Capítulo uno

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Zee salió del coma en el que estaba, tras dos semanas de lo sucedido y presentaba una pequeña amnesia por el traumatismo.

-¿Dónde estoy?-preguntó al abrir los ojos.

-Shsss... tranquilícese señor...usted está en el Hospital General... Ha sufrido un golpe muy fuerte en la cabeza y necesita reposo por unos días-le dijo una rubia enfermera acercándose a la cama.

Cuando ésta salió de la habitación, el detective miró a su alrededor extrañado pues no tenía ni idea de que había pasado.

No fue hasta pasadas varias horas cuando todo vino de golpe a su mente como un mal sueño, estaba muy preocupado pues no sabía como estaba su compañero.

De repente escuchó la puerta y su capitán entró.

-Hola Pruk, que bueno que haya despertado, nos tenía muy preocupados a todos.

-Señor... la explosión de ayer, ¿y Suttinut?, ¿Están todos bien?.

El capitán bajó su cabeza muy apenado pues no sabía como iba a tomarse la noticia.

-Lo siento pero su compañero falleció en la explosión...fue instantáneo, no hubiera podido hacer nada.

-¡Oh joder!-exclamó este destrozado por la noticia-....¡no puede haber muerto!. ¡No!... ¡no!, ¿por qué él?.... yo intenté volver pe-pero...¡maldita sea!.

-Cálmese, tiene que estar tranquilo o tendré que sedarlo-dijo entonces una enfermera entrando de nuevo por la puerta.

-¡Tengo que ir a su funeral!, ¡tengo que ir a despedirme de él!-gritó nuevamente queriendo arrancar las vías insertadas en sus brazos.

-Pruk tranquilizese de una vez, hombre-dijo el capitán-...el funeral ya se celebró...usted lleva dos semanas aquí.

-¿Dos semanas?, ¿Llevo aquí tanto tiempo?- preguntó Zee sorprendido pues a él le habían parecido tan solo unas horas.

-Tranquilo...si obedece y se porta bien, en unos días volverá a su casa, ¿de acuerdo?-volvió a decirle la enfermera tras inyectarle un sedante.

El capitán estaba por despedirse pues vio que al convaleciente agente le pesaban los párpados.

-Cuando regrese tendrá otro compañero... Un nuevo agente se incorporará en una semana, esperemos que ya pueda volver al trabajo.

-P-Pero yo no lo necesit... Quie-Quiero trabajar solo... mi co-compañero era Suttinut-balbuceó este casi dormido.

-Lo siento pero es una orden de arriba.... Ahora descanse y recuperese, hablaremos de esto en mi despacho cuando regrese.

(...)

Saint estaba muy ilusionado por su primer trabajo pues era de los pocos que había conseguido empleo luego de graduarse en la Academia de policías.

...-Cariño, rezaré mucho por ti... Ten muchísimo cuidado ¿vale?...Bangkok una ciudad muy grande y muy peligrosa -le dijo su madre al teléfono.

-Si mamá...ya lo hemos hablado muchas veces...Tienes que tranquilizarte, estaré bien.

-Lo sé, que tengas mucha suerte en tu primer día, cariño.

-Gracias por llamar mamá... Ahora tengo que irme ya...Te llamaré, no te preocupes, todo irá bien...Saluda a papá de mi parte, os quiero.

-Adiós bebé, yo también te quiero.

El chico colgó el teléfono y suspiró resignado pues su madre era muy sobreprotectora y a pesar de tener ya veintitrés años, esta lo seguía viendo como si fuese un niño.

Saint guardó su móvil e el bolsillo de su cazadora y siguió caminando, hasta que minutos después llegó al edificio en el que estaba situada la comisaría y donde ese día empezaría su vida en el mundo laboral.

-Buenos días, soy Saint Suppapong, el nuevo agente espec...

-Si pasa, ¿eres el novato verdad?-dijo el agente Saeli, un hombre ya entrado en cañas y muy sonriente-...el capitán te está esperando en su despacho, sígueme.

Caminaron hasta una puerta donde había un letrero que decía "Despacho del Capitán", entonces este se giró y echó un vistazo tras de sí.

Aquella comisaría era enorme y había muchos agentes en ella, algunos lo miraron extrañados y otros le sonrieron amigablemente.

El veterano agente tocó a la puerta con los nudillos y una profunda voz se oyó tras ella.

-Pase.

Este dio paso a Saint, el cual tras hacer una reverencia de agradecimiento entró y se encontró al capitán, el cual al parecer estaba reunido con otro agente que estaba sentado en una silla de espaldas al novato agente.

-Bien Pruk-habló el capitán-... Su nuevo compañero ya ha llegado, le presento a Suppapong, Saint Suppapong.

Zee se dio la vuelta no muy conforme y ante él se encontró a un hermoso, sonriente e inquietante chico, el cual a leguas se veía que era inexperto novato.

-Buenos días, señor-saludó el recién llegado extendiendo su mano.

Este lo miró de arriba a bajo sin corresponderle al saludo y luego se giró de nuevo.

-Capitán... yo no me hice policía para ser una niñera, ¡mírelo!, ¡es un niño!-gruñó molesto-.... No tiene idea de lo duro que es esto y este muchacho tan solo entorpecerá mi trabaj...

-¡Basta Pruk!- gritó furioso el capitán harto de sus protestas-...Supaong es su nuevo compañero le guste o no...Cuidarán el uno del otro.... Serán uña y carne e incluso serán como un jodido matrimonio y si no está de acuerdo, entonces deje sobre mi mesa su placa y su arma.

El agente resopló.

-Si, está bien, señor-dijo a regañadientes-...Está bien, seré la jodida niñera de este departamento- refunfuñó bajito mientras salía por la puerta del despacho seguido de un asombrado Saint.

Está bien, seré la jodida niñera de este departamento- refunfuñó bajito mientras salía por la puerta del despacho seguido de un asombrado Saint

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5. Policías -Zaintsee-TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora