Capítulo dos

947 165 19
                                    


Saint echaba mucho de menos a sus amigos y también a las decenas de chicas y chicos que le habían declarado su amor durante los años de entrenamiento pero nada se podía comparar con la oportunidad de trabajar en casos reales, aunque tu compañero fuese un auténtico cretino.

Zee caminó hasta su mesa con el ceño fruncido y sin decir una sola palabra y entonces cogió unos expedientes, los cuales se sentó a ojearlos.

Mientras, el recién llegado esperaba a que este le hablase para decirle cual sería su primer caso o por lo menos que le diese una copia del expresidente.

-Bueno, ¿Qué haremos?, ¿Qué casos tenemos para resolver, compañero?-decidió preguntar.

Zee hizo caso omiso.

-Oye ¿y para mi no hay copias de esos expedientes?.... Soy su compañero te guste o no.... No quisiera empezar con mal pie pero estoy aquí y no puedes ignorar.

El veterano detective entonces se levantó, dejó los papeles sobre la mesa e intimidante se acercó a la cara de este.

-Escucha bien, novato.... yo no necesito compañero y mucho menos un niñito de mamá recién salido de las faldas de la Academia.... A la vista se ve que al mínimo peligro que veas, correrás llorando a esconderte.

Saint se molestó pero debía terespeto pues este era su superior pero aún así no se dejó intimidar.

-No me conoces y yo no soy ningún niño de mamá... Soy el mejor de mi promoción y tengo la mejor puntuación en horas de prácticas...estoy perfectamente cualificado para este trabajo.

Zee sonrió con sorna.

-Mira guapito-habló nuevamente-...será mejor que pasees tu bonito culo por una pasarela, seguro que te irá mejor, este empleo te queda grande.

Saint suspiró con molestia pues al parecer su compañero parecía querer amargarle su fantástica oportunidad, así que no aguantó más y explotó muy enfadado.

-Resultas muy insoportable, ¿Lo sabías?-soltó de repente- me compadezco del pobre Suttinut pues pasarse tantos años soportando tus impertinencias y tu mal humor, tuvo que serle muy duro.

Zee bufó furioso y entonces le empujó contra la pared, acorralandolo y clavando sus furiosos ojos en él, le sujetó del cuello de su camisa.

Zee bufó furioso y entonces le empujó contra la pared, acorralandolo y clavando sus furiosos ojos en él, le sujetó del cuello de su camisa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-¡No vuelvas a nombrar a mi compañero!, ¡Tú, debes lavarte la boca antes de nombrarlo, niñato!... ¡Nosotros ya resolvíamos casos juntos, mientras que seguro tú aún te escondías bajo las faldas tu jodida madre!.

El más joven se soltó del agarre fácilmente con una llave rápida pues le cogió el brazo y le dio la vuelta, consiguiendo así acorralar a un más que sorprendido Zee.

-No me subestimes, compañero-Le susurró Saint al oído-... aunque me vea más joven que tú y no tenga experiencia, esto es lo que quiero hacer y lo que me gusta y ni tú ni nadie me va ha hacer abandonar mi sueño, entendido viejo... ¡Y ahora pásame un maldito expediente!.

Tras soltarle, Zee tosió fuertemente, pensando atónito que el novato no era ningún niñato, su aspecto dulce y delicado ocultaba a un hombre fuerte y al parecer con tanto carácter como el suyo.

Luego de recomponerse de la impresión, este entregó los expedientes a Saint y mientras que el joven los ojeaba detenidamente, este aún sorprendido, lo observó a él.

5. Policías -Zaintsee-TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora