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—Siéntate donde quieras.

Hay varias cosas a detallar, como el obvio hecho de que parece estarse mudando, hay cajas por todas partes y lo único intacto parece ser la mini sala de espera— con unos muebles más que cómodos— y por supuesto el cuarto donde parece tatuar.

—Parece que te vas.

—No solo parece, es un hecho— ríe— la verdad es que siempre estoy cambiando de lugar, me aburro fácilmente y todo deja de gustarme después de un tiempo.

Qué envidia, ojalá yo pudiese decir lo mismo, estoy aburrida aquí, pues me largo y ahí se ven.

—¿A dónde te irás?

—Itaewon— silbo, eso es genial— mañana mismo empiezo a moverme, dejé lo más preciado para el final.

Continuamos hablando, me vuelvo la señorita preguntas, todo me causa curioso y todo lo quiero saber, él es bastante amable, vulgar y le gusta mucho la palabra mierda, pero eso no le quita su carisma.

—¿Trabajas tú solo aquí?— asiente, le estoy dejando ver mis demás cuadernos, detalla en mis dibujos con una concentración increíble.

—Hay un chico, tiene diecisiete años y podría decirse que es mi aprendiz— suspira— es muy talentoso, estoy esperando que termine sus prácticas del instituto para que empiece a trabajar conmigo, ya necesito apoyo, mi horario está lleno.

Supongo que necesitarán de permisos, papeles y cosas debido a que es menor de edad, aunque imagino que los padres de Yoongi dieron su consentimiento para este negocio.

Lo escucho reírse otra vez.

—No trato con mis padres— excelente, no lo pensé, lo dije— los padres de mi mejor amigo, ellos fueron quiénes me ayudaron y aún lo hacen en esas cosas que requieren adultos, ya pronto dejará de ser un problema— suspira hondo— si te interesa saber, dejé mi casa a los catorce, tuve suerte de que mi hermano fuese a buscarme, me quedé con él hasta los dieciséis y el resto pues es irrelevante, lo importante es que ahora estoy aquí y me va bien.

—Demasiado bien, ojalá hubieras llegado antes, tal vez hubiese dejado que me tatuaras tú en lugar de una ex amiga que quería ensayar en mi piel.

Bufa, pero la mofa está ahí, quiere burlarse el condenado.

—¿Que mierda le hicieron a tu piel?

Uf, si supieras.

—De verdad, no quieres enterarte.

—Lo he visto todo, a este punto nada puede ser tan malo— ríe— no entiendo porque se dejan hacer cualquier porquería en la piel, como si no estuviesen enterados de que es permanente— es como si me estuviese regañando— deberías sentir vergüenza, eres una artista y te dejaste malograr.

Debería ofenderme, pero tiene mucha razón, evado el tema para no tener que enseñarle el desastre en mis piernas, pues tendría que bajarme el pantalón y no me apetece o parece prudente hacerlo en el primer encuentro, apenas le conocí, y aunque probablemente haya incluso puesto agujas en partes más íntimas, sigue sin ser adecuado.

—La razón por la que te seguí fueron tus dibujos, ya lo dije— comienza— necesito a alguien que pueda diseñar tatuajes más... finos, suaves y delicados, sonará estúpido, pero jamás en la vida he diseñado o tatuado a una mujer— efectivamente suena estúpido, aunque tiene sentido, la mayoría de las chicas no buscan algo como lo es el arte de Yoongi, conozco su técnica— gran parte de quienes vienen a mi, son mujeres que tienen la esperanza de que yo pueda diseñar para ellas, simplemente no puedo, al menos no lo que ellas buscan, gracias al cielo Jungkook pronto estará aquí y su mano es menos pesada— asiento, que orgullosa estoy, porque entiendo que quiere decir— por supuesto te pagaré si aceptas.

¿Sonaré muy necesitada si acepto inmediatamente? pues es que lo estoy, necesito dinero e irme, así que asiento.

—Tu dime para qué soy buena y yo lo haré— no parece sorprendido— diseñaré para ti, no es la primera vez que me lo piden.

Se queda viéndome, cierto brillo extraño en sus ojos apunta a que quiere preguntar algo pero no lo hace para no verse muy entrometido, pero ya que lo conozco hace una hora y media masomenos, creo que preguntará de todas formas.

Y no me equivoqué.

—Tu quieres largarte de dónde sea que estás ahora ¿cierto?— vaya, touché— ¿qué tan harta estás? no lo dije antes, pero te ves cansada de vivir.

Caballeroso.

Creo que irme a dormir todas las noches con el deseo de que mágicamente aparezca Lee Jongsuk, me extienda su mano y me pida escapar con él, es un claro indicio de que estoy esperando un milagro, una luz, algo.

Lo que sea, de verdad, una puta flecha al menos, no me quejo.

—Pues no es como que quiera morirme, tampoco exageremos— ríe— pero ¿tan acabada me veo? diablos, de verdad iré al salón de belleza.

Resulta que Min Yoongi es demasiado increíble y entretenido, le gusta conversar sobre un tema específico y cuando se siente cómodo, toca otros similares al principal, es reservado, tranquilo y no tan ocurrente como creí que era, no parece ser un cliché andante, no es predecible porque va directo al punto, es conciso e interesante en su propia manera.

Yoongi era la señal que buscaba.

Yoongi era la señal que buscaba

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Mint and Tattoos»MYGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora