III. Alfa terriblemente territorial.

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En la pequeña, pero acogedora habitación inundada de feromonas de alfa y omega reproduciéndose, rodeados de condones usados tirados en el suelo o en algún sitio de la húmeda cama bañada en sudor, Yoon Gi y Ji Min se encargaron de fornicar todo el día sin descansar por un momento. Soltando gemidos con su voz ronca y casi apagada de tanto chillar por el doloroso placer que le daban las brutas embestidas de su amante, Ji Min se apoyó en sus brazos, pegando su pecho al colchón, dejando levantada su mojada parte trasera a disposición de su alfa, mientras de reojo lo miraba con su boca abierta y sus mejillas rosadas, una imagen tan erótica para Yoon Gi que no terminaba de eyacular cuando ya estaba erecto de nuevo.

Sacó el preservativo lleno con su semen y lo tiró a un lado, abriendo el último para así colocárselo y tomando de las caderas al menor introdujo bruscamente su enorme masculinidad, golpeando de una vez su útero con una fuerte embestida que lo hizo jadear, viendo al pelirrojo estrujar con fuerza las sábanas, encajando sus dientes en la almohada como un impulso involuntario.

- ¿Cuántas veces van? –murmuró el mayor, bañado en sudor.- ya hemos acabado una caja entera de condones y tú sigues tan duro como si no te hubieses corrido cientos de veces.

Sonrió ladino, inclinándose para pasar su mano por el miembro ajeno, el cual estaba ya cubierto de tantos fluidos que su mano se llenó de ellos apenas lo tocó.

- Eres tan insaciable. –dijo Yoon Gi.- y aún quieres más.

Ji Min estaba tan avergonzado que solo podía enterrar su rostro colorado en la almohada y soltar ahogados gemidos que se hacían más frecuentes y sonoros a medida que las embestidas se volvían más salvajes, pero no podía siquiera pensar en el dolor que le causaba, se sentía como un masoquista disfrutando de ello; mientras escuchaba los sonidos que salían de la boca de su amante mezclarse con los ruidos que hacía su pelvis chocando incontables veces con los glúteos del menor, Yoongi disfrutaba de la vista que tenía de la sensual espalda del omega, sus perfectas curvas le hacían desearlo cada vez más y más.

Estiró su brazo y enredó sus dedos en los rojos cabellos del menor, tirando de ellos para que alzara su cabeza y así inclinarse llenando sus hombros de besos fuertemente marcados, dejando marcas rojizas en su blanca piel, que luego se pondrían moradas, dando una última embestida para terminar corriéndose en el condón y sacar su miembro antes de que se formara el nudo.

Ji Min no tardó en caer exhausto y quedarse profundamente dormido, calmando su agitado respirar; habiendo ya descansado lo suficiente, el rubio lo vio dormir a su lado por un momento y aunque sentía que algo en su pecho revoloteaba de alegría por haber encontrado al omega con el que se suponía debía pasar el resto de su vida, su rostro no expresaba lo mismo, incapaz de sonreír en aquel feliz momento, solo pensaba en el lio en que se había metido con la traición del adulterio pesando sobre sus hombros, aunque quisiera restarle importancia, ya que había disfrutado más que nunca la desaforada pasión con la que tomó a ese omega que le pertenecía a él. Levantándose de la cama se dio un baño y se colocó su ropa interior únicamente, metiendo su ropa a lavar junto a la del chico, sacó los cigarrillos antes y tomó uno, encendiéndolo, para después meterse al baño y allí inhalar la nicotina sin molestar al omega.

Al ganarle la curiosidad abrió la pequeña despensa más arriba del lava manos y la encontró llena de frascos vacíos, los cuales tomó para leer su contenido.

- ¿inhibidor de feromonas? ¿supresor de celo? –alzó una ceja.- ¿qué es toda esta mierda?

Tomó todo y cuando fue a tirarlo a la basura se encontró con muchos más de esos, ya que los tomaba diariamente; la papelera estaba llena de papel de baño, algodón usado, jeringas, frascos vacíos de aquella dañina droga que usaba para ocultarse, tomó todo aquello y colocándose un pantalón del menor que apenas le servía lo echó en una bolsa junto a los deshechos de los vecinos, volviendo a la casa después.

Amantes predestinados || YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora