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—¿Es aquí, entonces?— asentí, sonriendo con nervio y mirando por encima a espera de que ninguno de los chicos se asome— Vaya, es realmente genial.

Si, vete ya.

Este chico había insistido hasta el cansancio en acompañarme hasta mi casa, intenté evadirlo diciéndole que en realidad tenía que ir a trabajar, entonces dice con voz emocionada algo como ¡Oh, yo te acompaño! Y no supe cómo más negarme.

—No mencionaste que trabajas en un lugar de estos— se encoge de hombros— siempre y cuando no tengas tatuajes, creo que está bien.

Esto no va a funcionar, definitivamente.

Estoy por reír falsamente y despedirme, pero él continúa con su discurso de porque los tatuajes son algo atroz.

—Eso no luce muy bien estéticamente, ya sabes, estás dibujando tonterías en tu piel que estarán ahí de por vida— niega— imagínate si llegas a arrepentirte después ¿cómo lo borras? debe ser frustrante.

Si viera los míos, se desmaya, menos mal voy cubierta hasta las orejas debido al frío insoportable que hace, nisiquiera sé cómo no captó mi mentira, son las ocho de la noche ¿quién entra a trabajar a las ocho de la noche? continúo sonriendo como si estuviera de acuerdo con toda la basura que dice.

—Dios mío, a eso me refiero con exagerar.

—Harie.— esa voz, por supuesto que tenía que salir él, no podía salir Jungkook porque a Yoongi le encanta joderme— Entra ya.

Camina hasta nosotros y si mi sonrisa era tensa, ahora me duelen las mejillas pues la mantengo por pánico.

—¿Quién es él?

—Mi jefe.

—Oh.— frunce el entrecejo— se ve... interesante.

Llega y hay una pequeña disputa de miradas entre ambos, Yoongi le mira como si esperara a que se vaya para regañarme y él... bueno, le mira con miedo y un poco de asco.

Definitivamente este encuentro estaba destinado al fracaso. Entonces abre la boca.

—Entonces...— trágame tierra y escúpeme en Dubái— no sabía que el jefe de Harie era tan joven.

—Si, muy sorprendente— me mira— entra.

—Woah, calma, chico— no sé si reírme o llorar— viene conmigo y me sentiría más tranquilo dejándola en la puerta del lugar y despedirme, si no te molesta.

—Me molesta. Qué tengas buena noche.

Toma mi mano y me jala con él, pero entonces, mi cita fallida, JaeGo toma mi otra mano y observa a Yoongi en extremo ofendido, me siento como ese niño estúpido de Charlie y la fábrica de chocolates al que llevaron al estira caramelos, así tal cual.

—Creo que Haeri puede quedarse unos minutos más y así nos despedimos antes de que entre con usted.

—Y yo creo que ya dije que Haeri no tiene porque estar más aquí cuando ya la tuviste todo el maldito día.

—Yo digo que Haeri tiene boca y puede hablar por si misma— espeto, soltandome de ambos agarres y suspirando con cansancio— Yoongi, espera un segundo me despido y ya está.

Resopla y se cruza de brazos, empujo unos pasos atrás a JaeGo para evitar más miradas mortales y vuelvo a sonreír.

—Muchas gracias por el tiempo de hoy, lo disfruté— aprendí mucho sobre él, aunque probablemente él no sepa nada de mi— te llamaré.

Asiente, se toma el atrevimiento de colocar su mano en mi mejilla y acariciarla. Esto es incómodo.

—Claro que si, estaré esperando.

Se está inclinando, Cristo, no, se está inclinando en cámara lenta ¿porqué se inclina? no te inclines, no, no, no. Atrevido de mierda.

Me resigno, es que no es un mal chico, es guapo y toda la cosa pero no... ah, ya qué, cierro los ojos con fuerza, esto es malo y no quiero recordarlo.

Entonces grita y me quedo con los labios estirados, abro los ojos y está en el sueño.

Yoongi le está propinando patadas y le grita que si no se larga, llamará a la policía y otros insultos que jamás le he escuchado decir, cuando reacciono, Jungkook hace su aparición y trae un maldito bate.

¡UN JODIDO Y PELIGROSO BATE!

—¿Te hizo algo, noona?— ¿Pero que ocurre con estos hombres?— llamaré a la policía y lo denunciamos por acoso.

Entonces, estallo.

—¡No me hizo nada!— zapateo, más frustrada que nunca— ¡Deja de golpearlo! Jungkook, no llames a nadie y tú— señalo a JaeGo— mejor vete.

Desastre, todo se reduce a eso, a un jodido desastre ¡mi vida es un desastre! ya no quiero nada.

Desastre, todo se reduce a eso, a un jodido desastre ¡mi vida es un desastre! ya no quiero nada

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Mint and Tattoos»MYGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora