Calma.

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- La señorita Khatleen Diann Shaphiro ha sido encontrada en un Motel, atada de manos y boca a la cabecera de la cama. Sin embargo no se conoce el cómo llegó a ahí ni como la encontraron hasta ahora.

- Fue así como me enamore de él... - hable viendo a la psicóloga.

- Bien, como la quinta sección Maddy quiero decirte que lo que tuviste fueron dos cosas que te llevaron a eso - habló sacando unas hojas. - primero y el más obvio tuviste el síndrome de Estocolmo, pero quiero decirte que fue lo que te llevo a eso.

- ¿Que? - hable de mala gana.

- Tu situación familiar, el no sentir el apoyo de tus padres, el cariño y sobretodo la compañía te llevo a que sintieras un apego muy fuerte hacia el. Por qué cuando él te dio todo eso y como era la primera vez que lo sentías dejaste de lado el echo de que eras una secuestrada.

- Créame que tenía bien en claro que era una secuestrada. - hable recordando que por eso estoy aquí.

- Maddy, no estás cooperando. - habló la psicóloga.

- No quiero cooperar - hable rodeando en la silla.

- Tienes que escucharme terminaras hasta por suicidarte. Se que estás mal pero todo va a mejorar y necesito tu ayuda...para salvarte.

- Ya me quiero ir - hable parándome - Nos vemos mañana - hable saliendo de su casa y caminando a la de Leo.

"Tan mal fue lo que dije para que me dejaras y me cambiaras"

" Necesito ir por Sheyla"

"¿A donde voy?"

Miles de pensamientos inundaban mi mente cada que daba un paso un nuevo pensamiento salía.

"¿Regresaré a la escuela?"

"¿Seguiré viviendo con mis padres?"

Trade 25 minutos en llegar, no estaba lejos sólo que me tarde demasiado en caminar me paré en el pierda y toque el timbre.

- ¿Si? - habló por el micrófono de la puerta.

- Soy Maddy - hable - ¿Leo? - dije ya que no respondió.

- ¿Que te pasa? - habló abriendo la puerta.

- Salí temprano - hable pasando.

- Madd, no puedes solo regresarte así. - habló siguiéndome - ¿Con que pagaste el Uber? Si me dices que hiciste algo para que no te cobraran te juro..

- Me vine caminando, cálmate - hable sentándome en el sillón.

- Caminando, MADDY, no puedes salir así. - habló sentándose conmigo - deja de ser tan descuidada.

- Ya, esta bien. - hable de mala gana subiéndole a la tele.

- Maddy... - habló - No puedes seguir así.

- Si puedo. - hable - Tu tranquilo estaba más deprimida cuando estaba con mis padres que aquí.

- Madd, hay salir de aquí. - habló lento - iremos a comer a las 4:00.

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