JUNGKOOK: EL REY DE LA SELVA | KOOKMIN| 1982

XIV. El rey de la selva

...

—Tú no eres mi hermana —Respondió enfadado.
—Ningun Park traicionaría a la familia.

—¡Perfecto, perfecto!—Los sonoros aplausos sacaron a todos del desconcierto. Entonces, entre carcajadas y chocando las palmas, Lee continuó:
—Su familia es muy hermosa, Jimin, eso no es cuestionable—Dijo sarcástico.
—Pero me temo que no te traje para esto a mi yate—Se puso totalmente serio y se agachó hasta el suelo para tomar de los cabellos a Jungkook.
—Dime dónde están los gorilas y después podrás regresar con tu nueva y maravillosa familia.

Ahora el que reía era el azabache, que aún estando cabizbajo respondió:
—No lo haré —En respuesta, Lee puso cara triste y se levantó asombrado, y con mover su mano, un tipo grande se acercó a Jungkook.

Dos hombres más agarraron las sogas que sujetaban sus manos, y uno se acercó para darle el primer golpe en el rostro, después tomó la cabeza del azabache y con su rodilla le dio otro golpe rompiéndole la nariz y provocar sangrado.

—¡ALTO, BASTA!—Se zarandeó Jimin de las sogas que lo sujetaban, causándose cortes y raspones al intentar liberarse.

—¡Seamos considerados, amigos!—Dijo Lee alzado la voz y viendo a sus hombres, parecía que los regañaba, acto seguido, miró a uno en específico, se acercó a éste y posó su mano en él. Pronto, éste caminó al hombre tendido en el suelo con golpes en su rostro y lo levantó.

—¡Seamos considerados!—Volvió a gritar Lee y sus hombres hicieron un grito en poder.

La sangre en jungkook escurría apenas por su boca, nariz y ceja.
El señor Lee nuevamente se acercó a él e hizo la misma pregunta, obteniendo como respuesta otra risa.

—Enserio crees que te lo diré —Con las pocas fuerzas le dijo con burla. El señor Lee ladeó la cabeza y con pasos lentos se acercó a Jimin.

—Quiro decirte algo, joven Jimin—El señor Lee se acercó totalmente a éste y en susurro audible dijo.
—Aquí nadie es considerado.

Pronto, todos sus hombres, como si lo hubieran estado esperando por una eternidad, se abalanzaron a Jungkook: Dándole patadas y puñetazos estando él amarrando.
Jimin no pudo ni si quiera articular ninguna palabra, giró su rostro y mordiendo su labio inferior en un intento de reprimir lágrimas, quería poder taparse los oídos, no podía soportar el sonido de los golpes chocar contra la piel y menos oírlo quejarse.

—¡Alto!—Demandó Lee en voz alta. Todos se alejaron quejándose y gruñendo de la poca diversión que tuvieron.

Todos los hombres se reunieron nuevamente al rededor de ellos, dejando al descubierto a un jungkook con sangre en su cuerpo, rajadas grandes, ni si quiera eran raspones, eran grandes hematomas formándose.
Ya no se podía apreciar con tanta mugre y ahora la sangre.

—Así que el maldito hijo se rehúsa — dijo Richard abriéndose paso entre los hombres.
—La asquerosa de Aurora.

Jungkook levantó la vista y la sostuvo con Richard aún confundido.

—¡QUIERO QUE LO MATEN— Gritó Richard.
—¡QUE MUERA EL MALDITO BASTARDO!—continuó gritando—¡EL MALDITO BASTARDO ENGENDRADO POR MI PADRE!

Su comentario provocó tensión en el ambiente.

—¿De qué hablas? — Preguntó Jimin viendo a Richard quien mataba con la mirada al peli-negro amarrado.
—¿DE QUÉ MIERDA HABLAS?—Insistió.

—Quieres saber de qué mierda hablo, eh Jimin.

—Richard —Trató Lee de controlar la situación.