1. Placer En Las Venas - Singtokrist -Terminada

Capítulo dos

Como tenía pensado, Krist fue preguntando a cada chico de su lista y les pidió el favor.

...-Yo no puedo esa noche, tengo un compromiso al que no puedo faltar.

-Venga Long, hazme este favor hombre, tan sólo es por una noche y eres mi última opción.

-Lo siento de verdad pero no puedo.

Ante la negativa de su primer candidato, el chico pasó al siguiente.

...-Lo siento, Krits tengo novia y hemos quedado para ir al cine.

-¿Novia tú?... ¿desde cuándo?... Si me dijiste que no tenías.

-Lo siento mucho pero no puedo...

Después de escuchar las negativas de casi todos, Krist tenía claro que se estaban negando y sus compromisos o pareja eran inventadas pues él era un experto en eso.

...-En serio lo siento, ¿por qué no le confiesas la verdad de una vez a tus padres?, no creo que sea para tanto-dijo su último candidato.

-Si claro, gracias Khai pero prefiero que no..

Ante esa nueva negativa, a la hora de la comida el chico ya estaba ojeando el periódico muy agobiado y de repente reparó en los anuncios de contactos.

-¿Y si contrato a un profesional?-pensó-...aunque tendrá que ser uno barato pero es una opción.

Era una medida bastante desesperada pero tras intentarlo todo, ya no tenía ideas, ni tampoco tiempo.

Buscó la sección gay, en la que había varios anuncios de agencias y de particulares, eran muchos y con distintos precios, así que arrancó la hoja y se la guardó rápido en el bolsillo disimuladamente.

En la noche cuando llegó a su casa, la sacó y empezó a estudiarla, había muchos anuncios de hombres dedicados a eso, algunos eran muy caros así que esos los tachó enseguida pues no era su plan pagarse un novio de una noche y no tener que comer el resto del mes.

Los que pertenecían a agencias le llevaría mucho trámite, así que sólo se centró en los particulares y con un precio razonable.

Tachó también algunos que sólo hablaban de sexo, posturas del kamasutra y otros que estaban dispuestos a todo tipo de juegos sexuales, tales como el sadomasoquismo.

Leyó anuncio tras anuncio a cada cual más sorprendente que el anterior, entonces suspiró resignado pues no había pensado que le iba ser tan complicado, decidió tomarse un descanso para hacerse un café, ya que parecía que iba a ser una larga búsqueda.

Después de varios minutos divagando, Krist estaba resignado a creer que ya no le quedaría más remedio que confesar y ser la burla de su familia.

Tendría que volver a soportar a su madre y sus estúpidos eventos pero entonces llegó a un anuncio, el cual parecía interesante pues describía un poco al gigoló y además especificaba que atendida servicios tanto para tener sexo como para ser acompañante.

------------------

Mi nombre es Singto y seguro que soy lo que buscas. Soy Guapo, discreto, versátil y buen conversador. Mi especialidad es la la improvisación y adaptación de cada bolsillo.

------------------

Tras soltar el periódico cogió su móvil pensárselo por un segundo y suspirar profundamente marcó.

-¿Si?, dígame-dijo una voz profunda al otro lado de la línea.

-S-si ho-hola...- balbuceó este en un tono muy bajito por los nervios.

-Hola... hable más alto por favor, no le escucho bien.

-¿Es usted Singto, el gigolo?.

-Ah sí, por fin le escucho...sí yo soy... Díme cariño.

-Bue-bueno vi tu anuncio en el pe-periódico y quería contratarte.

-Si claro, ¿Para esta noche?...me viene genial... dime tu dirección.

-N-No, no... hoy no... Se-Sería pa-para que me a-acompañes a una fies-fiesta en el fin de se-semana-dijo este muy nervioso.

-Ah muy bien pues envíame con un mensaje el día y la hora, ¿de acuerdo?, ¿cómo es tu nombre?.

-S-soy Krist pe-pero... no, no es-espera hay algo más...emm...verás ten-tendrás que hacerte pasar por mi no-novio formal.

-Oh no hay problema​...mándame todo por mensaje ¿de acuerdo?, hasta pronto, Krist- dijo este colgando rápido su móvil pues estaba en el baño de un cliente, el cual ya lo estaba esperando impaciente en la cama.

El moreno sin saber porqué le había dado un escalofrío el escuchar el nombre de esa entrecortada y tímida voz que lo había llamado.

Mientras guardaba su móvil, rió internamente ya que su aguda voz le resultó inquietante, no sabía si era por vergüenza de este o porque sería en verdad era un depravado y hablaba así de lo caliente que estaba, aunque realmente le daba igual pues un cliente era un cliente.