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—Deja eso ahí, mañana terminas.

Niego, no soy capaz de dormir sabiendo que hay tanto desorden, me produce una especie de tic nervioso y de todas maneras ya estoy por acabar.

También es demasiado temprano, pero Yoongi no conoce horarios a la hora de dormir.

Así que aquí estoy, caminando de un lado al otro y poniendo casa cosa en su lugar, del baño a la habitación, de la habitación al armario, del armario a la cama solo para dejar mi oso el cual asusta a Yoongi.

—¿Qué es esa cosa?

—Un oso— señalo obvia— tu pregunta es estúpida.

—Eso no es un oso— arruga el gesto— tampoco sé que es, pero un oso no está entre mis opciones. Ya, deja ahí y ven a dormir.

—Son las seis de la tarde, Jungkook sigue con el mismo cliente y se supone que tengo que cerrar— me jala, caigo estrepitosamente sobre él, suspiro resignada por lo necio que es— suéltame, tengo hambre e iré a pedir comida.

—Unos minutos y ya. Jungkook está bien él solo.

—No te lo crees ni tú.

—Mmm.

Yoongi parece ser fanático de los besos esquimales, pues en cada oportunidad en la que me tiene cerca, su nariz busca jugar con la mía y ese gesto tan infantil me hace sonreír, es muy lindo.

—No puedo creer que me gusta una acosadora de una tienda de conveniencia.

Por supuesto el cagaria el momento diciendo una cosa como esa.

—Suéltame, desgraciado, te dije que no me gusta cuándo recordamos ese encuentro— se ríe, reforzando el agarre que tiene en mi— que me sueltes, te detesto.

Me besa, esa es su manera de arreglar la situación, pero se lo toma muy enserio cuando sutilmente— no tanto— tira mi oso al suelo y se coloca sobre mi, no hay intenciones sexuales, solo quiere besarme por un largo rato mientras le abrazo y atraigo más cerca.

Gracias al cielo Yoongi sabe mantener el pene dentro de los pantalones cuando se trata solo de ser románticos y melosos, porque si no, entraríamos en la categoría de conejos.

—Oh, no puede ser— digo, apenas nos separamos— acabo de tener un pensamiento...

—Ya con qué tontería vas a salir...

—Tu puedes arruinar el momento ¿pero yo no?—suspira— solo pensé en que the rabbits nunca nos comentó el porque tienen ese nombre.

Frunce el ceño y luego blanquea la mirada.

—No me sorprende, les gustan las referencias subidas de tono y camuflarlas después, la pregunta es ¿porque piensas en eso cuando estoy besándote?

—No lo sé, solo llegó a mi mente— carraspeo— ¿deberíamos ir a comer al restaurante de la mamá de Kook? sería lindo, así ella pasa tiempo con él, vamos por lo que falta y saciamos mi hambre, porque no he comido nada en todo el día.

—Yo tampoco, supongo que por eso no he tenido ganas de levantarme. Hagamos eso, ve por él, Jungkook es ágil, así que no me parecería raro si ya está por acabar.

—No lo sé, este requiere de muchos detalles, demasiados— digo— pero iré a supervisar, levántate.

—No quiero.

Y deja descansar todo su maldito peso sobre mi, aplastandome.

—Mira, yo no tengo fuerza— me quejo, lo escucho reírse— se me olvida lo que es respirar.

Cuando me deja libre y puedo bajar con Jungkook, veo que está por terminar y su cliente está tan pálido que parece que pronto pasará a mejor vida, así que me veo en la obligación de ofrecerle un poco de agua y galletas.

—Dice que no ha comido por falta de tiempo, así que creo que eso le hará bien— se levanta— vamos a descansar unos diez minutos, ya regreso.

—Claro, muchas gracias.

Jungkook me toma de la mano y me saca con él fuera de su estudio, me observa con súplica en sus ojos.

—Dime que no tengo más citas después— me sacude— quiero ir a ver a mamá y ayudarla un poco.

Se me ha derretido el corazón.

—No te preocupes, le dije a Yoongi que esperáramos a que terminaras ahí e ir los tres a comer donde tu mamá ¿qué te parece eso?

Suspira.

—Me parece perfecto, noona, gracias.

—Así aprovechamos y pasas por lo que te falte, ¿crees tener energía para terminar de ambientar tu habitación cómo quieres?— asiente, sus cabellos se mueven en su frente y hago puchero— Dios, no quiero que crezcas más ¿puedes quedarte así? de diecisiete años.

Se ríe.

—Lo que más quiero es crecer, no me pidas eso.

—No crezcas o lloro.

Rueda los ojos y me deja abrazarlo un rato, es que Jungkook es tan lindo y de alma pura, no puedo pensar en que en algún momento será más alto y todo un hombre.

Estoy sensible y me niego a que pase.

—Me alegra que hayan resuelto sus problemas y ahora vivas con nosotros.

Resoplo.

—Tu hyung fue y me sacó de la casa, literalmente.

—No me sorprende, suele ser insistente.

—Y yo muy fácil de convencer.

Él regresa a terminar y yo suspiro viendo a Yoongi aparecer, toma mi cintura, deja un beso detrás de mi oreja y dice que quiere ver en qué tarda tanto Jungkook.

Tengo un buen presentimiento con todo esto que está sucediendo.

Siempre digo: les voy a avisar que Mint and Tattoos no es tan larga como lo fue Love Ink, pero siempre se me olvida y público capítulos sin más

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Siempre digo: les voy a avisar que Mint and Tattoos no es tan larga como lo fue Love Ink, pero siempre se me olvida y público capítulos sin más.

Así que ya que me acordé, quiero que lo sepan, MINT AND TATTOOS NO ES TAN LARGA COMO LOVE INK jeje.

Ya la terminé de escribir y sé que van a estar de: porqUÉ
Pero es que Harie y Yoongi no tienen mucho que contar que no sepamos ya, les hice esta historia solo para que se enteraran de cómo fueron sus inicios, como se conocieron

También porque mi equipo creativo insistió (Joon, Valen, etc)

Así que en cualquier momento, diremos adiós a una historia más, Wattpad anda como loco últimamente y me manda historias a borradores, so, vamos con calma.

Las tkm y besitos rojos ❤

Mint and Tattoos»MYGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora