Capítulo veintinueve

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Un año y medio después.

La pequeña Dao se despertó y empezó a llorar, entonces Zee se despertó y al no ver a Saint, se levantó y la cogió de la cuna para acostarla con él en la cama.

-Hola princesa, ¿tienes hambre verdad?, ahora vendrá papi y te dará tu comida, ¿De acuerdo?-dijo besando su hermosa carita.

De repente escuchó a su novio en el baño, el cual estaba vomitando.

-¿Te encuentras bien, cariño?-preguntó preocupado.

-Si amor, algo ha debido de caerme mal en el estómago-dijo este saliendo del baño muy pálido y demacrado.

-Cielo no tienes buena cara, deberíamos ir al médico-habló nuevamente el mayor.

-Si, pediré hora, la verdad es que no me siento muy bien.

Este se subió a la cama y se acomodó junto a su novio, el cual cogió a la bebé y se la puso en el pecho para que comiese.

-Nunca me cansaré de verte hacer eso-dijo este embobado.

Saint sonrió también.

-Y yo amo hacerlo.

Una llamada a su teléfono interrumpió el dulce momento.

...-Si, ahora mismo voy -dijo el veterano agente tras escuchar a su compañero por la otra línea.

Tras colgar miró nuevamente a su pequeña familia y dio un beso a su hijita en la cabeza y a su novio en los labios.

-Tengo que irme, amor, al parecer es una emergencia... un múltiple accidente y necesitaban a varios agentes.

-Está bien, te amo.

-Y yo te amo a ti.

Luego de dar el pecho a su pequeño tesoro, Saint llamó a la clínica y pidió una cita médica para ir en la tarde.

Luego de ducharse, vestirse, desayunar y limpiar su apartamento, ta casi era mediodía, así que volvió a darle otra toma a su hija y se hizo algo de comer.

Zee le había dicho que lo acompañaría a la cita pero ya casi iba a ser la hora y este todavía no había regresado, ni contestaba al teléfono, así que llamó un taxi y fue.

Cuando llegó a la clínica y su turno llegó, este le explicó al médico sus síntomas y tras obscultarlo, le tomó la tensión y luego el pulso, también le miró la garganta, le observó las mamas pero todo parecía estar bien, entonces sospechó de que podía tratarse.

-¿Su marido y usted se están cuidando?- le preguntó el doctor.

-Pues no, la verdad...yo pensaba que como estoy dando el pecho a la bebé reduciría las probabilidades de...

-No, no es suficiente, el riesgo de embarazo está ahí....para estar seguros haremos una prueba y saldremos de dudas.

Preocupado y nervioso, el joven padre cogió la caja con la prueba que este le dio y fue al baño, entonces orinó en ella y después volvió a la consulta.

Tras unos minutos el médico lo abrió.

-Bien, haremos un análisis de sangre para estar completamente seguros pero en un primer momento señor Suppapong, he de decirle que usted y su marido van ha ser padres de nuevo.

-Oh joder, ¿otro bebé?- Saint no sabía si reír o llorar, lo había cogido totalmente por sorpresa.

El médico finalmente le recetó varias vitaminas y complementos y luego una enfermera le sacó sangre para mirar si todos sus niveles estaban bien.

Cuando Zee llegó en la noche muerto de cansancio pues había tenido un día muy duro y deseaba tranquilidad, se encontró a su novio sentado a oscuras y en silencio en la mesa cocina.

-¿Cielo estás bien?, ¿qué haces ahí sentado a oscuras?.

El más joven se giró y este comprobó que estaba llorando, entonces corrió hacia él.

-Amor, ¿Qué tienes?, ¿ Le pasó algo a Dao?.

Saint negó y se abrazó a su novio con fuerza.

-He ido al medico

-Oh joder, es cierto...siento no haber podido acompañarte pero hoy fue un día de locos pero ¿qué te ha dicho?, Cielo, ¿Qué pasa?

El más joven entonces abrió su mano y este pudo comprobar lo que tenía.

-E-Estoy de nu-nuevo em-embarazado, Zee.... me he vuelto ha hacer la prueba y es positivo -dijo preocupado.

El veterano se quedó congelado unos segundos, mientras miraba a su afligido novio y a continuación esbozó una gran sonrisa.

-Oh joder, ¿En serio cielo?, ¿Tendremos otro bebé?-exclamó feliz besándolo.

-Pero es muy pronto, Dao apenas tiene un año y.....

-Cariño, claro que estoy feliz...no tienes nada grave y además amo tener hijos contigo, ¿Acaso tú no lo estas?.

Saint suspiró.

-Si, claro pero no pensé que pasaría tan pronto, ¿Y el trabajo?, serán dos niños y solo tendremos un sueldo...Mi ayuda del seguro no cubrirá todos los gastos de los dos bebés, Zee.

-Oye, no te preocupes...Haré horas extras y tú al terminar esta baja por maternidad, te darán otra y cuando los nenes sean un poco más grandecitos pues podrás volver al trabajo.... Eres muy bueno en lo que haces, además contrataremos una canguro, tranquilo, saldremos adelante, cariño.

El más joven se abrazó mucho más a su novio.

-Te amo Zee.

-Y yo te amo a ti, tranquilo todo irá bien.

-Y yo te amo a ti, tranquilo todo irá bien

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5. Policías -Zaintsee-TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora