A 1 día del flechazo…
Esa mañana de sábado, una tormenta arreció todo a su paso. Desde temprano Sasha se comunicó a la casa de Jess y pidió que por ese día no lo enviaran, ya que él comprendía el mal tiempo que estaba acechando. Su tía lo despertó con una taza humeante de leche y le avisó que podría seguir durmiendo. Se sorprendió al notar que el muchacho no parecía justamente muy alegre por la noticia, y sus ojos azules se apagaron al oírlo.
— ¿Aún no le has hecho la carta a Lyod, cariño?
— ¿Hum? ¡Ah, no! —lo había olvidado completamente. Soltó una risilla nerviosa y se rascó la nuca—El lunes le diré a Sasha que me ayude a hacerla.
— ¿Por qué no la haces hoy? Y luego él la corregirá—sus ojos castaños se iluminaron— Es que tengo tantas cosas que decirle.
Jess aceptó pero otra vez notó esa incomodidad en su sobrino. Le tomó la mano fraternalmente.
— ¿Algo pasa con tu primo, cariño?
—Es que…se fue sin más, y ni siquiera se despidió de mí o los cuatrillizos… No logro entender lo que pasa por su mente.
—Es un muchacho libre, como el viento. Siempre fue así. Debes entenderlo, mi niño. Algún día tendrás esa edad…y querrás volar.
Jess negó rotundamente con la cabeza.
—Yo jamás te abandonaría a ti y el tío Karl, y mucho menos a mis padres y mis hermanos. Son mi familia. Lo siento pero… para mí, ¡Lyod es un ingrato! —Comenzó a subir de tono, irritado— ¡Incluso tienes que rogarle para visitar a su propio padre en su cumpleaños!
Su tía Mary permaneció seria. Se levantó de a poco y dijo por lo bajo, con dureza:
—Pero sigue siendo mi hijo.
— ¡Eso no justifica nada!
— ¡No me levantes el tono! Será mejor que te quedes en tu cuarto por hoy—se enjugó una lágrima y salió dando un portazo— ¡Estás castigado!
Dio vueltas en el cuarto. Parecía una fiera encerrada. Su tía Mary no lo llamó a almorzar. Su tío Karl golpeó tímidamente a la puerta, seguramente alertado por la situación, pero Jess no le abrió la puerta. Estaba muy enfadado. Comprendía el dolor de su tía, pero eso era inaudito. Lyod no merecía que le siguieran lamiendo las botas de esa manera.
Las horas pasaron. Tomó las hojas del informe del día anterior y comenzó a estudiar. Sasha dijo que dentro de poco evaluaría su nivel académico a esas alturas así que debía ir preparándose. Se recostó en la cama, boca arriba, boca abajo, de costado… de mil maneras posibles.
Eran cerca de las seis de la tarde. Su estómago rugía. Tenía los nervios de punta. Abrió la puerta con cuidado y al ver a Cindy cerca, chistó su nombre por lo bajo. La niñita de trenzas castañas se acercó con curiosidad.
— ¿Por qué no saliste en todo el día, primo Jessy?
—Tenía mucho sueño… ¿No me traerías algo de comer?
— ¿Por qué no vas a buscarlo tú mismo? —preguntó con naturalidad, alzándose de hombros.
Jess no supo qué responder. Tartamudeó un poco, pero entonces vio a su tía acercarse. No le dio tiempo a volver a ocultarse en su cuarto, ella le sostuvo la puerta sobre los goznes con una de sus manos.
![](https://img.wattpad.com/cover/30106774-288-k573075.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Nos une la misma luna
Romance¿Pueden dos hombres renunciar a todos sus valores por amor? Acompaña a Sasha y Jess en esta historia que te arrancará los suspiros... Sasha es un profesor particular, nacido en una familia de muchas riquezas. Tratan de obligarlo a casarse por dinero...