Min Yoongi se ha dedicado al arte de los tatuajes desde los quince años, cuándo él y su mejor amigo se hicieron su primer tatuaje juntos- de manera ilegal, por supuesto- descubrió su enorme gusto por ellos, así que decidió hacer de ese gusto, un neg...
Esa pregunta era tradición, mamá coloca ambas manos en su cintura y se queda viéndome a espera de una respuesta, pero ambas sabemos lo que diré.
—¿Qué te importa?— tomo mi bolso y me aseguro de tener mi billetera, pues he decidido hacer uso de mi dinero intocable solo para esto— no regreso hasta mañana, así que no me llames.
—¿Acaso crees que te mandas sola? a una madre no se le habla en ese tono— toma mi muñeca, aquí vamos otra vez— tu hermano jamás-
—Haen está muerto, así que no jodas con lo mismo.
Me suelto del agarre y finalmente me voy, la escucho gritar pero he aprendido a ignorarla y callar en caso de que se sobrepase, aunque pocas han sido las veces que ha llegado a golpearme, pues las cachetadas son más del estilo de papá.
Haen era mi hermano mayor, murió hace cinco años por culpa del descuido de mis padres, se supone que no debes culpar a tus progenitores de algo tan grave como lo es la muerte de alguien, pero siempre sostendré mi palabra, afirmando que si ellos le hubiesen dado la debida atención a la enfermedad de Haen, él seguiría aquí con nosotros, así que no me trago esa mierda de que extrañan a mi hermano cuando ellos mismos lo vieron sufrir y no hicieron nada al respecto.
Estúpidos padres.
Entro a este desconocido mundo, huele a químicos y el rosa en las paredes aturde, soy interceptada por una sonriente chica que me asegura que puede hacer milagros con mi cabello, obligándome a sentar, hay pocas personas.
—Solo sé que lo quiero corto y fácil de controlar— es mi única petición.
—¿Qué tal aplicar algún color?— sonríe.
Me miro en el espejo, mi cabello es castaño claro, demasiado claro, así que asiento tomando su idea.
—Negro— la sonrisa desaparece.
—¿Solo negro? un mechón con algún color distinto— que insistente.
—Vale, sorprendeme entonces.
V●ᴥ●V
Me siento como una celebridad, juro que es la primera vez en años que capto tantas miradas, bueno, gratas miradas, pues usualmente solo me ven con asco.
El resultado me gustó, lo mejor es que no fue tan costoso, así que de ahora en adelante solo iré a ese lugar y buscaré a la misma chica, si me hará lucir así de impactante, merece la pena frecuentarla.
Me detengo en una tienda de maquillaje, supongo que se le dice así, hoy quiero lucir como una chica, verme decente y sentirme bonita, hace tanto tiempo que no me preocupo por cómo luzco que comienzo a acostumbrarme a mi fachosa y triste imagen, ya no más, darme unos cuantos retoques de vez en cuando no está mal ¿cierto? puedo gastar un poco de dinero en mi.
Quiero hacer muchas cosas hoy antes de ir a encontrarme con Yoongi, prometí ayudarle con todo eso de la mudanza y según él, conoceré al tal Jungkook, quiero creer que el hecho de que lo veré influyó un poco en mis ganas de verme bien.
—Disculpa...— mi tono de voz cuándo me dirijo a personas que no conozco es bastante bajo, me avergüenza hablar, que patética— mm ¿es posible que hagan mi maquillaje aquí o...?— asiente.
—Claro que si, yo me encargo de eso— sonríe, bueno, al menos es amable— si tienes algo en mente, puedo hacerlo.
Niego, no sé nada sobre maquillaje, nisiquiera uso brillo labial.
—Entiendo— me invita a sentarme, en un segundo me veo rodeada de cosas de colores y... claro, brochas, líquidos embotellados... a decir verdad tengo que leer las botellas para saber qué es cada cosa porque a simple vista me resulta imposible adivinar— colocaré todo lo que use en esta canasta ¿llevarás los productos? prometo que será ligero y explicaré cada paso en caso de que quieras volver a intentarlo tú misma en casa.
Dios, gracias, esto es lo que necesito en mi vida, una persona así de servicial.
Acepto sin dudarlo, escucho atentamente y reparo en el espejo cuando me lo pide, usa colores suaves y lo agradezco, no me hace sentir incómoda es suave al aplicar cada cosa, no como la señora de al lado que parece poner estampas en la mejilla de su clienta.
Cuándo termina y tengo todo lo que usó, me acompaña a pagar— me dolió el bolsillo, pero ni modo— agradezco de nueva cuenta, la siguiente parada es manicura, luego pienso en que comprarme unos jeans no estaría mal, aunque claro eso tendrá que ser en las rebajas porque no soy millonaria y me parece una total estupidez gastar tanto en un pedazo de tela que puedo encontrar mucho más económico y bonito dos cuadras más abajo.
Diablos ¿porqué ser mujer cuesta tanto? ¡solo quiero verme bonita! qué decepcionante es el mundo.
Me doy el gusto de comprarme un helado, siento que me lo merezco después de toda esta osadía de mi tratando de lucir decente, cuándo reparo en la hora, decido que lo mejor es ponerme en marcha si quiero llegar a tiempo, menos mal voy cómoda.
O sea, cómoda pero linda.
Muy en el fondo quiero saber si Yoongi notará mi cambio y si dirá algo al respecto, que nervios, solo lo conocí apenas ayer y ya estoy teniendo expectativas. En mi defensa, es muy lindo.
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