Capítulo veintiuno

896 148 35
                                    


Saint llevaba unos días encontrándose extraño, sentía su estómago revuelto, tenía insomnio, algunas nauseas y vómitos.

Lo achacaba al nuevo trabajo pues ser inspector era un estrés mayor, con más trabajo y responsabilidades, además de que también estaba la preocupación por la salud mental de su ex compañero, el cual a pesar de todo lo que había sucedido entre ellos, este no había salido de su pensamiento y mucho menos de su corazón.

Quería haberlo dejado atrás, olvidar aquella noche como creía que este lo había hecho pero no había podido conseguirlo, ya que lo que sentía por ese terco veterano, era mucho más fuerte que su voluntad, mucho más fuerte que su sensatez.

Esa mañana estaba siendo la peor de todas pues realmente se sentía indispuesto, un par de agentes y él fueron a investigar un asesinato en el puerto pesquero, pero a este le fue imposible trabajar pues el olor del pescado le revolvía las entrañas y tras vomitar unas cuantas veces, la cabeza se le iba.

-¿Señor inspector está bien?-preguntó uno de sus subordinados..

-Si, si no te preocup....

Este no pudo terminarla frase pues todo se oscureció ante sus ojos y perdió el control de su cuerpo, cayendo desmayado en el suelo ante este y varios pescadores que respondían a sus preguntas.

La ambulancia lo trasladó rápidamente al hospital más cercano y cuando recobró el conocimiento, se encontró acostado en la camilla en un box de urgencias.

-¿Dónde estoy?, ¿Qué me pasó?-preguntó a la enfermera que estaba a su lado tomándole la tensión.

-Está en urgencias inspector Suppapong... Al parecer se ha desmayado y una ambulancia lo ha traído... Quédese tranquilo, el médico vendrá en unos minutos.

La enfermera siguió con su trabajo y le tomó sangre para analizar, también la temperatura y le puso una vía en el brazo con una botella de suero y luego salió.

Unos diez minutos después el médico vino y lo exploró, aparentemente estaba bien, su tensión era normal, su temperatura estaba bien y al parecer no tenía dolor alguno.

-Inspector Suppapong, respecto a las nauseas y los vómitos, ¿cuánto tiempo lleva sufriendolas?.

-Oh pues no sé...emm, unos días, quizás una semana pero bueno, no le di importancia, mi trabajo es bastante estresante.

El médico frunció el ceño y luego volvió a hablar.

-Tendremos que esperar al análisis de sangre pero respondame a algo, ¿Tiene pareja?

-No, ¿por qué?-preguntó extrañado.

-¿A tenido relaciones sexuales sin protección en el último mes y medio?.

-Si he tenido pero usamos protección...Oh joder, ¿Cree que me hayan pegado alguna enfermedad?-preguntó nervioso.

-Tranquilo, esperemos a los resultados, no se preocupe.

El médico se fue y Saint rompió a llorar pues de repente la mágica noche que pasó con Zee ya no le parecía tan maravillosa pues tal vez dicha noche podría llevarlo a la muerte.

Tras una angustiosa hora mirando al techo de la sala y de deshidratarse por las miles de lágrimas que le salieron de sus ya más que rojos ojos, el médico volvió con los resultados.

-¿Q-Qué te-tengo d-doctor?, ¿si-sida, si-sifilis, oh no...es he-hepatit....

-Inspector tranquilícese.... Usted está limpio y no tiene ninguna enfermedad de transmisión.

-E-Entonces doctor, ¿q-qué me sucede?.

-Inspector...sus análisis han revelado que usted está embarazado.

sus análisis han revelado que usted está embarazado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
5. Policías -Zaintsee-TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora