Zerstörung. [TERMINADA]✔️

Capítulo 30

"Construyamos un cohete y viajemos a una galaxia dónde no exista el dolor".

—Y.

Michael Böttcher.

Toda mi vida había sido una persona que se dedicaba a cumplir los sueños de otras personas sin importar si estos me causaran felicidad o no, hasta que llegó Nash y lo cambio todo, el me enseñó que si algo te hace realmente feliz tienes que luchar por ello sin importar cuanta gente no esté de acuerdo con eso.

No puedes vivir siempre bajo la sombra de la sociedad, algún día tienes que pensar en ti, en lo que realmente te gusta y te apasiona. Porque la verdadera felicidad surge cuando te aceptas por como eres, confías en ti pero lo mas importante solo mantienes a tu lado a las personas que te ayudan a crecer no aquellas que te ponen mas inseguridades de las que ya tienes. Aunque nadie lo crea el mundo está lleno de gente que te puede ayudar a crecer solo tienes que mirar todo al revés y preguntarte que es lo que quieres, que te hace feliz. Pero en esos planes no incluyas personas si no sueños que a ti te gustaría obtener.

¿Puedes lograrlo?, Claro que puedes, todos podemos, solo tienes que confiar en ti y en lo maravillosa persona que eres, así como yo pude lograr mi primer sueño.

Giré a mi derecha y observé a Nash dormir cálidamente en el asiento del avión. Ambos estábamos volando de regreso a Italia, el lugar donde nos conocimos.

No había pedido algún tipo de permiso a mis padres para viajar a Italia lo único que hize fue escribirles una carta donde les explicaba que me había ido a buscar mi felicidad como era.

Todos necesitamos salir al exterior siendo como somos verdaderamente, sin ocultar nada de nosotros, porque alguien ahí afuera va a amarnos sin importar nuestras inseguridades o nuestros defectos.

Nash abrió sus ojos encontrándose con mi mirada.

—¿Dormiste bien?

—Si— se tallo sus ojos con el dorso de su mano y busco sus lentes para colocarselos —. ¿Tu dormiste bien?

—No pude dormir pero no te preocupes cuando llegue a casa de Dereck dormiré.

Asintió.

Bajamos juntos del avión, al salir del aeropuerto Dereck nos estaba esperando ahí.

—Maldición te vez más blanco— bromeó Dereck, me atrajo a su cuerpo para abrazarme.

—La buena vida de Düsseldorf— sonreí.

Dereck saludo a Nash y ambos nos subimos en la parte trasera del auto para ir a dejar a Nash a su casa, me quedaría en casa de Dereck por este tiempo. Pensaba en entrar a trabajar para juntar dinero y rentar un departamento.

Dereck estacionó afuera de la casa de Nash.

—Te veré mañana mi amor.

—Si.

Junte nuestros labios en un cálido beso. Nash bajo del auto y Dereck le ayudo a bajar sus maletas, el rubio subió al auto mirándome por el retrovisor.

—¿Tienes miedo?

Negué, no tenía miedo, nada me preocupaba ahora, mi padre había pasado a segundo plano, prácticamente resumido a nada, Nowak y Hans me ayudarían con algunos gastos para que siguiera estudiando lo cual se los agradecía.