Capítulo diecisiete

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Al terminar su turno, tras realizar todo el papeleo, Saint salió y bajó al aparcamiento en el ascensor para buscar su moto, Zee le vio y rápidamente corrió escaleras abajo para poder atraparlo.

-¡Saint!, ¡Saint!...¡Suppapong detengase!- le gritó.

Este se giró y lo miró con molestia.

-¿Se puede saber que mierdas te pasa Pruk?, ¿Qué quieres ahora?.

-Lo siento—dijo el veterano acercándose—... siento lo que pasó pero ¿podemos ser compañeros de nuevo?, no soporto que me ignores.

El más joven se echó unos pasos atrás pues tenerlo cerca, mirándolo así lo ponía muy nervioso y temía flaquear, tirándose sus brazos y haciendo nuevamente el ridículo.

Zee notó la tensión de éste y resopló.

-No Pruk...yo no puedo seguir siendo tu compañero, ya no confío en ti... no me gustan las personas que juegan con otras, porque eso es lo que tú has hecho conmigo...Prefiero que hagamos como si nada hubiera pasado... seguro que tu novia vivirá más feliz -dijo girándose y montando en su moto para luego salir rápidamente de allí.

Tras unos minutos conduciendo, Saint  se echó a un lado de la carretera y se quitó el casco y las gafas, entonces se secó los ojos y suspiró hondo.

-Maldito seas Pruk, solo me faltaba​ hacerme puré por su culpa.

Mientras, el veterano agente que había quedado parado en el aparcamiento de la comisaría, chasqueó la lengua con fastidio y acto seguido entró en su coche, entonces golpeó el volante con la mano y maldijo su existencia.

-¡Demonios!, ¡estoy jodido!, ¡Joder!, me moría por agarrarlo y romperle la boca con mis besos— gruñó molesto—¡Maldita sea!.

Finalmente muy resignado, arrancó el motor y volvió a casa con Janis.

Cuando llegó, esta cocinaba muy contenta.

-Cielito, adivina -dijo corriendo a sus brazos.

-¿Qué pasa cariño?-preguntó de mala gana.

-¡Mis amigas de la universidad vendrán a cenar!—exclamó feliz—... hemos hablado y quieren conocerte y ver la casa donde vivo contigo, mi amor, ¿No es genial?.

-¿Cuándo?, ¿hoy?-preguntó molesto.

-Claro bobo, hoy-respondió besando los labios de este.

-Janis, estoy muy cansado y lo que menos me apetece es estar con tus amigas cotorreando sobre nuestra casa y nuestra vida.

La chica cambio su semblante y bufó saltándose de los brazos de su novio.

-¿Estás cansado?, ¡claro!, estás tan cansado que no puedes compartir una simple cena, la cual llevo preparando toda la maldita tarde... ¡Tan cansado que ni siquiera puedes mostrar a mis amigas, lo feliz que somos viviendo juntos!-gritó histérica..

Zee rodó los ojos y se quitó la corbata.

-Está bien pero cálmate ya, odio tus gritos.

—Necesito que te duches y te cambies—dijo esta bajando el tono pero igual de molesta.

El agente suspiró y se dejó caer en el sofá.

—Iré después, ahora quiero ponerme aquí.

-No, no puedes, mis amigas llegarán a las diez, así que ve a pegarte una ducha mientras termino de prepararlo todo- le volvió a refunfuñar.

Zee la miró con desagrado y tras soltar un bufido, se levantó y fue a ducha pues no tenía ganas de discutir y eso harían sino hacía por resignarse a tener la maldita cena o finalmente su novia se volvería loca de remate.

Unos minutos después, llegó a la habitación, se desvistió y entró en el baño, el agua caliente rodaba por su piel tensa por el estrés del día, dejándolo relajado instantáneamente.

La imagen de Saint vino a su mente, su hermosas facciones, su cuerpo jadeando bajo el suyo, su pelo revuelto sobre su cara por el movimiento del sexo compartido.

-Sal de mi mente-dijo negando con su cabeza para no pensar.

Pero fue inútil pues ya era tarde, su polla erecta a causa de sus lujuriosos pensamientos, rogaba por atención inmediata y no atendía a razones.

Pero fue inútil pues ya era tarde, su polla erecta a causa de sus lujuriosos pensamientos, rogaba por atención inmediata y no atendía a razones

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-Joder aah...-gimió al cogérsela con la mano.

Un calor recorrió su cuerpo debajo del agua y comenzó a bombearla soltando sonoros jadeos y suspiros de placer.

-Saint si... sigue ooh....joder oh si.... oh eres precioso, si... si aaah- balbuceó enloquecido ante el primer espasmo del orgasmo.

Se apoyó con la mano libre en la pared y siguió bombeando hasta dejar salir totalmente su semilla, la cual corría hacia el desagüe mezclándose con el agua.

-¡Aaaah joderrr!-gritó molesto cuando su últimas gotas de semen abandonaban su polla—…¡Estoy completamente loco!.

Finalmente salió de la ducha envuelto en una toalla y luego cogió otra para su cabello.

-Maldita sea-volvió a maldecir mientras se secaba.

-Cariño, mis amigas llegaron-Escuchó decir a su novia desde la puerta de la habitación.

El agente volvió a resoplar molesto y rápidamente comenzó a vestirse de mala gana.

-¡Que alegría chicas!, bienvenidas a nuestro hogar... estoy tan superfeliz-dijo a sus amigas la emocionada Janis..

-Qui iligrii chiquis, bienvinidis a nuistri hoguir...-Se burló Zee desde el pasillo tras escucharla.

Antes de llegar al salón, este se apoyó en la pared para coger aire y mentalizarse pues la verdad era que odiaba lo tonta que se volvía su novia cuando estaban otras personas delante y sin duda esa noche iba a ser muy larga y de las más duras de digerir.

Antes de llegar al salón, este se apoyó en la pared para coger aire y mentalizarse pues la verdad era que odiaba lo tonta que se volvía su novia cuando estaban otras personas delante y sin duda esa noche iba a ser muy larga y de las más duras de d...

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5. Policías -Zaintsee-TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora