ¿Que carajos iba a hacer en un hospital?.

—¿En un hospital?— frunci el ceño.

—Si, mi papá está enfermo y tengo que ir a cuidarlo porque los días que estuve en Italia lo cuido una amiga mía y no puedo seguir abusando de su confianza— sonrió.

Algo en mi cabeza hizo click.

—¿Eso quiere decir que no vas a estar aquí hasta mañana?— negó.

—No, yo no estaré aquí ni mañana, tengo cosas que hacer y de las cuales ocuparme pero no te preocupes Hans vendrá por ti para que vuelvas a ver a Michael, y por la comida no te preocupes Kail viene todos los días a limpiar la casa y ella se encargará de tu alimentación— explico.

Esto era extraño, él chico prácticamente me estaba abandonando en su casa. No me agradaba la idea de quedarme solo, necesitaba conocerlo más y convivir con él.

—¿De verdad no vas a aparecer mañana aquí?

—No.

—¿Porque?— sabía que esa pregunta no debía hacerla porque no era de mi importancia meterme en asuntos que no eran míos.

—Tranquilo— sonrió —. No te sentirás solo, Kail sabe de tu estancia aquí ella te hará compañía mientras Hans aparece por aquí.

—Pero es tu casa.

—Y tu mi amigo.

Me agrado el echo de que me considerará su amigo en el poco tiempo que nos hemos conocido, digo yo en mi caso para llamar a alguien amigo tengo que conocerlo más. Si, en definitiva soy un maldito desconfiado.

—Gracias.

—¿Sabes?, Me alegro mucho de que Michael te tenga en su vida, y de que ahora se de la oportunidad de ser feliz y brillar junto a ti.

—Yo también me alegro de tenerlo en mi vida porque gracias a él conocí que: puedes brillar aún más con la persona correcta.

De eso se trata el amor, de brillar juntos, tomar sus sueños y unirlos para crecer. No de que uno crezca y el otro se apague.

—Nuestra explosión de colores será maravillosa.

—Lo será— el ojiazul camino hacia la puerta —. Ponte cómodo y disfruta del piano.

Acomode mis cosas que había traído en la habitación, tomé un baño relajante al salir me tire en la cama perdiendome en mis pensamientos. Me sentía vivo al volver a estar con Michael de nuevo. Sabía que mi estancia en Düsseldorf no sería permanente pero la disfrutaría al máximo para estar con él.

Me coloque mis audífonos, diamonds de Rihanna empezó a sonar. La canción tenía mucha razón, todos somos estrellas hermosas, cada persona en esta tierra es hermosa sin importar sus diferencias, todos tenemos algo único, algo que nos hace especiales, solo se necesita encontrarnos para valorarnos.

Aparte mis audífonos y salí de la habitación para dirigirme a dónde estaba el piano, me senté en el pequeño banco. Me tomé un tiempo para admirar sus teclas, moví mis manos por cada una para tocarlo pero sin ocasionar ningún sonido. Una sonrisa se formó en mi rostro al recordar la primera vez que toque last night on earth para Michael. La canción se había vuelto una de sus favoritas después de esa ocasión.

Y para mí nuestro recuerdo era una de mis inspiraciones para tocar esa canción.

Sin quererlo empeze a tocar la canción llenando la habitación de la dulce melodía.

Zerstörung. [TERMINADA]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora