Deliria.

Plan

- ¡Mierda! DEJAME SALIR - gritaba pegándole a la puerta fuertemente. - ¡DÉJENME SALIR!

Respira, Ali, respira. ¿Quien te pudo traer aquí?

Flashback.

- Preciosa, ¿te parece si nos vamos a mi depa?

- ¿Tienes prisa? - reí.

- Bastante - rio Juanpa en mi oído.

- Bueno, no hay que esperar... - hable bajo jalándolo de la mano. Al principio no me daban buena espina ni el ni si amigo, pero al ver que Khate ya también estaba dispuesta pues..les seguí el juego.

Salimos y antes de subirme a su carro tomo mi cara y me dio un beso.

- De verdad me encantas. - Sonrío muy cerca de mi cara y se separado para abrirme la puerta.

- Adelante, preciosa - habló.

- Gracias caballero - sonreí.

Abrí mi bolsa para sacar mi celular y no lo traía, no sabía donde lo había puesto.

- Em..JuanPa, no traigo mi celular me esperas aquí, le quiero marcar a Khate.

- Preciosa la fiesta ya se estaba poniendo muy alterada, si quieres toma el mío y márcale. - contestó amablemente y tiene razón después de tanta bebida la fiesta estaba un poco peligrosa.

- Si..no me sé si numero... - conteste.

- Bueno, si quieres vamos de nuevo, vente. - contestó quitando los seguros.

- No, no. Déjalo tienes razón si no que te marque a ti desde el teléfono de tu amigo ¿si? - propuse.

- Claro, ahorita le digo a Sebastian para que estes más tranquila.

- Gracias - conteste sintiéndome más calma con el.

Llegamos a su apartamento y para no hacer un momento de tensión en cuanto me dejó pasar agarre su camisa y lo jale hacia a mi dándole un beso, que pare al poco raro para ver su reacción.

- Atrevida, me gusta - contestó.

Tomo mis caderas y me pego hacia el, tenia mis manos enredadas en su pelo besándolo, volteó mi cuerpo fuertemente y me pegó a la pared de manera demandante subiendo su mano hacia mi cintura y después bajándola de nuevo ahora hacia mi trasero.

Su otra mano se colocó en el mismo lugar y me subía hacia su cadera me recostó en el sillón de manera en que mis piernas estaban colgando y mi torso y cabeza caían por el sofá.

Tomo mi espalda y me levanto un poco desabrochando mi vestido y bajándolo poco a poco. No perdió el tiempo y quitó mi ropa interior, se agachó mirándome fijamente y con sus manos me abrió las piernas

Me jalo un poco más a tal modo en el que quedaba más levantaba mi cadera y con su dedos empezó a explorar mi intimidad, la masajeo y cuando empecé a gemir un poco bajo metió dos dedos en ella y comenzó a moverlos dentro y sacarlos de una manera alucinante.

Mis gemidos se incrementaron cuando su lengua pasó por mi clitoris estimulándolo, con su otra mano iba recalcando todo mi cuerpo. Después de varios minutos decidí ahora yo hacerlo sentir bien lo tire ahora yo en el sofá y se coloque encima de él.

Comencé a mover mis caderas mientras lo besaba y le desabrocha la playera baje para quítale su pantalón mientras tocaba su miembro y una vez afuera le quite también el bóxer dejando al aire su miembro.