JUNGKOOK: EL REY DE LA SELVA | KOOKMIN| 1982

XVIII. El rey de la selva.

Jungkook se recuperó del golpe en la garganta; Aturdido, sus ojos se abrieron más, y se acercó al gorila sin vida, su piel parecía haberse derretido, todo sus órganos ya no estaban, sus huesos se le remarcaban y en algunos lados se le notaban.
Al fin miró a quien lo había hecho.

-Un poco del poder que Ancestral me ha enseñado-Dijo sonriendo mirando con orgullo sus manos. Entonces, un helicóptero pasó volando por encima de ellos a lo alto.
Jungkook corrió a él, sin embargo Lee volvió a hacer el mismo circulo brilloso diciendo «Dai» cuando le lanzó una ráfaga de luz verdosa a Jungkook, éste salió volando para golpear su espalda contra un árbol. Pero seguía bien.

El ceño del hombre se fruncio.
-No lo entiendo-Dijo sorprendido-Deberías estar muerto. -Exclamó viéndose sus manos, algo fallaba. Había conjurado una maldición de muerte instantánea.

-Yo seré quien te mate, lo juro-Gruñó Jungkook desde el suelo presionando un costado de su abdomen.

-No tienes que prometer nada, Jungkook, está más que claro que has perdido, aunque hayas matado a todos mis hombres pronto «Mi señora» conseguirá más - Jungkook se levantó del piso con ayuda de las lianas colgantes de un árbol.

-Pronto la conocerás y te matará-Añadió, Lee, corriendo hacia donde tenía previsto que el helicóptero bajaría.

Jungkook ya no pudo seguirlo, aunque lo que le lanzó no lo mató, pero sí lo hirió, provocando que ahora mismo no pudiera levantarse erguido y correr a él.

Mientras tanto, en una pequeña tabla inflable, y remando con una pequeña pala de metal, el hermano mayor de los Park iba por fin llegando a la selva, sin embargo, la noche de aquella madrugada, aparte de ser fría, era más difícil de reconocer el camino por el que iría.

Bajó del inflable tembloroso, sobando sus brazos para crear calor y empezó a caminar tratando de escuchar algún sonido de guerra o algo que lo lleve a donde haya gente.

Por azar del destino, el sonido de la hélice de un helicóptero le ayudó a cambiar de ruta, esta vez comenzando a correr hacia el helicóptero.

-Deja que te encuentre, Jungkook -Profanó con recelo.

A unos cuantos metros de él, el helicóptero bajó en terreno libre, se escondió detrás de un árbol lejano y esperó a ver qué pasaba, si alguien bajaba o subía.

No tardó mucho su espionaje, cuando a los pocos segundos alguien llegaba.

-¿Hyungsik?-Se preguntó a sí mismo cuando vio a su hermano llegar corriendo junto con Draco, los dos se escondieron detrás del helicóptero, fue inteligente porque el piloto bajó a revisar la zona, por lo cual, los dos hombres se subieron al transporte.

-Locos-insultó entre dientes. Pero no se resistió y allá fue también, aprovechó que el hombre seguía de espaldas y subió al helicóptero encontrando a su hermano escondiéndose.

-¡Qué rayos haces, HyungSik! -Trató de bajar la voz mirando hacia atrás, por suerte el hombre veía hacia otra dirección.

-¡Qué no estás viendo!- Respondió su hermano en voz alta
-Es obvio que me escondo, para cuando llegue Lee lo mataré -Afirmó. Jimin no supo que argumentarle y también se metió con ellos, detrás de los asientos, donde iba el equipaje.

-¡Ay, mis deditos!, muevete gorda -Hyungsik empujó a Jimin cuando este puso su retaguardia en su mano, pero jimin le tapó la boca cuando escuchó voces acercarse.

-¡Vámonos, vámonos!-Era la voz de Lee-¡Eleva el helicóptero, no estamos en zona segura!

El piloto se aseguró en su asiento e hizo elevar el helicóptero.
Los tres hombres escondidos escucharon el suspiro que sacó Lee. Parecía estar más relajado ahora que iba a más de 20 meros en alto de la selva.