Capítulo 24

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Nash Brooks.  

—¿Me estás escuchando?— la voz delicada de Luigi me trajo a la realidad.

—Lo siento no te escuché— me disculpé.

—¿Cuántos días llevas sin dormir?

—No lo se.

Últimamente ya nada me divertía, mi apetito parecía aver desaparecido, mi mamá había notado mi cambio y dijo que me llevaría con una psicóloga para que no cayera en depresión. Lo cual sería un error porque yo sentía que la depresión ya se había adueñado de mi.

—Esta tarde saldremos Cris y yo a comer, ¿Quieres venir con nosotros?

Negué.

No podía salir con ellos sabiendo que Michael y yo la última vez que nos vimos fue cuando salimos con ellos.

—Nash tienes que revivir el brillo que hay en ti, a Michael no le gustaría verte así.

—Es difícil no saber nada de él.

—¿No han vuelto a hablar?

—No, eh intentado marcarle pero el no me contesta, es como si no le importará.

—Le importas— aseguró.

—¿Y entonces?

—No sabemos por lo que esté pasando, la última vez que hablaron me contaste que ambos se prometieron luchar por su relación.

—Pero él no lo esta haciendo.

—Dale tiempo— murmuró —. Todos necesitamos tiempo para sanar y pensar en cómo arreglarnos para salir a la siguiente batalla, incluso tú necesitas tiempo.

Tiempo, tiempo.

Eso es lo que Michael dijo en la carta, tiempo, y aunque supe que desde el principio sería largo nunca imaginé que con forme pasaran los días dolería más.

—Lo extraño.

—Estoy seguro de que él también te extraña.

👨‍❤️‍👨

Observé la pulsera en mi mano y recordé aquella vez cuando dijo que se me había caído un ojo, una sonrisa melancólica se formó en mis labios al recordar la maravillosa escena.

Revise mi teléfono por enecima vez en el día pero no había absolutamente nada ni en mi bandeja del buzón. Busque su contacto y lo presione con la esperanza de que contestará pero lo único que se escuchó fue la voz de la mensajera.

Me acosté en mi cama permitiendo que mis lágrimas cayeran, ¿Porque todo tenía que ser tan complicado?

Un golpe escandaloso se escuchó en mi ventana, seguido de otro, parecía que alguien la estaba golpeando con una piedra. Me asome pero no ví absolutamente nada lo cual me hizo entrar en pánico, mi madre no estaba en casa por lo que si alguien entraba a robarme podía violarme sin interrupciones.

Mi teléfono sonó anunciando que tenía una llamada entrante, sobresaltandome lo tome con sumo cuidado para revisar el nombre en la pantalla.

—¿Luigi?

—Estoy afuera de tu casa llevo rato tocandote pero no salias, ¿Dónde estás?

—¿Tú golpeaste mi ventana?

—Si te avente piedritas pero no salias.

Zerstörung. [TERMINADA]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora