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Nunca me había sentido tan rara al volver a clases. Digo, no porque todos se hubiesen enterado, lo mío decidí mantenerlo en secreto. Lo raro estaba en que llegué buscando a mi héroe.

Me he hecho demasiadas expectativas sobre él.

En el último día clases estuve cómo loca preguntándoles a todos mis compañeros de todas mis clases de ese día, si me habían visto salir del baile acompañada. Claro que me inventé la excusa de que estaba muy tomada y no recordaba mucho, esto con el objetivo de que no sé, saliera el tema de conversación y un valiente dijera: Sí te vi, incluso te salvé y olvidé tomar mi chaqueta con la que te cubrí, ¿me la devuelves?

Una noche antes mi madre me dio la chaqueta ya lavada con la que me habían llevado a casa.

"Devuélvesela a tu amigo".

La verdad nunca se la había visto a nadie. Busqué en las publicaciones referentes a la fiesta por todas las redes sociales existentes y nada, nadie traía esa chaqueta. Empiezo a sospechar que tal vez quien me salvó no vaya a la misma preparatoria que nosotros. Tal vez ni siquiera estudie. Tal vez sea algún turista que estaba dando un paseo a medianoche y casualmente sabía mi dirección...

Okay, la verdad es que me desespera no saber quién fue y la última opción es demasiado creepy.

No quería mostrar interés por este asunto frente a ustedes por miedo a que crean que de verdad ocupo visitar un psicólogo. No lo necesito, ya me siento mejor. Esto sólo es la curiosidad carcomiéndome.

Te lo cuento porque es muy liberador "hablar contigo".

-Cosette.

Cartas al viento © [COMPLETA✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora