Pasó la tarde sin problemas, los hermanos se enfocaron cada uno en sus respectivos deberes, Luffy en sus talleres, Sabo en sus mandados constantes y Ace en tratar de no sonrojarse tanto para no quedar como un maldito tomate andante.
Pero no todo fue bien.
Eran ya las 9:30 P.M, solo se encontraba un rubio en la casa esperando a la llegada de sus dos hermanos, normalmente llegaban al mismo tiempo o habían pequeñas diferencias de minutos pero siempre a la misma hora. Sabo se estaba preocupando cada vez más, Ace siempre que llegaba tarde avisaba y Luffy, bueno, era otro mundo pero quería creer que estaba en camino y volvía sano y salvo.
Tomo asiento, estaba cansado, estresado y lo suficientemente preocupado como para sentirse totalmente saturado, sacó una cajetilla de cigarrillos y solo comenzó con lo suyo, el humo se esparcía por la sala mientras ocupaba levemente el espacio por toda la habitación, miraba al techo a la vez que trataba de acomodarse un poco en el sofá y procuraba no comerse la cabeza en aquel momento, sus cabellos dorados estaban despeinados y aún seguía con la camisa y pantalón del trabajo. Se sentía frustrado.
Tenía tanto que pensar y tantas ganas de no hacerlo que en ciertos momentos hubiera preferido quedar inconsiente y despertar en otro año, en otros momentos, pero era muy egoista de su parte y pensar en eso tambien lo lastimaba. Separarse de sus hermanos no era una opción, nunca lo fue, pero ¿Por qué ahora..? Frunció el seño y se colocó la mano en la cara para así frotar su frente, mientras que con la otra mano seguía sosteniendo el cigarrillo.
De repente la puerta fue abierta y entró el hermano mayor de los tres, un pecoso despeinado y con sus ropas levemente desordenadas, sonrojado y aparentemente nervioso, cerró la puerta detrás de él y rápidamente se pudo percatar del humo en la sala por lo que buscó el origen de este hasta encontrarlo. Sabo lo observó encorbado y con sus codos apoyadas en sus rodillas y Ace solo lo miraba extrañado, no tenía idea de que este fumaba y de la actitud extraña que tenía en esos momentos.
- Son las 9:30 Ace, ¿Por qué tardaste? - no quería sonar tan mal, que su voz fuera agresiva o algo por el estilo pero no encontraba palabras óptimas para preguntar y fuerzas no tenía para mejorar su tono de voz.
- Olvidé avisar, tranquilo Sabo, puedo cuidarme solo - No era eso, NO ERA ESO, ¿No entiendes que odio cuando te distancias, cuando me haces entender que no te importo y te da igual lo que sienta con ciertas acciones?. Sabo se puso de pie sin dirigirle la mirada pero evitando que la situación se vuelva más pesada, no quería que lo viera en ese estado.
- Avísame la próxima Ace, sabes que me preocupo igual - sus palabras eran cálidas, apoyó su mano en el hombro del pecoso y sonrió levemente tratando de transmitir tranquilidad y la aparente confianza que Ace quería que Sabo tuviera en él. Se dirigió a la puerta para salir puesto que aún faltaba un pequeño monito en la casa y ya tenía suficiente con que Ace estuviera de regreso, pero Luffy solo en la calle no era agradable para él.
Pero lo detuvo.
- ¿Ahora fumas? - Si, ahora fumo, no deberías preocuparte Ace, puedo detenerme solo.
Se dio vuelta y lo miró, el pecoso se encontraba de brazos cruzados y lucía serio, cuando hablaban entre ellos era muy dificil toparse con ese tipo de situaciones serias donde entre medio el silencio rompiera las paredes y sus mentes, pero de esos pocos momentos este era uno.
- Sí, pero está bien, no te preocupes - Sonrió de nuevo, aquella egoista sonrisa que transmitía una calidad falsa y un amor no correspondido invadía el rostro del rubio mientras el pecoso ni se inmutaba, este sabía que podía confiar en eso y que en sí darle un sermón era estúpido, nada de lo que dijera sería algo que su hermano no supiera por lo que solo podía esperar que lo dejase pronto, pero no solo era ese su problema.
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Aléjense de mi hermano pequeño! /AllxLuffy/
RandomLuffy vive cono sus dos hermanos mayores, estos ya trabajan mientras él se encuentra estudiando, lo que pasará es que gracias a una inocente visita al trabajo de sus hermanos desencadenará un sin fin de miradas de los compañeros de estos, que pasará...