Jueves - 7:15 a.m
Hacía frío, no pudo desayunar bien pues su hermano menor le había robado la mitad de su desayuno tras despertarse unos minutos tarde y estaba llegando 15 minutos tarde a la nueva empresa a la cual lo trasladaron, no podía ser mejor día para un pecoso el cual era propenso a estresarse fácilmente. Podía ver a lo lejos un gran edificio llamativo, resaltaba entre los demás y era evidente que ese era el lugar donde trabajaría, suspiró pesadamente mientras preparaba su mente para no matar a la primera persona que viera pero unas leves gotas tocaron su rostro, su cabello, hombros, hasta obligarlo a trotar para no seguir mojándose más de lo que ya lo estaba.
- Agh, mierda - Bufó con molestia mientras se adentraba al edificio y sacudir un poco su traje en un intento de secarlo como por arte de magia, pronto dirigió su mirada frente, veía una estructura ostentosa pero no tanto como para verse abrumado, todo desprendía seriedad más la organización de los empleados que caminaban de un lado a otro con papeles en sus manos y dirigiéndole leves miradas pero sin distraerse de sus quehaceres. El pecoso tomó camino hacia uno de los ascensores hasta el último piso, la puerta estaba a punto de cerrarse y levemente cerraba los ojos tratando de calmarse luego de su alterada mañana que recién comenzaba, cuando de repente una mano evita el cierre de la misma y se roba la mirada del azabache, un rubio con una camisa blanca al cuerpo remangada en las mangas y unos lentes, además de llevar consigo unos papeles, cruzan miradas más Ace no soltó una palabra ante la presencia de aquel rubio.
Marco vio aquella expresión de molestia bastante notoria en el joven azabache, pensó que probablemente este sería aquel empleado del que su Jefe hablaba, sonrió levemente mientras se adentraba en la cabina y se colocaba a una distancia no tan considerable pero sin quitarle el ojo de encima, era lindo, pensó, apreciaba esas pecas que adornaban su rostro y su cabello ondulado que desprendía una cierta rebeldía que aparentemente era algo característico suyo, simplemente no podía dejar de verle.
- Qué me ves? - El pecoso sentía molestia al notar que aquel rubio no se preocupaba en absoluto en tener siquiera un poco de disimulo en lo que hacía, más la leve sonrisa de él no se esfumaba, que mierda le pasaba?
- Eres el nuevo verdad? yoi - Su voz era suave más también grave y bastante agradable, sentía que había sido grosero pero no era momento de pensar eso, después de todo, que carajos le importaba si era el nuevo.
- ah , sí - Le miró directo a los ojos, pensaba que iba a intimidarlo al transmitirle su profunda molestia pero todo lo contrario, aquellos ojos entre cerrados color caramelo transmitían una leve tranquilidad, eran cálidos y de cierta forma, eran hermosos, el azabache desvió la mirada y se despegó de una de las paredes de la cabina para así bajar en su piso al cual ya había llegado, más no solo él bajó, el rubio iba por detrás de él y no podía evitar sentirse nervioso y, de igual forma, sentir la mirada del rubio en su espalda.
- Deja de seguirme! - Ace se da vuelta esperando que así aquel tipo parara y mínimo se fuera sin hacer objeción alguna, pero como el día hecho para que nada saliera como esperaba, así fue, Marco siguió caminando pasando a su lado y sonriendo, dirigiéndose a la oficina de su jefe al igual que el pecoso, sintió la vergüenza invadir todo su ser mientras se daba vuelta nuevamente, rojo y dirigiéndose a la misma dirección del rubio.
- Guararara! Tu eres Ace, verdad muchacho? - Un hombre alto, con un extraño bigote y de apariencia imponente yacía en una enorme silla detrás de un gran escritorio, había estantes, libros, papeles y demás objetos típicos de oficina, pero aquel hombre era demasiado llamativo como para parecer un hombre de negocios. Marco estaba a su lado mientras sonreía divertido al notar la tensión en el pecoso, ciertamente Ace no era alguien que se tensara ante las situaciones, pero era extraño, aquel rubio no quitaba su vista del pecoso.
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Aléjense de mi hermano pequeño! /AllxLuffy/
De TodoLuffy vive cono sus dos hermanos mayores, estos ya trabajan mientras él se encuentra estudiando, lo que pasará es que gracias a una inocente visita al trabajo de sus hermanos desencadenará un sin fin de miradas de los compañeros de estos, que pasará...