─── 001. AMANECER 2.

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Capítulo uno:
MIERDA.

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Jasper sonrió con complicidad a la bebé que tenía en sus brazos, mientras que la recién nacida Renesmee –que parecía de dos años– se tapaba la boca torpemente tratando de parar las risas que causaba la situación

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Jasper sonrió con complicidad a la bebé que tenía en sus brazos, mientras que la recién nacida Renesmee –que parecía de dos años– se tapaba la boca torpemente tratando de parar las risas que causaba la situación.

—¿Dónde está Renesmee?— se escuchó el canturreo de Persa a lo lejos.

Jasper le indicó a Nessie que haga silencio pero lo único que gano fue una pequeña risa de la bebé, estaba tan feliz de poder compartir estos momentos con su pareja y con Nessie.

—¡Te encontré, Jacob!— chilló Persephone cuando vió al recién nombrado entre las cortinas.

Ah si, y Jacob.

—¡Así no vale!— respondió el moreno a medida que salía de su escondite.

Era obvio que Persephone podía escuchar las risas de Jasper y Renesmee detrás del escritorio de Carlisle, pero escuchar las quejas de Jacob por haberlo encontrado primero eran más divertidas que ver a Bella tendida en una camilla esperando a despertar.

—¿Dónde estas, pequeño engendro?— volvió a canturrear a medida a miraba a Jacob con mala cara por apuntar el escritorio en el que estaban.

Las risas de Nessie se volvieron a escuchar, acompañado de los shusheos de Jasper hacia la más pequeña de la familia. Persephone se acercó a paso cauteloso al escritorio, sin dudarlo lo saltó, aterrizando frente donde estaban Jasper con Renesmee en brazos.

—¡Te encontré engendro, ahora no podrás escapar de mi!— vociferó la pelirroja con una sonrisa.

Arrebató a Renesmee de los brazos de Jasper y estiró sus brazos hacia arriba con la bebé en sus manos. Nessie reía al sentir como Persa la lanzaba hacia arriba para atraparla nuevamente. Persephone dejó de tirarla por los aires y la apretó contra ella a medida que dejaba muchos besos en sus mejillas y cabeza.

Jasper, aún en el piso, miraba la escena con una gran sonrisa. Persephone hubiera sido una maravillosa madre y de eso no tenía ninguna duda; por alguna parte se sentía triste al no poder tener hijos con Persephone, ambos sabían que era un riesgo tanto para ella como para el bebé. No iban a arriesgar a un inocente a la vida que Persa fue condenada.

𝐏𝐄𝐑𝐒𝐀. [Jacob B. & Jasper H.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora