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Estoy a un toque de puerta de entrar en pánico, lo cuál es estúpido, pero ya me conocen, de por si nací siéndolo.

Es un hombre, Harie, no tengas tantas esperanzas.

Me río ante mi propio pensamiento, eso sonó tan horrible, pero bueno, toco la puerta y después entro, Yoongi me dijo que apenas llegara, podía entrar directamente pues lo más probable es que no me escucharía si golpeo.

Y por supuesto que no me escucharía con la música a volúmenes poco saludables para los oídos, pero ahí está su cabello menta, levantando algunas cajas con sus bonitos brazos, su bonita sonrisa y su bonita existencia parecen darle la bienvenida a simples mortales como yo.

Ah, y otros dos tipos que no son Yoongi, así que no nos importan, igual pasan de mi, supongo que son los dueños del enorme camión de mudanza allí afuera, me aclaro la garganta pero por supuesto no me escuchó el desgraciado, así que no me queda otra más que acercarme a pasos fuertes y tocar su hombro, él se levanta y grita.

—¡No estamos en servicio hoy!— me mira, sonrío— ¡Woah, tu!— se aleja un poco, apaga la música y mis oídos lo agradecen, sonríe igualmente, mucho y muy grande— todo ese cabello se ha ido.

Gracias al cielo y a la estilista. Repara en mi silueta entera, la verdad es que con la sonrisa me conformaba, ahora solo me siento nerviosa por la forma en la que sus ojos me escanean.

—Me gusta, tenías razón— asiente— el cabello corto te luce mejor.

—O sea que con el cabello largo me veía mal— digo, solo para molestarlo, su expresión cambia y me observa con ojos entrecerrados.

—Sé lo que tratas de hacer, no me vas a hacer entrar en nervios con eso— me señala— dejémoslo en que antes te veías bien, ahora te ves mejor.

Río y le sigo, Yoongi tiene talento para mantener a las personas entretenidas solo escuchándolo hablar, de eso me di cuenta cuando me encontré a mi misma prestándole suma atención a su discurso del porque el rap era tan increíble, nombrando a varios artistas que según él eran absolutamente asombrosos, incluso cuando yo no conozco nada de eso, me causa curiosidad y me gusta escucharlo expresarse.

Es imposible que este sujeto no tenga novia.

El espacio está totalmente despejado cuando uno de los hombres se lleva la última caja, me deshago del polvo en mis manos y Yoongi llega hasta mi, me extiende un casco, me pide que lo siga y atontada lo hago, pues ahora resulta que tiene moto.

Lo quiero para mi, cosa difícil.

—Pontelo, no es adorno— aveces cae mal, pero se le perdona.

Se sube primero y espera por mi, me acomodo perfectamente, solo esperando a que arranque, pero no lo hace.

—Tiendo a ir rápido, me sentiría más tranquilo si te sostienes de mi— no puede ser, que gran día— abrázame fuerte.

No tiene que repetirlo, una debe aprovechar las oportunidades que la vida le da, sobretodo yo, que cualquier cosa me emociona, le rodeo con mis brazos y he de decir que se siente muy bien, su fragancia es varonil y deliciosa, oficialmente tengo un nuevo crush.

Le hace una señal al conductor del camión para que arranque y ya nosotros le seguimos, quiero chillar y gritar como si estuviese aferrada a mi actor favorito o algo así.

Guapo, guapo, guapo, guapo.

Estoy enloqueciendo, que vergüenza.

V●ᴥ●V


—¡Ya llegué, hyung!

—Tarde, castaño idiota.

Definitivamente este lugar es mucho más bonito y grande que el anterior, termino de instalar todo el asunto de la computadora.— no sé cómo lo hice, solo sé que conecté aquí y allá— Yoongi discute con quien parece ser Jungkook, un chico bastante bonito de rasgos adorables que se sonroja al saludarme.

—Harie trabajará con nosotros de ahora en adelante.

Música suave para mis oídos, converso un rato con él, me cuenta que lleva años aprendiendo de Yoongi y que está muy emocionado por empezar a trabajar al fin, el dinero le hace falta.

Todo en la vida trata de dinero.

—Mi mamá quiere abrir un restaurante— empieza— pero aún falta reunir, así que papá y yo estamos haciendo lo posible— es un bebé, está pequeño y hay que cuidarle, tiene corazón de pollo.

Tan joven y solo quiere ayudar a sus padres, soy sensible, veo como Yoongi lo manda a hacer no sé qué en el otro cuarto, se ríe ante mi puchero.

—Es un amor.

—Solo apenas lo conoces, luego es un confianzudo, bromista, corre por todos lados y si no le gritas, no se detiene— advierte— pero es un buen chico— vuelve a detallarme con sus felinos ojos, no entiendo que busca— ¿cuándo tendremos la suficiente confianza para que me enseñes tus tatuajes mal hechos?— de eso se trata.

—Teniendo en cuenta que nos conocimos ayer... tú dirás— resopla.

—¿Dónde fue? ¿es muy íntimo?

—¿Para qué quieres verlo?

—Para ver si tiene arreglo— niego, esa cosa solo puede cubrirse— al menos dime qué fue.

—El nombre de mi ex.

—Buen intento, no creo que sea eso.

Me levanto, resignada pregunto por dónde está el baño pues no quiero que a Jungkook le dé por aparecer y me vea bajándome los pantalones.

Aquí vamos.

Aquí vamos

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Mint and Tattoos»MYGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora