Capítulo veintinueve

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Krist se despertó desnudo y adolorido en la desecha cama del moreno pero éste ya no estaba y en su lugar había un trozo de papel con algo escrito.

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Pequeño, he salido a una entrevista de trabajo. No te molestes en buscar tu móvil, lo he destruido. No quiero que Tay ni ningún otro te localice. Descuida, te compraré uno nuevo.

Pd. En el mueble del baño tienes pomada para tu trasero, lo siento mucho.

Singto
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El informático miró en sus pantalones y en su chaqueta y no encontró su teléfono.

-¿Qué demonios le pasa a este hombre?.

Molesto por el dolor y la indignación, se dirigió al baño y después de una agradecida ducha, buscó la pomada en el mueble y se la echó.

Era sábado y aunque no tenía que ir a trabajar, no había ido a su casa desde la mañana anterior cuando había salido en busca de Singto.

Rápidamente se vistió y tras tomar algo de desayuno que encontró en la cocina, dejó una nota a este y luego se fue.

Su madre estaba muy preocupada pues su hijo no respondía a sus llamadas desde el día anterior y eso le extrañaba pues su relación habría mejorado, así que decidió hacer un esfuerzo e ir a su ruinoso piso.

Cerca del mediodía esta llamó al timbre sorprendiendolo, este estaba preparándose algo de comer, entonces fue hacia la puerta y abrió.

--¿Mama?, ¿Qué haces aquí?- preguntó extrañado.

-¡Ay hijo, que susto!-exclamó está muy agitada- ...no sabíamos nada de ti desde ayer y pasé a ver si te había ocurrido algo.

-Mi teléfono murió mamá... tengo que comprarme otro.

-Oh vaya, menos mal... Bueno ya que estoy aquí, ¿No me vas a dejar pasar hijo?, la verdad huele muy bien, ¿Estás cocinando algo?.

-Si mamá, ¿Quieres quedarte a comer?- preguntó este rodando los ojos pues sabía que su madre ya estaba en modo inspección.

Esta caminó por todo el piso, mientras pasaba el dedo por los muebles poniendo caras raras a cada cosa que tocaba, le resultaba asqueroso y no sabía cómo su hijo podía vivir en medio de aquella decadencia.

Cuando llegó a la zona donde Krist tenía unos libros y papeles, vio un portafolios que le llamó la atención y entonces curiosa lo abrió.

-¡Oh por favor!, ¡esto es maravilloso!, ¿Quién te lo ha hecho, hijo?-preguntó entusiasmada yendo hacía él con el portafolio en las manos.

-Ah eso, me lo regaló Singto, está muy bien, ¿verdad?-El informático sonrió recordando ese momento.

-¿Bien, hijo?, ¡esto es fantástico!, ¿cómo es que no nos habías dicho que ti novio dibuja tan bien?.

-Bueno, la verdad yo tampoco lo supe hasta hace muy poco...Un día me lo dio, además él no le da mucha importancia porque lo considera solo un pasatiempos....De hecho le dije que a ti te encantaría, madre.

La mujer cerró el portafolios y se sentó en la mesa.

-¿Sabes si tiene más como ese? - preguntó muy interesada.

-Si, tiene una carpeta llena de ellos y son geniales todos.

-Pues tengo que verlos-Habló muy decidida-...Singto podría ganarse un buen dinero con esto.

1. Placer En Las Venas - Singtokrist -TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora