El detective Zee Pruk pierde a su compañero en una terrible explosión y en la que él también resulta herido.
Mild Suttinut era el único que aguantaba trabajar con él pues tiene un fuerte temperamento, por lo que este se niega a tener otro compañero...
Tras una semana sin aparecer por la comisaría, debido a que se había pedido un permiso para aclarar su mente, Zee llegó y se sentó en su mesa para revisar el expediente de un nuevo caso, el cual consistía en un múltiple asesinato en un descampado a las afueras de Bangkok.
Había muy pocas pistas pero todo parecía indicar que era un ajuste de cuentas entre narcotraficantes.
Cuando pasaban de las diez de la mañana, cayó en la cuenta de que su compañero no había llegado y entonces miró su mesa y vio que esta estaba vacía.
-Oye, ¿alguno de vosotros sabe donde está Suppapong?-preguntó a los demás.
-Ha salido con Sittichok para investigar el presunto suicidio de la calle trece-habló uno de los policía más antiguos en el departamento.
-¿Con Sittichok?, ¿Y dónde está su compañero entonces?-preguntó Zee extrañado.
-Está enfermo y como tú no estabas, el capitán los ha juntado.
-Pero él es mi compañero...¿cómo se le ocurre?, no puede hacer eso-dijo este bastante molesto.
-¡Pruk, venga a mi despacho!-Ordenó de repente el capitán desde la puerta de su despacho.
-Si, señor-dijo este levantándose de su mesa de trabajo.
Entró con su jefe, cerró la puerta y éste le señaló la silla para que tomara asiento.
-¿Se puede saber que demonios le ha hecho a Suppapong?....Pruk debe superar la muerte de su antiguo compañero de una vez, no puedo estar trayendo compañeros para que le amargue la existencia... Ustedes son un equipo, pensé que le había quedado claro que debían llevarse bien -le recriminó este bastante enfadado.
El agente lo miró extrañado pues no tenía ni idea de lo Saint podía haber dicho que había pasado.
-Pero señor, Suppapong y yo no hemos discutido... No ha pasado nada-mintió.
-Pues eso no es lo que me ha dicho su compañero.
-¿Y q-que le ha dicho e-exactamente?-preguntó este temiéndose la respuesta.
-Pues me ha dicho que no está cómodo trabajando con usted....Que no compaginan y usted no le hace sentir que sean un equipo y por eso ha solicitado un cambio de compañero.
-¡¿Queeé?!- exclamó Zee levantándose de la silla.
-Si, como sabrá, de momento lo he puesto con Sittichok porque Karn está de baja....He reorganizado de nuevo las parejas, así que de momento estará solo hasta que vuelva Kran, ¿estará contento así o todavía no?- preguntó el capitán levantándose y abriendo la puerta para que este saliese-...vuelva al trabajo Pruk y no me dé más problemas.
Zee salió muy abatido del despacho de su jefe y se dejó caer de nuevo en la silla de su escritorio y soltando un gruñido puso las manos tapándose la cara.
-No tenía que ser así, Saint...joder pero está bien, quizás sea lo mejor evitar tentaciones-susurró de boca para afuera haciéndose el fuerte pero la verdad era que internamente se sentía un completo miserable.
Sobre las ocho de la tarde, Saint y su nuevo compañero regresaron a la comisaría muy contentos pues habían detenido a los culpables del robo en la mansión de los Cherinsuk, ocurrido en el mes anterior.
Todos los felicitaron, mientras que un Zee bastante molesto permaneció sentado en su mesa y solo hizo un saludo con la cabeza a Suttichuk porque Saint ni siguiera le miró.
La había jodido y se sentía morir pues no sabía como iba a poder vivir, sabiendo que su excompañero lo odiaba tanto, que lo había apartado de su lado y de su vida, de esa manera tan desoladora y fría.
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