݁ opportunity 𝄒 ⠀ravnwoong / minsung

🌫️ ᧗ Capítulo Diez ᧗ 🌫️

A sus trece años, Seoho aún seguía teniendo ese atisbo de ansiedad y ligero miedo de solo entablar conversación con personas ajenas. Siempre le gustaba pasarse con sus dos mejores amigos, pero ese día por alguna extraña razón había llegado más temprano que los dos chicos.

Por ello, había sido visto por dos personas que siempre se aseguraban de fastidiarle la existencia.

—Así que hoy decidiste venir temprano, Im.

Seoho se removió en su asiento cuando el alfa de cabellos castaños se sentaba frente a él.

—¿Te dejaron solo o qué? —sacó el de cabellos rubios.

—Hyunjae, Sangyeon... Déjenme.

—No te atrevas a hablarme sin honoríficos inútil —señaló el castaño, el otro lo detuvo de golpearlo.

Seoho se sintió incluso protegido.

—¿Acaso no sabes hacer amigos? —preguntó, ahuyentando esa posibilidad.

—Y-Yo... Yo, ah...

—... ¿Acaso no sabes pensar por ti mismo? ¿No te importa nada?

Seoho, jamás consideró aquello como algo en lo que pensara siempre, normalmente estaba ocupando su mente en otras cosas, no quería ni estaba emocionado de relacionarse con otras personas, le gustaban las cosas como estaban, se atrevería a decir que estaba bien con su zona de confort. ¿Que no podía pensar por él mismo?

Él podía pensar por sí mismo...

¿No?

—¡A mí me importan las cosas!

—No me lo parece —dijo Sangyeon.

Seoho ocultaba el hecho de que a veces tenía escondida en sus bolsillos una moneda que su tío Yugyeom le había dado, por si alguna vez estaba indeciso de hacer alguna cosa está me ayudaría a decidir, sus acciones después de ello estaban a sus pies pero si las hacía o no dependía de la moneda.

Tal vez tenía razón, tal vez si no podía pensar del todo por si mismo.

—¿Qué demonios hacen?

Entro en el salón un chico de una estatura más alta que los dos que estaban junto al Omega, no olía a nada lo que causó una extrañeza en los tres.

—Sangyeon, Hyunjae. ¿Qué demonios hacen? Aún no es su hora de entrar a clases.

—Ah —se queja Yeon— ¿Que te importa Yonghoon?

Seoho divagaba, ¿en verdad no le importaba nada?

A él le importaban sus padres, sus tíos, Leedo... Sobretodo Ravn.

—¡Ya basta! —gritó alejándose con todo y su mochila— no dejan de molestarme nunca, ¿es que acaso no se aburren de ello? ¡Busquen a alguien más con quién jugar por qué yo, ya estoy harto!

Después de gritarles eso, salió corriendo abajo a la cafetería de la escuela, donde casualmente se encontraba su hyung de cabellos rubios, Lee aún no llegaba y eso era bueno.

No quería ser visto así.

—Seoho-ssi, que milagro que llegas temprano...

Quiso ahogar un sollozo, más no salió.

—A-Así es hyung...

Leedo alzó la vista encontrándose al Omega llorando, las mejillas y nariz rojas, estaba agitado, asustado, lo pudo en alerta y dejó su comida para levantarse decidido a buscar a los culpables que sabía que estaban cerca, más el Im lo detuvo.