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- Buenos días - dijo el ojeroso con formalidad hacia el rubio frente a él.

eran las 6:30 a.m y un pelinegro se encontraba en la puerta del estudiante más codiciado de su instituto.

- ¿Trafalgar? ¿Buscas a mi hermanito? - Law asintió automáticamente mientras que Sabo hizo un ademán con las manos invitándole a pasar, dejando ver así una escena de ambos pelinegros devorando su desayuno.

- ¡Torao! - tragó duro el pequeño para así sonreír ampliamente al ver a su amigo en su hogar, no sabía porqué o cómo es que estaba allí pero no le importaba, Ace lo observó serio pero no interrumpió absolutamente nada, solo siguió desayunando. 

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- Ah! que buen desayuno shishi - esbozaba el pequeño a su lado mientras se escondía en su bufanda y su saco. - ¿Porqué viniste a buscarme? -

Luffy observó hacia el rostro del ojeroso (hacia arriba equisde) apoyando con suavidad sus grandes ojos en los del mayor, Law por su parte no pudo evitar un sonrojo por lo que desvió la mirada ocasionando que el menor se encontrara extrañado.

- Quería acompañarte al instituto ¿Te molesta? - el pequeño sonrió y simplemente negó con la cabeza - Me alegro, después de todo es una buena mañana -

- Y es aún mejor contigo Torao - Sorpresivamente el ojeroso estaba irritado, detestaba la facilidad con la que el menor podía decir lo que sentía, si él hiciera algo así moriría de vergüenza, desvió de nuevo la mirada y se sorprendió nuevamente.

Las manos del pequeño azabache se encontraban sosteniendo una de las suyas, eran cálidas y suaves, pensó que ojalá no le soltara jamás, pera era demasiado infantil.

- ¿Qué haces? 

- Está fría.

- Hace frío Lu.

-¿puedo calentarla?-

De nuevo el niño y sus imprudentes palabras y acciones, Law no dijo nada  y ni siquiera lo miró, dejando al pequeño azabache viéndolo desconcertado, sin embargo, sorpresa fue la de Luffy al ver como lentamente la gran mano del mayor sostenían firmemente la suya, sonrió y rio al mismo tiempo que compartían calor con sus manos.

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Sentía frío, bueno, por supuesto que sentía frío, era invierno, pero sudaba frío, como si hubiera visto la muerte en persona, un nudo en su pecho comenzaba a formarse además de una maldita rabia.

El peliverde se encontraba en uno de los vagones del tren que diariamente concurría para ir a su Instituto, y como sucedía a diario, esperaba la llegada de su pequeño azabache en el mismo pero nada, no llegaba y no lo veía por ningún lado. Su frustración pudo más que él y solo se resigno a ver por la ventana la cual fue una de sus peores decisiones.

Su pequeño, aquel sol que tanto anhelaba y adoraba se encontraba sosteniendo la mano del ojeroso, de aquel maldito que fingía estar fuera pero actuaba a espaldas de él y de Kid. La ira simplemente subió hacia su rostro mientras observaba como llegaban al instituto y su parada iba llegando, tomó sus cosas y ni lento ni perezoso salió de aquel vagón.

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- Oye Lu - soltaba el ojeroso mientras entraban al instituto y eran observados por algunos estudiantes que por allí rondaban.

- ¿Qué pasa torao?

- Puedes seguir sosteniendo mi mano si quieres - El pequeño notó esto y un leve rubor conquistó sus mejillas sorprendiendo al mayor a su lado, no habían sido capaces aún de poder notar esto en el menor por lo que solo sonrió de lado y rió, cosa no muy común en Law.

Aléjense de mi hermano pequeño! /AllxLuffy/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora