Se decía que los omega masculinos se habían extinto. Un chico que estando consciente de ser el último omega masculino, al menos en su país, mantuvo en secreto lo mejor que pudo su verdadera identidad, hasta que un día sucumbiría a sus carnales deseo...
La noticia de que no era uno, ni dos, sino tres bebés que habitaban el vientre de Ji Min los dejó conmocionados por un par de segundos, el médico parecía estar más feliz que ellos mismos por la noticia, sacando aquel aparato del interior del omega.
- Debe estar orgulloso, señor Min. –dijo el doctor.- no solo tiene a un hermoso macho omega como pareja, sino que tendrán una camada de tres cachorros. Yo personalmente me siento dichoso de poder tener frente a mis ojos al único omega masculino conocido en siglos, ahora puedo decir que no son un mito.
Él sonreía amablemente mientras guardaba su equipo, Yoon Gi dirigió su mirada a Ji Min con una amplia sonrisa y se inclinó para besarlo.
- Estoy tan feliz. –susurró Yoon Gi.- te prometo, Jimin, que voy a atesorarte por el resto de mi vida.
Las mejillas del menor enrojecieron e igualmente sonrió, para después volver a vestirse, recibiendo algunas indicaciones del médico sobre su embarazo y vitaminas que debía tomar. Salieron juntos del consultorio y fueron al auto, subiendo a la parte trasera para abrazarse.
- Aún me aterra saber que daré a luz tres veces en un día. –susurró Ji Min soltando una risilla.-
- Yo estaré contigo. –besó su frente.- pero no pensemos en eso aún, todavía falta mucho para que nazcan.
El menor asintió y recargó su cabeza en el hombro ajeno, tomando su mano y entrelazando sus dedos, era tan feliz en ese momento que no pensó en nada más. Al llegar a la casa fueron a cenar juntos solo ellos en la mesa, como cada día desde que están solos.
- Ahora seré la envidia de todos por tener a un macho omega como tú. –dijo Yoon Gi, con una sonrisa ladina.-
- No es para tanto. –dijo Ji Min, riendo levemente.- no soy la gran cosa, solo soy un omega.
- No eres cualquier omega, ten eso siempre claro. –colocó su mano sobre la del menor.-
Ji Min sonrió levemente y asintió, viendo sus manos tomadas sobre la mesa.
- ¿cómo se lo diremos a los amos? –preguntó el pelirrojo.-
- Cuando lleguen de su viaje lo haremos. –volvió a verlo.- pero lo haremos juntos.
Otra vez, el menor asintió y felizmente continuó comiendo, olvidándose de la preocupación de la desaprobación de sus patrones y futuros suegros, puesto que viendo que está embarazado no tendrán otra opción que aceptarlo aunque no quisieran.
El viaje de luna de miel se alargó cuando Yoon Gi le dio la noticia a sus padres de que su compromiso con Hyuna se había roto, que no se molestaran en volver si esa era la razón y que si querían pasar más tiempo a solas, que lo hicieran, le convenía, ya que quería que volvieran cuando el embarazo de Ji Min ya fuese notorio, aunque eso no se lo comunicó al menor, solo le dijo que sus padres pasarían unos cuatro meses más fuera de casa, de igual manera no les molestaba mientras pudieran amarse libremente. Jae Won había notado que Ji Min subía de peso cada vez, pero nunca imaginó que la razón fueran tres cachorros que crecían rápidamente, hasta tres meses después de descubrirlos durmiendo juntos que se atrevió a preguntarlo, ya que aquella barriga aún pasaba por ser simple gordura.
Aprovechó la ausencia de Yoon Gi para acercarse a Ji Min, quien limpiaba algunos polvorientos estantes al ver que las dos sirvientas no lo hacían.
- Jimin... ¿puedo preguntarte una cosa? –dijo Jae Won.-
Al escucharlo, el pelirrojo se dio vuelta para quedar frente a él y ladear levemente su cabeza con curiosidad.
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