~Seis meses de vida~
—¡Seis meses! ¡Mí bebé está súper grande, ya! —rio con ternura Giselle, llenando de besos a su pequeña.
La niña balbuceó contra la mejilla de ella, dándole a su modo, besos a su mamá.
—Como te amo, belleza, mí Solcito hermoso.
Zhanda aquella mañana se había ido temprano. Aún seguía con los trámites de su divorcio. Al final, Deismy había terminado siendo un maldito dolor de cabeza.
—¿Qué vamos a comer de rico hoy? Vendrán tus abuelos y tías a saludarte, hay que hacer algo especial —sonrió.
***
Zhanda observó al papá de Giselle, y se acercó a él, carraspeando.
—Hola.
Sebastien frunció el ceño inmediatamente al verlo.
—Hola —pronunció en un tono seco.
—Sé que no hemos tenido tiempo de hablar, y conocernos.
—¿Cuántos años tienes, Zhenda?
—Es Zhanda, y tengo casi veintiocho. ¿Por qué?
—Mi hija diecinueve.
Zhanda miró hacia arriba y luego a su suegro.
—Escuche, no quiero llevarme mal con usted, intento hacer lo mejor para Giselle y Sunny. Entiendo que esté molesto, yo tampoco esperaba que Giselle quedara embarazada.
—Si quedó embarazada, es porque no te cuidaste un carajo. No me vengas a decir que no lo esperabas.
—Acepto mi responsabilidad, señor.
—Como sea.
Zhanda vio a Sebastien irse, y suspiró. Al parecer, jamás podrían llevarse bien. Él seguía culpándolo de embarazar a Giselle.
Vio a la joven madre de su hija, y el mal momento se fue rápidamente. Ella estaba sonriendo, mientras hablaba con Kerish.
¿Cómo podía ser tan hermosa?
***
Acostó a su hija, y luego besó su frente, antes de meterse en la cama, dónde Zhanda ya la estaba esperando. Se giró para verlo, le sonrió, y luego le dio un beso corto en los labios.
—Descansa.
El rubio la quedó mirando, incrédulo. ¿Aquella noche tampoco tendrían sexo?
Se acercó a ella, y la abrazó posesivamente, pegándose al cuerpo de la jovencita.
—Dulces sueños, Zhanda —susurró cerrando los ojos.
—No quiero dormir, quiero hacerte el amor —susurró contra su oído, provocando que se estremeciera por completo.
La recorrió con sus manos, y besó suavemente el cuello de Giselle, separándole los muslos con una de sus piernas.
—Zhanda, la niña-
Se mordió el labio inferior cuando él metió una de sus manos dentro del camisón de ella, y acarició suavemente su intimidad, sobre la tela de la ropa interior.
—Mi amor ¿Por qué eres tan mala? —sonrió travieso—. Siempre poniendo barreras entre nosotros.
Giselle soltó un suave gemido, al sentir que la penetraba, apretando los muslos. Zhanda subió con una lamida lentamente por su cuello, hasta su oído.
—¿Podemos hacer el amor, preciosa? Te necesito tanto, y sé que tú a mi también.
—N-No, Sunny e-está durmiendo aquí.
—Gisse, llevamos tres meses juntos, y te necesito. Vamos al baño.
—No, te dije...
Un sonoro jadeo salió de su boca, cuando él la penetró con un segundo dedo, sintiendo como ella se mojaba.
—Giselle, no me hagas esto —gruñó excitado—. Ya ni siquiera soporto el maldito pantalón.
La castaña giró su rostro, y él se apoderó de sus labios, besándola deseoso, hambriento. ¿Qué no podía entender que la necesitaba?
—Te amo —pronunció en un tono pesado contra los labios de ella.
—Yo...
Él la miró y Giselle estaba con los ojos cerrados. Sonrió levemente y volvió a besarla. Algún día se lo diría, y sabía que sería muy especial.
...
🙊🙊
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No me dejes
Science FictionÚltimo libro de Bestias (por ahora 👀💜) Inicio: 24 de Julio de 2020