JUNGKOOK: EL REY DE LA SELVA | KOOKMIN| 1982

IX. El rey de la selva

—Que patético soy—se dijo a sí mismo pateando una piedra y agacharse hasta quedar sentado en la raíz sobresaliente de un árbol.

Todo su alrededor seguía estando igual, con la diferencia que jungkook no estaba ahí con él.

Las ramas de los árboles enormes se movieron causando que varias ramas y hojas cayeran al suelo, por inercia, Jimin se levantó asustado y comenzó a retroceder hasta esconderse detrás un árbol.

¿Qué si era el gorila de la vez pasada? Ahora ya no estaba jungkook para salvarlo.

                                           ...

Del otro lado de la selva, el señor Park llegaba al campamento corriendo, sudado y muy muy rojo. Parecía que había corrido un maratón y había ganado, estaba cesando como un perro.

—¡HIJOS! ¡HIJOS!—Gritaba el señor sofocado
—Lo siento mucho...lo.. lo siento mucho—lloraba y hablaba, era un total caos.

Los únicos que llegaron con él fue Ara, HyungSik y Richard, Jimin seguía en su lugar intimo.

—¿Qué pasa papá?—la primera persona en preguntar fue Ara.

—Ellos...ellos...—con su mano izquierda hacía presión en donde se situaba su corazón.

—Relajate papá Choon—dijo HyungSik asustado—¿Ellos quiénes? ¿De quién hablas?

—Me vieron—dijo ya más calmado—Entré a una tribu que es conocida por tener al líder de los jaguares, pero parecía que alguien importante había muerto, estaba haciendo los rituales más importantes, y en eso, yo empecé a tomar fotos y me descubrieron....

—Pero supongo que te arrodillaste y pediste su perdón, no es así—cuestionó Ara.

—Lo hice, me acerque al líder para hacerlo, pero él me empezó a olfatear y de pronto dijo "jungsoko" o algo así y todos empezaron a gruñir y salí corriendo.

—¡Santo cielos!—dijo HyungSik que sorpresivamente se estaba comiendo las palomitas correosas que él mismo había tirado a la basura.

—Diez de ellos o más empezaron a seguirme, pero a medio camino algo...algo los detuvo—Richard tomó un palo y se colocó su navaja en su bolsillo.

—Iré a inspeccionar el perímetro—dijo como todo el profesional que era, por si no lo sabían, Richard era un sargento en la milicia.

El señor Park prosiguió contando su anécdota mientras Richard iba de poco en poco adentrando a la selva, tenía dos puntos muy claros:

Quería proteger a la familia y al mismo tiempo beneficiarse de ella, así que cualquier intruso lo mataría.

—No sirve de nada tu valentía—dijo una voz rasposa, rápidamente Richard empezó a observar su alrededor.

—Lo dice alguien que se esconde en las sombras—contestó muy seguro de sus palabras manteniendo su mirada en un punto fijo, pues ahí él creía que estaba el intruso.

—Nadie se esconde—Esta vez la voz sonó a su espalda y cuando volteó se encontró a un hombre grande y musculoso, con muchas marcas en su cara y también perforaciones, por último, portaba una cabeza de un jaguar en su cabeza como si fuera una corona.

—¿Y tú quién diablos eres?—preguntó Richard sonando muy valiente.

Aquel extraño tomó una buena calda de aire, y dijo:
—"jungsoko"

—¿Qué?—volvió a preguntar Richard.

—Te daré oro a cambio del hombre que ha estado con ustedes—El extraño extendió su mano dándole  una mínima cantidad de oro en forma de tableta.