Desde que Ji Min dejó de ser un beta y se convirtió en un omega se vio rodeado de acosadores queriendo probar sus carnes; aquellos alfa primitivos que se dejaban llevar únicamente por sus instintos cometían el error de subestimarlo, pensando en él como un pobre omega indefenso, así que bajaban la guardia y se encontraban con la sorpresa de que el inofensivo omega sabía defenderse bien de ellos.
Era ya tarde, la noche era nublada, si no fuese por las luces de la calle y los edificios todo estaría en una enorme penumbra cuando con el ceño fruncido Ji Min se limpió la sangre de su labio roto y arregló su camisa, a la cual le habían arrancado algunos botones, al igual que a su pantalón, mirando de reojo a los tres hombres alfa que intentaron tomarlo a la fuerza.
- Estoy harto de tipos como ustedes. –bufó.-
En ese momento recordó la razón por la que decidió ocultar su verdadera identidad y sintió la enorme necesidad de comprar aquellas drogas que lo ayudaban a librarse de acosos como esos, ya que a los alfa llenos de testosterona no les interesaba enredarse con un hombre beta. Caminó algunos metros más, encontrándose frente a su casa a aquel hombre rubio mirando su celular, recostado de la puerta principal, tragó saliva al estar cerca y sentir aquel aroma a pino y almendras que hizo que su cuerpo se estremeciera de pavor al imaginar su reacción por sus ropas rasgadas y su rostro golpeado.
- ¿qué haces aquí, amo? –dijo sacando de su bolso las llaves.- ¿no estabas con tu prometida?
- La dejé en su casa, estaba siendo algo molesta y me hizo enojar. –levantó los hombros.-
Alzando su mirada cuando sintió aromas desconocidos provenir de la ropa del menor volteó a verlo, sorprendiéndose por el labio roto y sus los rastros de que habían intentado arrancarle la ropa, lo que hizo que un escalofrío recorriera su cuerpo y un temor le sobrevino, dejando su celular para tomar de los brazos al menor y mirarlo con el ceño fruncido.
- ¿quién te hizo esto? –dijo con voz ronca por la rabia.- ¿qué fue lo que te hicieron? ¿acaso...?
Ji Min no lo dejó continuar, aquella mirada puesta sobre él le intimidaba, pero intentaba con todas sus fuerzas no demostrarlo.
- Estoy bien. –lo interrumpió.- no es la primera vez que me pasa, pero sé defenderme y les di una paliza.
- ¿fueron varios? ¿qué alcanzaron a hacerte? –apretó inconscientemente su agarre.- dime quienes fueron.
- Cálmate, me lastimas. –dijo Ji Min, soltando un suspiro.- no me hicieron nada y no puedo decirte quiénes son porque no los conozco, yo ya me encargué de ellos, no me tomes por un inútil que no se sabe defender.
- Ese no es el caso. –lo miró fijamente.- no siempre va a ser así, debo protegerte más de ahora en adelante.
- ¿por qué harías eso? –desvió su mirada.- ¿por qué te preocupa tanto?
- Porque eres mi omega, no pienso dejar que te hagan daño. –soltó el agarre para ahora rodearlo con sus brazos y pegarlo a su pecho, soltando un suspiro.-
Sorprendido por su acción, Ji Min se quedó inmóvil, disfrutando del aroma que era impregnado en su ropa con aquel abrazo tan cálido.
- Yo no soy tu omega. –susurró el pelirrojo.- ella lo es.
- Ella no me importa tanto como tú. –confesó el mayor.-
- No te entiendo...
- No hace falta que lo hagas.
Para evitarse el riesgo de que alguien los viera entraron a la casa y soltando un suspiro Ji Min fue a su habitación para quitarse la ropa y echarla a la basura, mientras Yoon Gi lo veía atentamente, disfrutando de su desnudez que mostraba las marcas que dejaba en su cuerpo, con una sonrisa ladina se quitó el saco y comenzó a desvestirse también.
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Amantes predestinados || Yoonmin
FanfictionSe decía que los omega masculinos se habían extinto. Un chico que estando consciente de ser el último omega masculino, al menos en su país, mantuvo en secreto lo mejor que pudo su verdadera identidad, hasta que un día sucumbiría a sus carnales deseo...