Capítulo diecisiete

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Singto miraba a Krist preguntándose  en que momento creyó posible que podrían llegar a algo más de lo que eran en ese momento.

«¿Qué era el informático para él?, ¿su cliente?, ¿su amante?, ¿su amigo cómo este había dicho?, ¿su novio?...», realmente no tenía ni idea pues para él, el chico era todo eso y mucho más

Y ahí estaba el informático, frente a él sonriente y teniéndole su mano para ayudarle, sin saber que en cierto modo él era el causante de casi todos sus males.

-Singto, por favor... cuéntamelo todo y así podré ayudarte, ¿de acuerdo?.

-Gracias...e-eres un buen a-amigo.

Esas palabras desquebrajaron el corazón de Krist pues aunque el lo había dicho primero, tan solo había sido para ocultar que en realidad se estaba muriendo de amor.

En realidad ese no era momento de llorar o lamentarse pues él consideraba al acompañante mucho más que un simple amigo y quería  ayudarlo.

—Cu-Cuéntamelo—insistió.

Singto suspiró.

-Bueno pues ayer me llegó una carta—comenzó relatando — ...tenía que presentarme en la comisaria de policía y cuando llegué, me dijeron que Tay me había denunciado por maltrato.... Allí me tomaron declaración y a pesar de eso, como éste aún es mi marido, el puñetazo que le di es considerado violencia doméstica... Me fui a hablar con él y el muy cínico me dijo que no retiraría la denuncia a menos que cumpliera su petición... así que tendré que ir a juicio... Todo esta muy negro, Krist...he visitado un abogado y al parecer puedo ir a la cárcel.

- ¡Oh joder!, ¡mierda no!....¡eso no puede ser!—maldijo el informático muy molesto.

—Mi vida está arruinada.

De repente Krist se levantó y se arrodilló ante el acompañante.

—Dime cual es esa petición, Singto...Déjame ayudarte, ¿Es dinero?, quizás  si le digo mi familia, yo pueda interced....

-No, no... no es eso y además no puedo permitirlo.

El informático resopló y se levantó molesto.

-Oye... estoy intentando ayudarte pero si vas a decirme nada entonces....Me niego a ser tan solo tu paño de lágrimas.

Singto resopló con molestia.

-Joder pequeño, ¿acaso no entiendes que no quiero involucrarte?.

—¿Acaso no te das cuenta tú?, estás aquí en mi casa y aunque no quisieras ya estoy involucrado.

El acompañante asintió abatido.

-Tienes razón pequeño pe-pero....

—Pero nada... ¡sueltalo ya, joder!.

—Está bien, está bien...es que Tay se ha encaprichado de ti y quiere que folles con él.... Es por eso que le pegué.

Krist lo miró con sorpresa.

-Oh mierda pe-Pero... ¿qué coño le pasa a ese tipo?.

-Lo ves... eso es descabellado y yo no puedo dejar que lo hagas.... Iré a la cárcel no te preocupes, por lo menos mi culo no sufrirá, porque ya está acostumbrado.

El informático negó y volvió a arrodillarse frente a la silla del gigolo.

—Tiene que haber otra forma y la encontraremos, ya verás.... Iremos a otro abogado, buscaremos testigos, no sé... pero ahora explícame, qué es eso de que no te estás trabajando y te estás quedando sin dinero.

-Ah eso... bueno pues, la verdad...la verdad es que ya me cansé de esa vida.... Quiero acabar la carrera y trabajar de ella.

-Eso está muy bien pero aún no la has acabado y necesitas el dinero Singto... La Universidad es muy cara y el abogado también, además está el juicio y si te piden indemnización o una fianza, ¿de dónde lo sacarás?.

-Eso no lo había pensado pero es que ya no puedo hacerlo.... Ahora es diferente.... me dan asco y no quiero acostarme con ellos.

Krist frunció el ceño pues aunque le agradaba, no entendía a qué venía la actitud de este.

-Llevas años haciendo eso y no puedes cambiarlo de un día para otro.... No ahora cuando tanto necesitas el dinero.

-¡Pues lo he hecho!—exclamó Singto muy molesto mientras se levantaba de la silla—... no quiero volver a esa vida...ya he quitado el anuncio del periódico, he dado de baja mi número de móvil y me he comprado otro.

Krist se levantó y se cruzó de brazos.

-Vaya... así que estás decidido.... Estás dispuesto a desperdiciar tu vida... ¿Y qué vas a hacer mientras te quedas sin dinero para mantenerte hasta que te echen del apartamento?

—No lo sé.

—Supongo que hasta que salga el juicio y puedas vivir en la cárcel falta un poco aún. ¿Vivirás en la calle y comerás de la basura?, porque si no encuentras un trabajo rápido, eso va a pasarte.

El gigolo lo miró fijamente.

—No, si acepto mi parte.

-¿Qué?, ¿De qué demonios estás hablando ahora?, ¿Tu parte de qué?—preguntó el informático ya  saturado.

-¿Recuerdas que te dije que mi padre no me había dado parte del dinero que ganaba conmigo?, ¿qué cuando fui a verlo y pensó que era un enfermero, me habló de sus hijos y qué tenía que perdonarlo y bla bla bla....¿recuerdas?.

Krist asintió.

-Pues resulta que mi padre, finalmente había depositado mi parte en un fondo con intereses y ahora es una fortuna y por lo visto, además me ha dejado la casa.

- Eso es genial, ¿por qué no lo habías dicho antes?.

-Porque no puedo tocarle... mis hermanos quieren impugnar el testamento... A ellos les ha dejado unas pequeñas propiedades que aún no había perdido pero quieren dinero también.

-Pero no pueden enfadarse, ese dinero es tuyo.

-Mis hermanos no tienen ni idea de los negocios de mi padre, ni de lo que él me hizo... Piensan que lo convencí  para que me lo dejara todo a mí.

-¿Y el abogado qué dijo sobre eso?.

-El abogado que leyó el testamento les dijo que ese dinero y la casa eran míos, ellos ni se lo esperaban.... Están muy enfadados conmigo.

-Vaya con tus hermanos.

-¿Lo ves?, haga lo que haga estoy jodido, muy jodido.

Krist respiró profundo y acercándose lo abrazó.

-Hallaremos la forma de arreglarlo.... No te preocupes,todo se solucionará.

-Gracias pequeño, la verdad es que no sé que haría sin ti.

-Gracias pequeño, la verdad es que no sé que haría sin ti

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1. Placer En Las Venas - Singtokrist -TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora