IX. La enfermedad de Ji Min.

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El impacto de haber encontrado a su tío y al amor de su vida durmiendo juntos, desnudos y abrazados fue tanto para Jae Won, que no podía salir del shock que le generó, boquiabierto, sosteniendo la puerta mientras los miraba, a pesar de haber sido rechazado tantas veces y estar consciente de que Ji Min estaba saliendo con alguien el comprobar sus sospechas con sus propios ojos le dio un dolor fuerte en el pecho, sin notar que sus feromonas se esparcían por el lugar.

Cuando sintió que su omega era intimidada por la ira de aquel alfa, Ji Min despertó de su profundo sueño, tallando un poco su ojo derecho para dirigir su mirada a la entrada de la habitación, encontrándose con aquel estático e impactado muchacho; se sobresaltó y su rostro perdió totalmente su color, incorporándose de golpe en la cama mientras se cubría hasta el pecho con la sábana, con temor a la reacción de Jae Won, sobre todo por aquellas feromonas que hacían que sintiera una presión invisible en su cuerpo.

- Amo... amo... -susurró Ji Min.- joven amo, despierta.

Con su mano temblorosa zarandeó levemente a su dormido amante, quien, al despertar y encontrarse con que los habían descubierto no hizo más que fruncir el ceño y mirar a su sobrino con desprecio, incorporándose en la cama, dejando la sábana a la altura de sus caderas.

- ¿con qué derecho entras a mi habitación sin permiso? -dijo Yoon Gi, en un tono amenazante.-

Pero Jae Won seguía tan sorprendido, que no podía siquiera decir una palabra, Yoon Gi pudo sentir sus feromonas, pero debido a su alto rango no le causaron más que disgusto, volteó a ver a Ji Min, notando el temor en su rostro y su cuerpo que temblaba bajo la cobija, para después volver su cabeza hacia el rubio aún parado en la entrada.

- Bien, Jaewon. Tú querías saber con quién estaba Jimin ¿no? Ahora lo sabes. -esbozó una sonrisa burlona.- y ahora que el gato está fuera de la bolsa...

Nuevamente su expresión cambio, expulsando también sus feromonas mientras volvía a su mirada amenazante, con intención de intimidar al alfa intruso.

- No quiero que vuelvas a intentar nada con él.

Aquel tono grueso y demandante de hablar era propio de un gran alfa de alto rango; tomó su ropa interior de la cómoda y se la colocó, levantándose de la cama para acercarse a Jae Won, colocando su dedo índice sobre la frente del niño.

- Y óyeme bien, niño. -frunció el ceño.- si alguien se entera de lo que viste, principalmente hyung... te va a ir muy mal.

Tomó la puerta y la azotó con fuerza, dejando afuera al menor para volver a la cama y recostarse nuevamente al lado de Ji Min; éste volteó a verlo y soltó un suspiro, sintiendo que su cuerpo dejaba de tensarse cuando el otro alfa se alejaba de la habitación, pero su expresión seguía siendo la misma, por lo que el mayor llevó sus manos a la mejilla del contrario y besó su frente.

- Está bien, no te preocupes. -susurró Yoon Gi.- no dirá nada.

- ¿cómo estás tan seguro? -dijo Ji Min.- amo... ¿y si te ocasiono problemas? ¿y si le dice a los amos y me echan de aquí?

- Eso no pasará. Ellos te adoran.

- No lo sé...

Desvió su mirada, apretando un poco la sábana, mientras Yoon Gi encendía un cigarrillo y lo llevaba a su boca, pegando su espalda al respaldar de la cama.

- Ve a hablar con él. -dijo el mayor.- si tanto te preocupa hazlo, solo a ti te hará caso.

Nuevamente el pelirrojo lo miró.

Amantes predestinados || YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora