Capítulo 25

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Capítulo 25

Como pudieron notar, habían tenido un fuerte ataque por parte de las energías negativas. Cuando culminó quisieron charlar conmigo a pesar del agotamiento de ambos. Les dije que descansaran y que en el desayuno hablaríamos. Cercano al mediodía, aun estando en la cama, los saludé

—¡Guten morgen!

—¡Guten morgen! —respondieron

—¡Buen descanso, eh?

—¡Desayunamos tarde, nosotros! —contestó mi discípulo

—Bien. Muy bien... ¡Fueron impecables! ¡Sí! ¡Ambos! Es muy difícil que vuelvan.

—¿Viste? —le dijo mi discípula a su compañero corroborando lo que Ella había intuido

—¡Tenía razón, Ella, entonces! —dijo Él

—Sí. Es muy difícil. ¡Las pudieron! ¡Sí, las pudieron! Para otros, seguramente, hubiera sido una lucha perdida; una batalla donde todo decía que perderían. ¡Pero ustedes salieron victoriosos! ¡Sí, sí!

—¿Qué fue lo que hicieron con Ella? —preguntó

—La influencia sobre el espíritu, sobre la envoltura espiritual es grande. Es... En este caso es como si fueran enormes imanes y atrajeran los núcleos de tal forma que el espíritu se deforma hacia cualquier lado, y se estira... ¡como si se estirara!... No sé cómo explicarte. Se estira de un lado hacia el otro de muchos lugares a la vez, y esto hace que se aleje del cuerpo. Y el arma más grande es, primero, la Voluntad cerrada, y segundo, el haber estado en contacto con vos, siempre.

Primero, porque no la dejaste sola y estuviste en contacto continuo, y segundo, porque Ella tampoco dejó de escucharte, aunque todo la llevaba a que no escuchara. ¡Y, así como ellos la arrancaron, vos la trajiste!

—A Ella le di una explicación desde mi punto de vista que era más trágica: le dije que había estado muerta dos veces. ¿No estuvo muerta, no? ¿O sí?

—¡Y, muy cerca! Como en un coma, por ejemplo.

—Sí, pero no respiraba en absoluto.

—¡Y claro! ¡En un coma hay que ayudar con un respirador artificial! Y el espíritu, en ese caso está, a veces cerca, a veces, no. Pero el cuerpo sigue vivo gracias al fluido vital.

Al pasar por esta instancia están preparados. ¡Más preparados que antes!...

—Anoche, después del ataque, hablábamos con Ella y le decía que no sabía si me escuchaba, pero yo sentía que sí.

—Sí; Ella te escuchaba. Sí, y se comunica con estos seres, también.

—¿Las rocas que vio?

—¡Aparentes rocas!

—Sí, ¡porque las rocas son nuestras amigas!

—Sí. Fueron aparentes. ¡Todo es aparente en ese mundo! A veces se muestran tal como son, pero, generalmente, es aparente.

—¿Y cómo son? —inquirió Él

—Por ejemplo esas sombras con formas a veces humanas, a veces de animales, y a veces informes. Esas son. Ellos son así.

—¡Entonces lo que vi correr aquel día, atrás del galpón, era uno de ellos!

—Puede ser; pero también puede ser un Espíritu de la Naturaleza.

—¿Y anoche, cuando fui al galpón? ¡Me perdí en la Niebla! ¡Qué mundo distinto, éste!

—¡Es fantástico! ¡Pero peligroso, también! Porque la Niebla puede atraparlos.

Nehuén Curá - Un viaje de Ida - (Libro 3ro)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora