JUNGKOOK: EL REY DE LA SELVA | KOOKMIN| 1982

VII. El rey de la selva

En una nueva mañana, Jimin despertó de un brinco, tuvo un sueño donde caía de un árbol de aquella selva, abrió los ojos y Richard estaba sentado en cuclillas viéndolo.

—Buen día—Se apresuró a decir Jimin, pero él no le contestó el saludo.

—No tiene nada de “buen día” el día cuando no hemos hallado ningún rastro—Le dijo—Sólo a ese hombre loco.

Jimin se levantó frunciendo en ceño, se puso sus zapatos y fue a la tienda de campaña: La cocina.
—Él no está loco—Afirmó—A caso no ves sus marcas y su comportamiento, todo es bastante real a menos que haya ensayado mucho nada más para que nos hable, además, le diré hoy mismo que me guíe a los gorilas.

—Les diré a los muchachos que se preparen— Le dijo Richard girándose a la tienda de campaña cercana.

—¡No!— Se apresuró a decir Jimin— No, no...  Será mejor que vaya yo solo, ellos pueden asustar a los gorilas, será sólo una oportunidad la que tendremos —Le dijo tratando de convencer.

—Entonces iré con ustedes —Jimin sirvió en una tasa un poco de té de manzanilla, cómo le diría que sólo quería ir él con Jungkook. Obviamente no sería cruel diciendo “No” así que le diría que sí.

—¡Alguien vio mis pastillas!—Gritó papá Choon desde la tienda de campaña a lado.

Jimin dejó su tasa en la mesa y sin decirle nada a Richard salió en busca de su padre.
Al entrar a su tienda: HyungSik estaba acostado en la cama de su padre, Ara estaba buscando en cada rincón y su padre buscando en sus maletas.

—¡A noche las dejé junto a la linterna, y hoy que despierto ya no están!—Estaba enojado.
—Alguien de ustedes las agarró, verdad mendigos mocosos.

—¿Yo para qué quiero tus pedorras pastillas? —Dijo HyungSik aún metido en la cama de su padre.

El señor Choon agarró su chancla del suelo y se acercó a la cama y le empezó a pegar, donde sea que diera, el chiste era dejarlo lastimado.
—No estoy jugando, HyungSik, necesito mis pastillas.

Jimin tomó una silla y sentó a su padre dándole un masaje en sus hombros.

—No te preocupes... —Le interrumpió Ara a Jimin

—¡AQUÍ ESTÁ!—Voltearon a verla justo cuando sacaba el frasco detrás de un pequeño cesto de ropa sucia.

—¡HIJA, GRACIAS!—Justo cuando papá Choon la iba a abrasar, HyungSik se levantó rápidamente de la cama y pasando a empujar a su padre, fue el primero en tomar el frasco de pastillas, salir corriendo siendo visto por todos, tomar impulso y con todas sus fuerzas aventar el frasco a la selva como si de una piedra se tratara.

—¿QUÉ MIERDA HACES?—Gritó su papá alzando sus manos y con la cara de asombro, miedo y enojo.
—¡SABES QUÉ ME PASARÁ SI NO LAS TOMO! ACASO QUIERES QUE ME MUERA.

HyungSik mantenía una expresión seria y cero remordimiento.
No quiera escuchar a su padre, se dio la vuelta y se adentro a la selva, sólo a un metro.
Ara rápidamente salió a buscarlo, antes diciéndole a su papá que no regañara a su hermano, pero su padre no le contestó.

—Tranquilo papá — Le dijo Jimin sobando su espalda.
—Veré la forma de conseguir que vengan por ti y...

—¡Nada de eso!, si voy a morir que sea aquí, ya te había dicho que eso quería, aunque no supuse que sería de esta forma y no por la edad.

Jimin apretó sus labios tratando de no empezar a llorar para no alarmar a sus hermanos. “No morirás, de eso me encargo yo, papá” se dijo mentalmente.