Me llamo Roseanne Park, tengo 17 años, nací en Nueva Zelanda pero me mudé desde muy jóven a Madrid, España. Vivo con mis padres y mi hermano en una pequeña mansión en el centro de la ciudad.
Hace unos días llegamos a Mayorca por las vacaciones de verano, recorrimos algunos museos y cafeterías hasta llegar a la plaza donde una escena un poco peculiar llamó mi atención.
Una chica alta, delgada, de cabello negro y flequillo preguntaba a varias personas por una dirección sin tener éxito alguno ya que hablaba en inglés.–Esperenme un momento-le comenté a mi familia y me dirigí a la desconocida.
–Hola-llamé su atención hablando en inglés.
–¡Gracias a Dios!¿Señorita me podría ayudar a encontrar la compañía de guías turísticos?-preguntó con una sonrisa «completamente hermosa, parece una muñeca», mordí mi labio inferior observándola.
–Le tengo una mejor propuesta. Me llamo Roseanne Park y podría ser su guía, claro, si no le molesta ir con mi familia-propuse y sonreí.
–Me llamo Lalisa Manoban y me encantaría que me enseñaras las bellezas de esta ciudad.
La llevé a conocer toda la ciudad durante los días que duraron mis vacaciones, nos habíamos hecho muy buenas amigas y a mis padres les agradó mucho.
También nos conocimos mejor, me comentó que es hija única, que tiene 25 años y que se graduó con honores de administración de empresas.Mañana ambas teníamos que regresar a nuestro hogar por eso Lisa me propuso una salida especial, solo nosotras. Pasó por mi al hotel donde me hospedaba y le pidió permiso a mis padres para que pasara la noche fuera prometiendo que ella me traería en la mañana siguiente.
Subimos a un Mercedes «que Lisa había alquilado los primeros días, y que por alguna razón nunca había utilizado» y condujo hasta el puerto. Bajamos y tomó mi mano guiándome a uno de los veleros que ahí se encontraban atracados «Panorama II» se podía leer en letras doradas a relieve sobre la mura en la proa, caminamos por la escala real y si antes estaba fascinada, ahora lo estoy aún más, fácilmente podrían caber 50 personas, es totalmente blanco con la cubierta de madera y cristales oscuros.
–Bienvenidas señorita Lalisa y señorita Roseanne-nos dió la bienvenida un elegante marinero vistiendo los antiguos uniformes y con un exelente manejo del idioma–Todo está exactamente como lo pidió, los víveres llegaron hace unos minutos, el resto de la tripulación ya se marchó y yo estaba esperando por ustedes para darles la bienvenida, así que ahora ya me retiro señorita, que tengan un exelente viaje-comentó sonriente.
–Su servicio exelente como siempre, un placer hacer negocios contigo Felix-pronunció su nombre con cierta ironía, yo permanecí ajena a la conversación, aún intentando creer lo que estaba pasando y en donde me encontraba.
–Lo mismo digo Lisa-hizo una reverencia y se retiró.
–¡Este lugar es de ensueño!- exclamé una vez que estábamos solas alzando mis brazos al cielo que parecía más azul y hermoso que otros días, Lisa soltó una carcajada y juro que escuché campanas de iglesia «¿cómo puede ser posible que alguien sea tan perfecto?¿cómo ELLA puede ser tan perfecta?».
–Vamos al puesto de mando, pondremos en marcha a esta belleza- caminó con una sonrisa adornando su rostro, la seguí de cerca y entramos a la cabina donde se encontraban el timón, la radio, los mapas marítimos y muchas otras palancas y botones–¿Alguna vez haz manejado un barco?- negué y extendió su mano en mi dirección, la tomé y me acercó poniéndome entre ella y el timón–Coloca tus manos así- una sobre la palanca y la otra sobre el volante–Bien, ahora muévelas un poco, esta primero y después la otra- y así fue como si entender muy bien lo que hacía salimos del puerto, nos pusimos en marcha hasta dejar la tierra completamente atrás y estar en mar abierto, apagamos los motores y bajamos el ancla.
–¿Ahora que haremos?- indagué con curiosidad, cada cosa que me muestra es nueva para mi, cada experiencia y sentimiento, todo lo que tiene que ver con ella es tan fantástico y abrumador.
–Vamos a la piscina, y no te preocupes por el traje de baño, encargué que compraran unos, deben estar allí- caminamos en dirección a la popa pasando por un mini cabaret donde Lisa se quedó a preparar algunos tragos para nosotras.
Llegué a mi destino y en una de las tumbonas habían pequeñas bolsas con nuestros nombres, cogí la mía y busqué el baño más cercano, cuando lo encontré me dispuse a cambiarme de ropa, dudándolo un poco al ver el bikini blanco de dos piezas. Salí y me metí al agua de un salto, a los pocos minutos sentí una presencia a mis espaldas.
–Una margarita sin alcohol-comentó dejándome la bebida a un lado, la tomé y cuando estaba dándome el primer trago volteé a verla y prácticamente me atraganté con el líquido, ahí estaba ella, parada como una modelo con su expectacular y bien torneado cuerpo en un pequeño bikini negro y dorado de dos piezas–¿Estás bien?- inquirió preocupada y yo asentí tragando duro, un calor muy particular se estaba apoderando de mi cuerpo y cuando se agacho a preguntar como estaba dejó ver gran parte de sus pechos haciéndome cada vez más difícil el trabajo de mantener la compostura.
Nadamos varias horas lanzándonos agua de vez en cuando, bailamos algunas canciones en el cabaret y vimos alrededor de 8 películas de distintos géneros en el mini cine que había preparado. Al caer la noche se empeñó en ser ella quien cocinara y sin mi ayuda, yo ni siquiera podía pararme cerca de la cocina. Me senté en la proa observando el cielo estrellado, ciertamente en lugares abiertos se ve mucho más brillante, las personas de ciudad no saben lo que se pierden.
–Me dijiste que te gustaría probar mi comida y no encontré mejor ocasión que esta-dejó los platos sobre la pequeña mesa de centro y se sentó frente a mi.
–Sí, de todas formas esta es nuestra última noche, mañana cada quien volverá a su vida-suspiré con tristeza, no quiero dejar de verla, en tan poco tiempo se volvió tan necesaria en mi vida.
Comimos en el silencio incómodo tras mi comentario, elegimos los camarotes en los que dormiríamos y nos despedimos con un simple «buenas noches», no puedo creer que nuestra historia termine así, tan solo una historia más de un amor que nunca pudo ser confesado, y siempre será recordado como mi hermoso secreto, el mejor de todos.
Los días siguientes fueron insoportables, no se por que aún no puedo dejar de pensar en ella, a cada lugar que voy siempre me pregunto si le gustaría visitarlo conmigo, que estará haciendo o simplemente revivo las imágenes de los momentos que pasamos juntas.
Mañana empiezan las clases, este es mi último año antes de entrar a la universidad y quiero que sea perfecto, además con todos los trabajos y evaluaciones que nos mandan no tendré tiempo de pensar en ella, y así es mejor, nunca tendría alguna oportunidad con Lisa, la diferencia de edad es bastante, estoy segura de que solo me ve como una niña inmadura y lo peor es que posiblemente nunca nos volveremos a ver.
–Ella va a ser su nueva profesora de inglés-habló la directora regresándome a la realidad–adelante Srta. Manoban-«¿Manoban?, me suena conocido».
Y ahí la vi otra vez, en esta ocasión lleva un traje azul oscuro hecho a medida, su cabello suelto legeramente desordenado y una enorme sonrisa en su rostro.
–Hola a todos, me llamo Lalisa Manoban y seré su profesora de inglés durante este curso escolar.
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My girl (Chaelisa)
RomanceSé que esta historia puede no ser la más bonita ni la más romántica, pero es mi historia y es real. Un amor que por mucho tiempo creí imposible e incluso improbable, pero una vez más llegó el destino o la vida a mostrarme mi error, a enseñarme que t...