VIII. La curiosidad de Jae Won.

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Después de despedirse de los padres de Yoon Gi, no tardaron en volver a la casa desde el aeropuerto y aprovechar que no había ningún miembro de la familia para interrumpir su amor.

Arrancándole la ropa ya encerrados en la habitación, Yoon Gi besaba de manera salvaje y desenfrenada los labios de Ji Min, devorándolos mientras lo desnudaba rasgando sus ropas con sus garras, haciéndolo gemir.

- Esa ropa cuesta dinero ¿sabes? –dijo Ji Min, sobre los labios ajenos.-

- Luego te compraré otro traje. –lo lazó sobre la cama.- no aguanto más, quiero tomarte ahora.

El pelirrojo estaba ya semi desnudo, se apoyó en sus brazos sobre la cama mordiendo su labio inferior, ese salvajismo de Yoon Gi le gustaba tanto que desde que comenzaron a devorarse a besos, tenía una erección y su entrada estaba ya muy lubricada. Yoon Gi se subió sobre él y volvió a besarlo mientras desabrochaba su pantalón y sacaba su miembro, mordiendo el labio inferior del menor, despojándolo por completo de la última prenda de su cuerpo, no esperó a terminar de desnudarse para comenzar a embestirlo, aquellos dulces gemidos eran música para sus oídos.

- Si... si lo haces de esta manera yo... no puedo contenerme. –susurró el menor, con algo de dificultad.-

- No me importa, grita todo lo que quieras, estamos solos.

Ji Min echó su cabeza hacia atrás, rodeando con sus brazos el cuello del contrario para abrazarlo y éste bajó sus besos por el cuello del mismo, dejando un rastro de marcas rojizas al succionar su blanca piel de porcelana mientras lo embestía sin piedad, golpeando su útero incontables veces.

Los gemidos de Ji Min podían oírse claramente fuera de la habitación, pero nadie más que los empleados y ellos mismos estaban en la mansión. Habiéndose ya cansado de la misma posición, Yoon Gi se separó de él y con una sonrisa ladina y su respiración agitada fue a sentare con su espalda pegada al respaldar de la cama, tomando su miembro duro mientras dirigía su mirada al sonrojado omega.

- Móntame. –ordenó con voz gruesa.-

Ji Min tragó saliva y con sumisión se fue sobre él; el rubio llevó sus manos a la cintura estrecha del menor y besó nuevamente sus labios.

- Desde aquí la vista es mucho mejor. –dijo Yoon Gi.-

- ¿de verdad te parezco tan sexy? –susurró Ji Min.-

Posicionó bien el miembro ajeno en su entrada y volviendo a abrir su boca para gemir, sin quitarle la vista de encima al mayor bajó hasta tenerlo por completo dentro, entonces Yoon Gi bajó más sus manos, primero hasta sus caderas y luego hasta sus glúteos, apretándolos mientras mordía su labio inferior, dando una embestida.

- Muévete.

Ji Min asintió y comenzó a mover sus caderas de arriba hacia abajo, dando saltitos sobre él, bajando hasta tenerlo por completo dentro, mordía su labio de vez en cuando y suspiraba sintiendo aquel cosquilleo en su vientre, rodeó nuevamente con sus brazos al mayor, haciendo que éste también lo abrazara y mientras se movía buscó sus labios para besarlos.

- Amo... amo... -susurró entre el beso.-

- Dilo. –dijo Yoon Gi.- di mi nombre.

Lo estrechó contra él con algo de fuerza al eyacular, soltando agudos gemidos sonoros, para susurrar en su oído de manera impulsiva e inconsciente.

- Te amo... Yoongi... -susurró el pelirrojo.-

Echó su cabeza hacia atrás cuando con una profunda estocada Yoon Gi gimió de manera ronca, casi como un gruñido al expulsar todo su semen en el interior del menor, sacando su miembro antes de que se expandiera el nudo; Ji Min dejó su frente apoyada en el hombro ajeno, sintiendo suaves caricias en su espalda de parte de Yoon Gi, quien, sonriendo besó su mejilla.

Amantes predestinados || YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora